SONAMY: AMOR ÚNICO

Cap 8. Tapar el sol con un dedo

Narra Sonic

Me desperté después de haber pasado una buena noche, iba abriendo mis ojos poco a poco para encontrarme con la principal razón de que mi noche fuera tan placentera, una linda eriza rosa estaba dormida entre mis brazos, con su cabeza recostada en mi pecho, dormimos juntos por primera vez, no es que no hubiéramos compartido una cama, un cuarto o algo por el estilo antes, simplemente que ahora tiene otro sentido, otro significado completamente distinto a esas veces, era nuestra primera vez durmiendo juntos como novios, era simplemente increíble poder decirlo y que fuera verdad, me mantuve en la misma postura durante unos minutos hasta que noté como ella iba despertando, Dios, verla despertarse y abrir sus bellos ojos es un momento que quiero que quede marcado para siempre en mi mente.

-Bostezando mientras parpadeaba delicadamente-

-Buenos días preciosa.

-Dirige su mirada hacía mí- Buenos días guapo.

-¿Cómo durmió la eriza más hermosa de todo Möbius?

-Excelente, tener a mi lado al erizo más apuesto de todo Möbius probablemente ayudó.

-Es bueno saberlo -le di un pequeño beso en la frente- ¿Tienes hambre? ¿Gustas que te prepare el desayuno?

-Luego, ahora solo quiero estar así contigo un ratito más -dijo para volver a recostarse en mi pecho-

-Me agrada esa idea -la abracé poniendo mis brazos alrededor de su cuerpo- Me encantas Amy, toda tú eres perfecta.

-Gracias Sonic -levantó su mirada para darme un corto beso en los labios- Siempre soñé con oír esas palabras salir de tu boca para dirigirse a mí.

-Y las oirás siempre que estés conmigo.

-Te amo mi erizo lindo.

-Y yo a ti mi eriza divina.

Nos acercamos el uno al otro y nos unimos en un tierno y largo beso que a medida que pasaban los segundos se volvía cada vez más apasionado, suavemente tomé su fino cuerpo para ponerla con cuidado sobre mí y seguir besándola, el calor de nuestros cuerpos se mezclaba y se volvía uno, permitiéndonos no solo estar entrelazados física sino también emocionalmente, era como si nuestros corazones también latieran al mismo ritmo, con el mismo sentir, mis manos recorrían toda su espalda, suave y tersa como la seda, ella hacía lo propio colocando sus manos en mis brazos y subiendo hasta mi rostro para acariciarlo, unas caricias que hacían que me derritiera por dentro, el movimiento de nuestras bocas no cesaba, buscábamos sentir cada rincón de la boca del otro, jugueteando con nuestras lenguas, para finalmente tener que separarnos por la falta de oxígeno. Cuando ese hermoso beso acabó, nos miramos fijamente a los ojos, no nos hizo falta nada más para decir todo lo que nuestros corazones sentían en ese momento, percibimos perfectamente como el corazón del otro gritaba sin cesar nuestro nombre.

-Es el mejor desayuno que he probado en mi vida.

-Fue el manjar más exquisito que podría degustar si me lo preguntas -dijo ella mientras se relamía los labios- Creo que ahora si estoy lista para comer esas delicias culinarias que mi bello novio quiere prepararme.

-Ufff, después de ese beso te preparo un festín solo para ti mi reina -me levanté poco a poco de la cama para después tomarla a ella entre mis brazos y cargarla como una linda bebé- Deje que su rey se encargue de complacerla como se merece.

Procedí a caminar hasta la cocina con ella en mis brazos, cuando llegamos la bajé delicadamente hasta que se sentara en uno de los taburetes junto a la isla de la cocina, una vez ella estaba cómoda fui a las alacenas para ver qué tenía para poder prepararle algo a mi dulce amada, vi que tenía unos huevos y un poco de pan, después revisé el refrigerador y vi que tenía unos vegetales como tomate, cebolla y pimiento verde, así que me decidí a prepararle a Amy unos huevos revueltos con vegetales, una vez elegidos esos ingredientes también empecé a prepararle el desayuno, pasados unos minutos la comida estaba lista, puse el huevo revuelto en un plato, vi en la refri si había algo más para acompañar y tuve la suerte de que había un poco de crema así que le puse una porción en el plato y le di un pan para completar su platillo.