Hooked Up [Bbangsaz]

Capítulo 18. Charlas sucias

Estábamos a pocos minutos de mi casa cuando Hanni agarró el tirador de la puerta del coche con tal intensidad que supe que tenía que parar en el arcén. Por suerte, íbamos por carreteras secundarias y ella saltó de su asiento y salió del coche para empezar a arrojarse al arcén.

Me reí para mis adentros mientras salía del coche y corría a ayudarla. Me acerqué a ella mientras evitaba con cuidado el pequeño charco que se formaba junto a sus pies. Le puse la mano en la espalda y empecé a recogerle el pelo en una coleta suelta formada por mi puño.

—Ughhh. — gruñó entre jadeos secos. — Me encanta cuando me tiras del pelo.

Alcé las cejas y me reí. — ¿En serio? ¿Ahora es cuando sacas alguna mierda fetichista?

— Uh huh, por supuesto. — murmuró y luego escupió al suelo. — Consejo profesional, no bebas cuando sólo has comido Oreos en todo el día... — miré hacia abajo y vi el charco blanco y negro apenas existente en el asfalto.

— Bueno, ¿por qué no has comido más antes de beber? — dije con preocupación mientras ella se volvía hacia mí. Tenía la cara enrojecida y los ojos un poco llorosos por las arcadas.

Se encogió de hombros. — No tuve tiempo. — decidí dejar de lado la pregunta cuando empecé a sentir que la tensión flotaba en el aire como una nube suelta. Suspiré mientras la ayudaba a subir al Jeep de Haerin y luego subí yo al coche.

La ayudé a ponerse el cinturón y se dejó caer cansada en el asiento. Volví a arrancar el motor y conduje en dirección a mi casa.

— El lunes tenemos examen de cálculo. — dijo distraídamente mientras se acomodaba en el asiento para tumbarse. La vi levantar el brazo y señalar cosas al azar en el techo del coche.

— Sí, en la unidad cuatro. — le contesté mientras tomaba nota mentalmente de empezar a estudiar mañana. No podía permitirme suspender ese examen.

Ella soltó una risita. — ¿Vas a suspender?

A la defensiva, pero burlonamente, respondí. — No, claro que no.

— Llevas toda la semana mirándome fijamente durante la clase. — se sentó rápidamente en su asiento, y me pregunté cómo podía hacerlo teniendo en cuenta que acababa de vomitar todo el contenido de su estómago hacía unos minutos. — ¿Qué estamos aprendiendo?

La miré y lo medité mentalmente. — ¿Integrales?

Juntó las cejas y me sacó la lengua. — Jódete, multitarea.

— ¿Qué? ¿No puedo admirarte y seguir aprendiendo matemáticas?

— No. — sonrió. — Pero supongo que eso significa que se te da muy bien la multitarea. — me guiñó un ojo mientras me señalaba con el dedo índice en tono burlón.

Decidí seguirle el juego mientras conducía con cuidado por las calles. — Soy una multitarea maravillosa.

Ella enarcó una ceja. — ¿Sí? — su cara se sonrojó ligeramente mientras sonreía. — ¿Serías capaz de lamerme el clítoris, meterme un dedo en el coño y otro en el culo al mismo tiempo?

Casi me salgo de la carretera.

— Vale, quizá no como todo el dedo, pero un poco de cachondeo no vendría mal. — hizo una pausa como para pensar en ello. — Creo. No lo sé. Todavía no me he metido nada por el culo. — no creí que fuera posible que hablara aún más pervertido estando borracha que sobria. Sentí que un rubor subía por mi costado mientras intentaba encontrar las palabras para responder a eso.

¿Por qué tenía que superarme en cada conversación que teníamos? Normalmente se me daban bien las guarradas, pero joder, esto era otro nivel. La miré y vi cómo empezaba a tocar la música del coche como si no acabara de pedirme que le metiera un dedo por el culo mientras me la follaba.