Entre Caníbales | Guapoduo | DeadPlate AU

4- Mejor Amigo

Finalmente caía el viernes, Roier había esperado toda la semana ese día, ya que se juntaría con Quackity, su mejor amigo.

Roier despertó con ansias, raramente lo hacía, siempre llegaba tarde a cualquier lugar al que tenía que ir, por quedarse tanto tiempo en su cama, incluso mucho después de haber despertado, simplemente la vagancia le ganaba.

Se alistó para ir al trabajo, el día estaba soleado, llegaría sin problemas.

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-¿Hoy llueve o porqué llegaste temprano?- Preguntó Cellbit completamente extrañado.

-Simplemente es viernes- soltó una pequeña risa Roier.

Los clientes comenzaban a llegar,y como era de esperarse, había una cantidad abrumadora de gente, después de todo Roier ya se estaba acostumbrando.
El tiempo pareció pasar en un abrir y cerrar de ojos, ya era hora de su descanso, apesar de que no se sentía cansado, entró a la cocina, solo tenía ganas de molestar a su jefe.

El ambiente completamente tenso que había al abrir la puerta lo golpeó de frente en su cara, Roier no comprendía lo que pasaba, notaba el nerviosismo en los cocineros, sin embargo todos seguían cocinando sin parar.

-¿¿ERES ESTUPIDO O QUÉ??-
Roier saltó de un susto al escuchar la voz de Cellbit.
-L-lo siento, chef, estaba preparando la salsa y no me percate de que la carne se- pudo oír como su voz se quebró.

-¿¿Y TÚ CREES QUE VOY A CREER ESA EXCUSA DE MIERDA??¿¿ACASO ERES UN PUTO PRINCIPIANTE PARA QUEMAR LA PUTA CARNE??

-N-no yo-

-¿CREÉS QUE VOY A ACEPTAR UN ERROR ASÍ EN MI COCINA??

Roier, sintió un escalofrío recorrerlo de arriba a abajo, estaba completamente aterrorizado, la expresión de Cellbit en ese momento parecía sacada de una película de terror. Solo podía ver furia en su mirada.

El chef agarró violentamente la cabeza del cocinero, y corrió la sartén en la que se encontraba la carne, empezó a empujarlo hacia el fuego, casi al punto de quemarlo.

-No lo vuelvas a repetir.- Soltó al cocinero. Ya no estaba gritando, pero la rabia seguía totalmente presente en su voz.

Cellbit se dió vuelta y se fué a su oficina. Segundos después se pudo observar el típico humo de cigarrillo por debajo de la puerta la cual había cerrado de manera tan violenta que había retumbado en toda la cocina.

Roier decidió no tomar un descanso ese día.

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Finalmente había acabado su jornada laboral, pero Roier no dejaba de pensar en "aquella" discusión de la cocina.

Había visto una faceta de Cellbit completamente distinta, una completamente distorsionada y perturbadora.

Roier comenzaba a entender en parte, el porqué la falta de personal en el restaurante, después de todo, si Cellbit era así con todos sus trabajadores, era emtendible que empezaran a renunciar. Sin embargo Roier no iba a rendirse tan pronto, todavía no tenía el dinero suficiente para invitar a Nat a salir.

Roier miraba el techo, acostado en su sillón, esperando que el timbre del teléfono sonara, con una llamada de Natalan, pero como de costumbre, permanecía en silencio.
Lo que si había oído, era el sonido del timbre de su departamento, Quackity había pasado a buscarlo.