• Capítulo 13

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[ Falso rumor ]

Narra Mattheo Riddle

Nos teletransportamos hasta mi mansión, debido a que Voldemort necesitaba hablar urgentemente con sus mortífagos.

Pero yo me mantuve escondido todo el tiempo dentro de la capa de invisibilidad que le robé a mi padre.

En una ocasión de la reunión escuché cómo mi padre soltaba mierda sobre mí.

Aquello me causó tanta rabia que le di un golpe a la estantería que tenía a mi lado. Por error mío, una copa de cristal cayó sobre el suelo, así que decidí apartarme rápidamente.

Me preocupaba el hecho de que se enterase de que estaba dentro de aquel salón con ellos.

De repente, vi a mi padre caminar hacia la copa rota y mientras tanto fui alejándome poco a poco con tal de no hacer ningún ruido.

Me coloqué en la puerta abierta de la salida del salón, y observé el panorama desde allí. No voy a mentir que estaba realmente nervioso.

Pude ver como le lanzó agresivamente un cristal a Draco en la cara, aquello tuvo que doler.

Finalmente, con tal de no arriesgarlo más, decidí salir de aquel salón, de esta manera no provocaría más sospechas.

Caminé por los pasillos de la mansión y se me ocurrió un lugar al que era buena idea ir.

El cementerio en el cual me enterraron. Quise ir allí para así recuperar mi varita original, la más poderosa.

Llegué al cementerio y nada más llegar observé mi tumba. Encima de ella se encontraba la carta que me escribió María, la carta que me escribió Tom, y mi varita encima de ellas.

Tuve una sensación de dolor al ver aquellos objetos.

Decidí leer las dos cartas, ya que nunca tuve la oportunidad de leerlas.

Primero leí la de María, aquella carta me pareció tan sincera y bonita que mi corazón se derritió. Algunas lágrimas cayeron de mis lagrimales.

Dejé su carta y agarré la de Tom. Tuve la misma reacción. Jamás pensé que sería capaz de escribirme cosas tan bonitas... Tom siempre fue un chico muy frío y cerrado, entonces agradecí mucho la carta que me escribió.

Finalmente la dejé en su sitio y agarré mi varita. La observé detenidamente, seguía intacta, cómo la echaba de menos.

De repente escuché algunos ruidos, me di la vuelta pero no había nadie.

Quizá era una señal de que debería volver a Hogwarts.

Narra María Lestrange

Tom y yo estuvimos buscando a Mattheo por los pasillos y por su habitación, pero no había rastro de él.

Volvimos a mi habitación y comencé a entrar en una taque de pánico. Sentía que me costaba respirar, mis manos comenzaron a sudar y a temblar.

—M-Mattheo, ¿d-dónde estás?.- dije con la voz entre cortada.

De repente comencé a llorar, Tom me abrazó.

—Presiento que volverá.- dijo tratando de tranquilizarme.

Casa vez lloraba más y más fuerte.

De repente, en frente de nosotros, apareció Mattheo con su capa de invisibilidad en la mano y en la otra mano con su antigua varita.

Inmediatamente salté hacia él y le di un fuerte abrazo, pero enseguida rectifiqué y me separé del abrazo mirándole furiosamente.

—Hijo de p.- dije sin acabar la frase.
—Pensé que te había perdido para siempre otra vez.- añadí.

𝐓𝐨𝐱𝐢𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚 𝟐  [+18 Tom Riddle & Mattheo Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora