☼ Lo necesito

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- Sanha, tu aroma está muy fuerte. ¿Estás seguro que no ha comenzado tu celo? - cuestionó Jinwoo mientras tapaba su nariz.

- Jinwoo sabe controlar muy bien sus instintos pero hay otros alfas hormonales que no - hablo está vez Eunwoo.

- Chicos, estoy bien... Mi celo se acerca pero no es hoy - soltó una pequeña risita.

- Deberías ir a la enfermería por un supresor - opinó Eunwoo.

- Yo no utilizo eso, me saca alergia y me mareo mucho - negó - A mi alfa no le gusta que use eso.

- ¿Tu alfa es idiota o que? ¿Por qué no te deja usarlos? - interrogó molesto.

Jinwoo dió un pequeño golpe en la frente del rubio - Te está diciendo que le saca alergia, tal vez a su alfa no le gusta que los use por lo mismo.

El omega con olor a canela y manzana solo comenzó a caminar hacia el salón, tomo asiento en su lugar y empezó hacer unos ejercicios de cálculo para ignorar el calor que sentía en todo su cuerpo.

- Otro día más soportando a esta bola de idiotas - comento Jinwoo mientras aventaba su mochila en su asiento.

- Se te quedaron viendo feo - informó Eunwoo.

- ¿Y? No estoy mintiendo, además, no me interesa tener que relacionarme con este tipo de compañeros - dijo con algo de frustración, odiaba a sus compañeros. Eran irritantes, solo se la pasaban diciendo cada tontería queriendo llamar la atención.

Las clases comenzaron, todo iba normal hasta que el aroma de Sanha empezó a hacerse notar sobre todos aquellos aromas que están en el salón.

- ¿De quién es el aroma de canela y manzana? - cuestionó el profesor.

- Un omega a entrado en celo - mencionó con burla un de sus compañeros que se sentaba en la esquina. Inmediatamente sus amigos empezaron hacer sonidos obscenos.

- Y luego se andan ofendiendo cuando alguien dice la verdad, ¿Cierto? - dijo Jinwoo en voz alta para que aquel grupo se callara.

Inmediatamente los sonidos pararon junto con las burlas.

- Soy yo... - dijo Sanha levantándose de su asiento - discúlpeme.

- Sanha, necesitas los supresores - susurro Eunwoo.

– Yoon, ponte unos supresores, si no tienes ve y pide uno a la enfermería ordenó.

El pequeño omega asintió levemente mientras empezaba a caminar hacia la puerta del salón, se sentía muy mareado, su vista era borrosa y todo a su alrededor daba vueltas.

- ¿Quienes son sus amigos para que lo ayude?

- Ve tú Eunwoo, yo soy un alfa me va a regañar la enfermera - mencionó el alfa.

El rubio asintió mientras se paraba ayudar al castaño, ambos salieron del salón. Eunwoo guiaba al omega al baño para ponerle el supresor al castaño.

- alfa... Lo necesito - susurró.

- No necesitas a ese tonto.

Una vez en el baño Eunwoo obligó a su amigo a sentarse en el suelo.

- Lo necesito, llévame con él - rogó.

El contrario hizo caso omiso y empezó a desabrochar los botones del uniforme del castaño, este se negaba y ponía resistencia.

- No eres mi alfa... Déjame - mencionó.

- ¡Por dios, Sanha! - aventó la inyección aún lado - ¡No lo necesitas!

Sanha lloraba - Lo necesito... Binnie.

Una chica omega salió del baño, se lavo las manos rápidamente y las limpio en su falda antes de acercarse al par de omegas que estaban en sentados en el suelo.

- Deberías llamar a sus padres, él se ve muy mal - dijo poniendo su mano en al frente del castaño - está muy caliente, ponle el supresor.

- ¡No quiere! ¡Es un necio! - grito.

- Cálmate, no grites van a pensar que estamos haciendo otra cosa se quejo.

La omega agarro la inyección y antes de aplicarla el castaño la empujó levemente sin intención de lastimarla - Soy alérgico a eso... Necesito a mi alfa.

La chica detuvo su acción y miro al omega a lado suyo - No podemos ponerle el supresor, baja a dirección y pide que le llamen a su tutor.

Eunwoo obedeció y salió de ahí corriendo.

[🧸]

Moonbin llegó a la institución muy alterado, desde que recibió la llamada salió de su restaurante a toda prisa.

- ¿Qué eres de él? - cuestionó el subdirector.

- Soy su esposo, ¿Dónde está mi omega?

El señor agrandó un poco sus ojos debido a la sorpresa e iba a empezar hacerle un interrogatorio al alfa pero mejor busco el folder dónde estaban los papeles del castaño. Vio como en éstos venía que el omega si estaba casado y además una hoja dónde los los padres estaban consciente sobre ese matrimonio.

- Sígame - dejo la carpeta en su escritorio.

Después de unos minutos Moonbin ya tenía a Sanha con él, agarro sus pertenencias y después cargo a su omega para llevarlo a su auto.

[🧸]

Moonbin abría sus ojos con pesadez, estaba muy cansado. Ya no recordaba como era ayudar a su omega en su celo, Sanha tenía mucha energía por así decirlo.

Escucho como la puerta era abierto lentamente, dirigió su mirada a la puerta y vio como su omega asomaba su cabeza con timidez.

- Cariño... ¿Qué haces? Debes estar cansado, ven a dormir - dijo mientras se sentaba en la cama y con la sábana tapaba su zona íntima.

- No hay una marca en mi cuello... Otra vez - dijo con tristeza.

El alfa comprendió la situación, su omega desde ya que se casaron le ha pedido una marca pero no lo ha hecho no porque no lo quiera o no lo ame, al contrario no lo ha marcado porque lo ama y cuida demasiado. Sabe que una marca a su edad es muy peligroso, tal vez su omega no soporte el dolor que conlleva hacer una marca.

- Cariño, te he dicho muchas veces que en cuanto cumplas los diecinueve te marcaré como mío - su omega se sentó a lado suyo con timidez - Te amo mucho y tengo miedo de que algo te pase.

- Yo quiero tu marca... - murmuró.

- Solo espero un poco más, ¿Si? En cuanto cumplas los diecinueve te marcaré - beso la mejilla del castaño

- Está bien, Bin... - sonrió delicadamente mientras picaba el abdomen del pelinegro - Me gusta tu aroma.

- A mi me gusta como te ves con mi camiseta, eres muy lindo - opinó.

- Binnie - dijo mientras tapaba su rostro avergonzado.

- Solo digo la verdad.

- Oh, cierto. Debo presentarte a mis amigos - hablo mientras abrazaba a su alfa.

- Invitalos a comer a uno de mis
restaurantes - dijo.

- Está bien. Estoy seguro te llevarás bien con Jinwoo ya que a él le gusta cocinar un poco.

- ¿En serio? - cuestionó y vio a su omega asentir - Hay que descansar, debes estar muy cansado. ¿Te duele tu cuerpo?

- Solo me duele la espalda pero tranquilo no pasa nada - sonrió tiernamente acostándose aún lado del
pelinegro.

- Más tarde te pondré pomada.

- Duerme conmigo, Binnie - mencionó.

- Dormiré con mi lindo osito.

Casado a los diecisiete 𝘉𝘪𝘯𝘴𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora