Capítulo 3: Confesiones al Amanecer

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El sol comenzaba a filtrarse tímidamente por la ventana cuando Minho se despertó lentamente, encontrándose acurrucado junto a Han en la misma cama donde habían tenido su intimidad la noche anterior. Parpadeó, tratando de recordar cómo habían terminado allí, pero su mente estaba nublada por los efectos del alcohol y la confusión.

Se quedó mirando a Han, quien aún estaba profundamente dormido, con una expresión serena en el rostro. Recordó las palabras que habían intercambiado la noche anterior, las confesiones de atracción y los momentos de intimidad compartidos bajo la influencia de la fiesta y el alcohol.

Antes de que pudiera reflexionar más sobre el asunto, Han comenzó a despertarse, parpadeando y frotándose los ojos con lentitud. Al darse cuenta de la situación, su rostro se tensó momentáneamente antes de que una máscara de indiferencia se apoderara de él.

—¿Qué... qué estamos haciendo aquí?— preguntó Han, su voz áspera por el sueño y la incomodidad.

Minho se encogió ligeramente, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros —Creo que nos quedamos dormidos aquí anoche— respondió con cautela, recordando vagamente los eventos de la noche anterior.

Han frunció el ceño, claramente incómodo con la situación —Esto es... esto es ridículo— murmuró, moviéndose para levantarse de la cama, dándose cuenta de que estaba completamente desnudo.

Minho lo detuvo antes de que pudiera alejarse —Han, espera— dijo, su tono suplicante —Tenemos que hablar sobre lo que sucedió anoche. No podemos simplemente ignorarlo.

Han se detuvo, su cuerpo rígido de tensión —No hay nada que hablar— respondió bruscamente —Lo que sucedió anoche fue solo el resultado de demasiado alcohol. No significa nada.

Minho sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Han. Sabía que estaba tratando de protegerse a sí mismo, pero aún así, le dolía escucharlo rechazar lo que habían compartido la noche anterior.

—Está bien, si eso es lo que quieres creer— murmuró Minho, su voz apenas un susurro.

Con un suspiro pesado, Han se vistió finalmente y se alejó de la cama y comenzó a prepararse para el día, dejando a Minho sumido en sus propios pensamientos y sentimientos confusos.

(...)

La mañana se deslizaba silenciosa sobre la ciudad, envolviendo el campus universitario en una atmósfera tranquila y contemplativa. Minho se encontraba sentado en un banco cerca del edificio principal, perdido en sus pensamientos mientras observaba a los estudiantes pasar de un lado a otro.

La conversación con Han aún resonaba en su mente, dejando una sensación de pesar y confusión en su corazón. No podía dejar de pensar en las palabras de Han, en cómo había rechazado lo que habían compartido la noche anterior, como si no significara nada.

A lo lejos, divisó a Jeongin acercándose, con una sonrisa brillante en el rostro. Se le unió en el banco, saludándolo con entusiasmo —¡Minho! ¿Cómo estás esta mañana?

Minho forzó una sonrisa, tratando de ocultar su turbación —Estoy bien, Jeongin. ¿Y tú?

Jeongin asintió con energía —¡Estoy emocionado por el día de hoy! ¿Te parece si estudiamos juntos después de las clases?

Minho asintió con la cabeza, agradecido por la distracción —¡Claro, suena bien!

Mientras tanto, Han se encontraba en su propia clase, tratando de concentrarse en la conferencia mientras su mente divagaba hacia la noche anterior. No podía quitarse de la cabeza la imagen de Minho dormido a su lado, ni las palabras que habían intercambiado en la penumbra de la habitación.

Are you ready for it? - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora