29.

40 2 0
                                    


Lunes 3 de marzo
12:11 am


Si pudiera definir con una palabra mi día podría decir que es impacto.

No solo por lo genial que fue adentrarme en los corredores restringidos para estudiantes comunes dentro del lugar, sino porque a la hora de presentarnos con los directivos y docentes del laboratorio, conocer a mis compañeros de trabajo y demás quedé asombrada por quién me encontré ahí.

Tú. Doctora Aveiro.

Aunque no cruzamos palabras fuera de lo académico sé que te sorprendió y emocionó de igual manera mi presencia. Eso espero creer pues nunca en los años que llevo observando y admirando tu persona te has comportado como lo hiciste durante la bienvenida.

Antes de que me vieras, yo lo había hecho porque tuve que ir al baño. Estabas en una oficina con otros dos docentes quienes se mantenían absortos en congeniar contigo o al menos intentando sacarte tema de conversación, lo cual me pareció sumamente cómico porque siempre has sido reservada y eso no cambiaría por un par de colegas.

Pero ¿por una alumna…?

Desde el momento que me viste no dejaste de hacerlo, lo supe y lo sentí. También te ví y un deseo inmenso de correr y abrazarte surgió porque muy dentro de mí te extraño. Pero no debía hacerlo, no con tanta gente a nuestro alrededor y mucho menos porque jamás me atrevería a hacerlo. Quizá lo que sientes por mí es orgullo al saber que tu estudiante se está superando y prefiero mil veces conservarlo así a que nuestra pequeñísima amistad se vea nublado por mis deseos ocultos.

Pero si llegase el día…

No sé qué es lo que haría.

📝📝📝

Diario escolar (Lésbico) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora