1- El Bistró

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Roier soltó un suspiro,en busca de calmar su estrés. Se encontraba parado enfrente de un restaurante, innagurado hace apenas un par de semanas.

"La Gueule De Saturne", se podía leer a lo lejos, consistía en un bistró con una fachada muy elegante y cuidada, apesar de que era bastante pequeño, Roier suponía que entraban apenas unas 50 personas. Habían días en los que se formaban largas filas de espera que duraban horas.

Siempre que criticos iban a el restaurante, terminaban por darle una calificación muy buena a sus platillos, cosa que Roier no comprendía del todo.

El no era quisquilloso con ese tipo de cosas, sus pesimas habilidades en la cocina le obligaban a pedir comida rápida muy a menudo, en el caso de que tuviera dinero, debido a las condiciones deplorables en las que vivía económicamente.

Roier había estado leyendo criticas del restaurante, el no estaba interesado ni en la más mínimo en ese mundo, sin embargo, le llamo la atención las múltiples llamadas de atención por la falta de personal, hasta tal punto de hacer que el dueño salga a hablar sobre aquello, lanzando rápidamente una oferta de trabajo.

Esta ofrecía una paga muy buena. Era muy poco entendible el porque la falta de trabajadores en aquel bistró, tal vez era atareado lidiar con tanta clientela, almenos era lo que Roier quería creer.

Sin rodeos, decidió llamar al número que se encontraba publicado en aquella revista de criticas.

"Entonces, te veo el lunes", fué lo último que logró escuchar Roier atraves de ese viejo teléfono que se encontraba en su pequeña mesa ratona, había tenido una charla bastante trivial con el que parecía ser el dueño del restaurante, y por lo poco que habían hablado, se dió cuenta de lo antipático que era, no le había agradado ni en lo más mínimo, sin embargo trabajo era trabajo.

Roier tenía mucha experiencia en el ámbito laboral, había pasado por al menos 28 trabajos en apenas 2 años, ya que no solía quedarse mucho tiempo en estos. Entraba un par de semanas hasta recaudar dinero suficiente y luego renunciar. Esa era una rutina bastante común para el, desde que había empezado una relación con Natalan, su amado, el único para el que tenía ojos, pero su mundo se había desmoronado la semana pasada, desde que su novio le terminó.

"Tal vez no tenía suficiente dinero" pensó sin razonar de forma alguna. Cuando se trataba de amor, Roier se transformaba en un completo estúpido.

Roier finalmente pudo tener coraje suficiente y entrar al bistró, donde a lo lejos podía ver al antipático dueño con cara de molestia, esperando para empezar de una vez su trabajo.

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Buenas, espero que esto esté bien como primer cap, lo hice bastante corto pero siento que más adelante serán más largos.
Voy a esforzarme todo lo que pueda aunque confieso que todavía no estoy del todo satisfecho pipipi.
Muchas gracias por leer♡♡

Entre Caníbales | Guapoduo | DeadPlate AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora