10.

60 4 0
                                    


Sábado 17 de Septiembre

Hace rato que he dejado de escribir. Supongo que la terapia está dando resultados o al menos el pequeño trauma que viví en mi último año de preparatoria ha llegado a su fin. Lo que significa que este proyecto puede que quede anulado a partir de hoy.

Fue divertido escribir un poco de mi vida universitaria. Hoy releí las primeras páginas y me di unas buenas carcajadas de todo lo que vivía.

Sigo pensando que fue embarazoso pero le tomé cariño a la dinámica de sentarme a escribir en ocasiones aspectos relevantes de mi vida en la universidad.

Ahora estoy cursando el quinto semestre de la carrera lo que significa que me encuentro prácticamente a la mitad. Y esta nueva mitad será mi nuevo comienzo porque ahora tendré más responsabilidades luego de inscribirme en un programa de investigación escolar.

Tengo altas expectativas de este proyecto, y pese a que no comparto estancia con mis dos mejores amigas que formé en el transcurso de estos años, sé que el camino que procederá no tendré miedo de hacerlo sola.

Supongo que omití mucha historia en estos años sobre todo el hecho que mencioné que tengo dos amigas. La primera no necesita sorpresas porque es la chica con la que hice amistad después del fallido grupo inicial, seguimos con nuestra convivencia y tal parece que la hermandad creció porque incluso me invitó a algunas reuniones familiares o vacaciones que fueron bien aprovechadas. Entonces ¿Quién es la segunda?

Pues ni más ni menos que la chica popular, la persona más alocada y divertida que jamás había conocido en mi vida, la que me ayudó a superar algunos miedos sociales que me cohibía al tratar con los demás. No digo que me haya transformado en alguien como ella porque eso sería un severo insulto a mi misma, jamás intentaría ser lo que no soy. Sólo digo que ella fue un apoyo para atreverme a explorar ámbitos que ni en un millón de años pensaría en realizar por voluntad propia. Le estoy eternamente agradecida por su presencia en mi vida pues ambas a su manera me regalaron un pedacito de su corazón en mi.

Después de todos estos años siento que estoy avanzando para bien dejando atrás sufrimientos y miedos que me hicieron daño en ciertos momentos de mi vida.

Ahora puedo decir con firmeza. Que ninguna persona volverá a hacer añicos mi espíritu para su diversión. Por lo menos sé que el profesor de mi preparatoria ya no podrá volver a hacernos daño. Ahora que sé que falleció en la cárcel.

Es aquí donde digo. Adiós.

Diario escolar (Lésbico) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora