SONAMY: AMOR ÚNICO

Cap 33. Metrópolis

Narra Sonic

Eran las 4:30 am, apenas íbamos despertando, todo estaba oscuro, mis ojos todavía tenían la pesadez del sueño sobre sí, miré a mi lado y Amy todavía estaba dormida, era hora de alistarnos para el viaje, pero al verla ahí dormida, respirando suavemente, se veía tan adorable que no fui capaz y dejé que descansara un poco más.

Cuando logré reunir las fuerzas suficientes para levantarme de la cama me fui al baño para darme una buena ducha, una vez estaba limpio empecé a preparar el desayuno para mi madre y mi novia, algo lo suficientemente cargado como para darnos mucha energía, no es como que fuéramos a luchar o algo por el estilo, pero en un viaje siempre se hace necesario.

Cuando ya eran las 5:00 am Amy se despertó y se levantó de la cama, me dio los buenos días y luego se fue a duchar, una vez lista me ayudó a terminar de preparar el desayuno para todos, la verdad es que tener a Amy es una maravilla, es genial como ella siempre está dispuesta a ayudarme siempre, ya sean las tareas más pequeñas o las más grandes, ella siempre está conmigo.

Una vez el desayuno estaba listo, mi madre se despertó y nos saludó a ambos, ella también fue a ducharse antes de desayunar. Al estar todos listos y aseados nos sentamos en la mesa y empezamos a degustar nuestros alimentos como debía ser, la verdad que iba mejorando cada vez más en esto, aún recuerdo cuando no era capaz ni de preparar lo más sencillo del libro, y ahora ya puedo defenderme y encima cocinar para mis amigos, era un logro significativo para mí.

Después del desayuno fuimos a terminar de preparar nuestras cosas, lo bueno de haber alistado el equipaje desde anoche es que solo teníamos que preocuparnos de recordar todo lo que llevábamos y cerciorarnos de que no nos faltara nada, esa es otra cosa que debo agradecerle a Amy, antes yo ni me preocupaba por esas cosas, no porque no pudiera sino porque me daba mucha flojera, como a todos, básicamente.

Con todo el equipaje listo salimos afuera de la casa para encontrarnos con Tails y Cream que estaban esperando en el patio para despedirnos antes de que nos fuéramos.

—Hola chicos, no creí que fueran a madrugar tanto.

—Teníamos que despedirnos de ustedes —dijo Tails.

—No podíamos dejar que se fueran sin que nos vieran antes —complementó Cream.

—Gracias por su apoyo.

—¿Y cómo harán para ir a Metrópolis? Está bastante lejos de este lugar. —preguntó el zorro de dos colas.

—Uno de los súbditos de mi madre vendrá por nosotros, es uno de sus sirvientes de mayor confianza.

—Oh, ya veo, pues qué bueno, es importante que tu madre se rodee de personas que sean de fiar, más tomando en cuenta el rol que ella tiene, prácticamente una ciudad entera depende de ella.

—Si, tienes razón, aunque supongo que ella ya lo tiene bastante cubierto.

—Supongo que sí jajaja.

—Jajaja gracias por haber venido, chicos.

—No hay de qué, para eso son los mejores amigos.

—De verdad apreciamos su ayuda —dijo Amy— No podríamos irnos de no ser ustedes, porque estamos seguros que ustedes están con nosotros.

—Por supuesto que sí Amy, pueden irse sin ninguna preocupación, no los defraudaremos —contestó Cream.

—Gracias pequeña —Amy la abrazó y la conejita correspondió el gesto— Te traeré un recuerdo de nuestro viaje.

—Jejeje sabes que me gustan los recuerditos.

—Jajaja lo sé.

Mientras nos despedíamos de Tails y Cream escuchamos el ruido de un helicóptero llegando, este tenía el espacio suficiente para 4 pasajeros, por lo que podría llevarnos a todos sin problemas. El helicóptero se iba acercando poco a poco y finalmente aterrizó cerca de nuestra casa.