Roier entraba a su pequeño departamento, que se encontraba en deplorables condiciones, después de todo, era la renta más baja que había encontrado en la ciudad.
Tenía hambre pero fué una cara de disgusto la que soltó al probar el platillo de sobras. Se veía increíblemente apetitoso, se notaba que era una comida gourmet, pero su sabor era...amargo.
Esa sensación le recordó a su ex, Nat, y sus pésimas habilidades en la cocina, cada que probaba sus galletas al horno, solía sonreír y decir que estaban deliciosas, aunque, enrealidad tenían un sabor completamente amargo, como aquel platillo, pero después de todo, a Roier no le importaba, el comería cualquier cosa que venga de Natalan. Maldición, pensar en él le hacía sentir una fuerte presión en su pecho, y le invadía el sentimiento de nostalgia.
Trató de despejar su mente buscando en su cocina algo más para comer, pero no se sorprendió al ver la misma escena de siempre; una tostada y un plato de cereal en estado putrefacto, ambos quemados por alguna razón que el no entendía.
Roier miraba como su guitarra iba acumulando polvo con el paso del tiempo, ya había pasado bastante desde la ultima vez que había escrito una canción, la ruptura con su novio le había quitado todas las ganas de volver a la música. En realidad, había perdido las ganas de hacer muchas cosas, cosas que él disfrutaba y hacía con amor, pero ultimamente le aburrían, o directamente ya no le gustaban. Eso solo le hacía sentirse culpable.
Roier se acostó en su sillón, esa noche dormiría con el estómago vacío.
• • •
Un estruendo sonó e iluminó todo el departamento, era un trueno, Roier se despertó espantado y con la sorpresa de que nuevamente, llegaba tarde al trabajo.
No tenía ningun paragüas, por lo que ir bajo la lluvia en su bicicleta era su única opción, con la tonta idea de que no se mojaría si avanzaba.Llegó al bistró completamente empapado, se percató de que Cellbit lo estaba esperando en la puerta.
-Idiota ¿Cómo puedes presentarte así frente a nuestros clientes?
-Lo siento,no tenía paragüas, pensé que si aceleraba no me mojaría- Roier soltó una pequeña risita. Cellbit lo miró con molestia, y lo agarro de su brazo, arrastrándolo hacia la cocina.
-Quedate aquí- Entró a lo que parecía ser su oficina, y volvió rapidamente con una toalla en manos.
Sin decir nada empezó a secar la cabeza de Roier como si fuera un niño pequeño.
-ehh? Puedo secarme yo solo!- Reprochó. El chef simplemente le dió la toalla.
-No lo vuelvas a hacer, te prestaré mi paragüas.
"Porqué mierda se preocupa por mí??" Fué lo unico en lo que pensó Roier.
-¿Y tú no te mojarás?
-Yo vivo arriba del restaurante. Ve a trabajar- Cellbit se dirigió hacia su oficina.
• • •
El día concurrirá normalmente en el restaurante. Cada vez habían más clientes.
Estaba atardeciendo cuando Roier salió a sacar la basura que levantó de las mesas desocupadas. La lluvia había parado, era otoño, por lo que los días solían ser mas cortos de lo normal.
Roier se percató de que Cellbit estaba afuera también, sosteniendo un cigarrillo a punto de apagarse.
- ¿Tú fumas?- extendió su mano para ofrecerle un cigarrillo
-No realmente, aunque no me molesta el humo, gracias- Roier se apoyó a la pared juanto a Cellbit.
No pudieron evitar observar la puesta de sol, y como esta teñía el cielo de un color anaranjado. Era hermoso.
Roier sentía mucha curiosidad sobre Cellbit, necesitaba conocer más de él.
-Oye Cellbit, ¿Cuál es tu comida favorita?-
-Pff- rió el chef por la pregunta repentina - Supongo que...los limones?-
-¿Limones?, como lemon pie o algo así?- dijo Roier confundido.
-Eh, no, limones crudos. De todas formas, cualquier comida, sin importar cuál sea, sabe igual para mí...Simplemente no puedo sentir ningún sabor.-
-Wow, y aún así eres chef?-
-Si...y tú Roier, ¿Cuál es tu comida favorita?- el chef cambió de tema nuevamente.
-S-supongo que cualquier cosa que venga de Nat, mi novio-. Cellbit rodó los ojos. Tiró su cigarrillo casi acabado y sacó otro.
-¿Porqué fumas?-
-Qué pregunta es esa?- se burló el chef- Supongo que lo hago para librarme del estrés...-suspiró, dejando el humo escapar de su boca, últimamente se encontraba más cansado de lo normal.
-No tienes miedo de lo que la gente pueda pensar de tí?--No, de todas formas serían unos completos idiotas si me critican- Roier respondió seguro.
- ¿Cómo lo haces? Quiero decir, cada que recibo una critica negativa hacia el restaurante, no puedo dejar de sobreepensar en eso...
-¿Realmente recibes criticas negativas??- Roier había pasado tiempo leyendo aquella revistas de reseñas, habían una cantidad abrumadora de criticas positivas.
-Sí...aunque creo que no es eso lo que me molesta, es más bien cuando las criticas se dirijen a mí y...mi forma de ser...
-Ahhhh, es eso, te critican a tí?- Roier empezó a reír- Realmente critican al chef que nisiquiera tiene sentido del gusto y aún así tiene su propio restaurante- río- Es verdad que tienes un caracter un poco de mi- se aclaró la voz antes de seguir hablando- a lo que voy es que me pareces increíble, Cellbit.
El chef formó una pequeña sonrisa en sus labios. Quedaron en silencio por varios minutos, sin embargo ambos estaban cómodos con la compañía del otro. Después de todo, Cellbit sentía una extraña sensación de calidez, que no había sentido desde hace mucho tiempo.• • •
Estuve a punto de dejar la historia pero uno de mis amigos me animó para subir esto. Como ya dije es mi primer fanfic, así que espero no pasarme por arriba ningún error. Solo espero que lo disfruten.
Como ya dije, no estoy en mi mejor momento, por eso las actualizaciones van a tardar un poco más. :(
Muchas gracias por leer.♡
Perdón si tardo en actualizar,voy a tratar de esforzarme más.
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Entre Caníbales | Guapoduo | DeadPlate AU
Fiksi PenggemarTras terminar con su ultima relación, Roier decide empezar un nuevo trabajo como mesero en un nuevo restaurante de la ciudad. Conoce a Cellbit, un chico antipático y dueño de aquel bistró, quien no suele mostrar ni un mínimo de preocupación en nadie...