Cap 25. ¿Qué hay de la llave?

56 5 1
                                    

Narra Shadow

Estaba en casa de María, vine acá porque ella quería que nos fuéramos juntos a la fiesta, para ahorrar un poco de tiempo yo ya venía preparado, ya estaba cambiado y había logrado verme lo suficientemente elegante como para no desentonar con el evento en sí.

Al llegar ella abrió la puerta y al hacerlo pude ver como estaba bastante acelerada, todavía no estaba lista y la hora de inicio de la fiesta se estaba acercando poco a poco, por lo que entendía la prisa que tenía.

Pasaron unos minutos cuando ella bajó las escaleras, al verla noté que ya estaba cambiada, ella siempre ha sido fan de la ropa elegante, usar vestidos siempre ha sido su estilo, y ahora no podía ser menos.

—Shadow ¿Estás bien?

—S-Si, estoy bien... ¿Por qué preguntas?

—Te me quedaste viendo algo raro... ¿Acaso no me queda bien este vestido?

—¿Qué? N-No, María, te ves preciosa, lo siento, no sé qué me pasó, me quedé pasmado por unos segundos, pero te ves bien, de veras.

—¿En serio? —dijo ella viéndome con un poco de entusiasmo.

—Por supuesto, sabes que jamás te mentiría —respondí mientras le sonreía.

—Awww gracias Shadow, la verdad estaba un poco preocupada, todavía no me acostumbro a esta forma, antes usaba vestidos casi todo el tiempo, y ahora creí que no me vería igual o no me sentiría cómoda.

La verdad tenía sentido, nunca me había puesto a pensar en eso, obvio, no soy yo el que usa los vestidos, pero ahora que ella lo menciona me doy cuenta que debe ser algo diferente para ella, aunque ha pasado tiempo desde que volvió supongo que es difícil acostumbrarse, me pasaría lo mismo si yo me convirtiera en humano o algo por el estilo.

—Descuida, te ves bien, además lo importante no es cómo te veas sino cómo te sientas, si te sientes bien eso es lo importante.

—Mmmm creo que tienes razón, pero también me quiero ver linda.

—Jejeje eso te sale natural.

—Mira quién lo dice, vestido de forma tan elegante, siempre tuviste buen gusto —dijo mientras me veía de pies a cabeza— Me alegra por fin poder verte de esta forma.

—Sé que no pasa muy seguido, pero supongo que esta ocasión sí que lo ameritaba.

—Eso sí, y yo sé que no es la primera vez que usas ropa así, pero si es la primera vez que te veo así desde que regresé.

—Lo sé, eso basta para que sea especial para mí, no te haces una idea de lo mucho que te extrañé.

—Yo también te extrañé Shadow —dijo mientras me abrazaba cariñosamente— Fue duro dejarte, todo lo que pasó yo...hubiera querido que fuera diferente —recordó mientras ocultaba su rostro en mi pecho.

Breves destellos de la última vez que nos vimos vinieron de repente a mi mente como una ráfaga feroz, durante mucho tiempo esos recuerdos me atormentaron, no podía tener una sola noche tranquila de sueño porque desde el rincón más oculto de mi mente esas memorias volvían para arruinarme la existencia, todo eso cambió ahora que María está aquí conmigo.

—Ey... —dije mientras tomaba su rostro con mis manos y la miraba a los ojos— No quiero verte triste, mucho menos ahora, arruinarás tu maquillaje —señalé al acariciar suavemente sus mejillas— Además, no hay nada de que preocuparse ahora, porque estamos aquí y ahora tú y yo, y hay que aprovechar al máximo esta oportunidad que el mundo nos dio.

—Es verdad, creo que es lo mejor que podemos hacer...

Nos quedamos un rato viéndonos fijamente el uno al otro, sentía como su mirada penetraba lo más profundo de mi ser, exploraba mi alma y me daba una sensación única e inigualable, algo que me hacía sentir en paz completamente. Dicha paz fue interrumpida por un ruido de mi comunicador, como fuera ese idiota de Sonic otra vez preguntándome dónde estoy juro que al llegar le rompo la cara.

SONAMY: AMOR ÚNICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora