Cap 39. Confrontación

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Narra Sonic

Y así como si nada esos desgraciados se fueron, sus sicarios seguían aquí con nosotros, apuntándoles a los invitados con sus armas. Era una situación complicada, cualquier movimiento en falso podía desencadenar una matanza descomunal, teníamos que calcular bien nuestras posibilidades de salir vivos de esta.

Vi a Amy pegada a mí, nuestras espaldas se tocaban, ella seguía en pose de batalla igual que yo, seguramente también viendo alguna oportunidad de darle la vuelta a esta situación, no era nada fácil, pero había que intentarlo.

—Sonic, tengo una idea —dijo Amy susurrando.

—Dime, preciosa ¿Qué tienes?

—A mi señal, corre lo más rápido que puedas y desarma a la mayor cantidad de enemigos posible.

—Es muy arriesgado, no puedo alcanzarlos a todos.

—Descuida, de eso me encargo yo.

—Ok, confío en tu juicio.

Obedecí la instrucción de mi novia, esperé su señal para poder moverme a super velocidad y desarmar a todos los sicarios.

Después de unos segundos Amy invocó su Piko Piko Hammer, rápidamente dio un gran salto e hizo girar su martillo.

—¡Ahora!

Gritó mientras caía al suelo y azotaba su martillo contra el suelo, provocando una ola expansiva a su alrededor, me moví para no recibir el impacto y aproveché que Amy mandó a volar a varios de esos granujas para poder inmovilizar a algunos más, los golpeé, pateé, empujé y derribé tan fuerte y rápido que ni pudieron ver de dónde les llegaban los putazos.

Mis hermanos aprovecharon para tomar sus instrumentos y transformarlos en armas, ya que tenían esa habilidad, Manic comenzó a tocar los tambores de su batería, creando pequeños sismos que los aturdían, algunos empezaban a sentir náuseas o mareos, entonces Amy aprovechaba para golpearlos con su martillo, combinándose en un ataque letal.

Por otro lado, Sonia usaba su teclado como pistola láser, para inutilizar las armas de algunos sicarios, y dispararles directamente a otros, ya que seguían llegando más y más, seguro estaban afuera en caso de que siguiéramos a su jefe. Mientras Sonia les disparaba, yo seguía derribándolos, estampándolos contra la pared, y así mantener a los civiles a salvo.

Luego de un par de minutos, entre los 4 logramos acabar con todos, yacían en el suelo adoloridos, aturdidos y completamente inmovilizados.

La gente gritaba de alegría, nos agradecían efusivamente el haberlos salvado, pero esto no había acabado.

—Tenemos que ir por ese infeliz, Sonic, no podemos dejar que se lleve el tesoro real —sentenció Manic.

—Tienes razón, hermano, hay que ir por él, Sonia, Amy y yo lo perseguiremos por tierra, tú puedes tomar el helicóptero de la azotea y seguirnos desde el aire.

—Entendido, hagámoslo así.

—Espera, Sonic —intervino Amy— ¿Cómo vamos a seguirlo Sonia y yo? No podemos seguirte el ritmo.

—¿Acaso no sabe? —preguntó Sonia.

—¿Saber el qué?

—Tranquila, mi amor, hay una forma, enseguida iremos a por ese desgraciado, preparen sus armas, atraparemos a esos dos.

Antes de seguir, fui con mi mamá, ella estaba auxiliando a algunos de sus invitados luego de ser liberada de los sicarios.

—Mamá, mis hermanos y yo iremos por esos imbéciles ¿Estarás bien aquí?

SONAMY: AMOR ÚNICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora