Casado a los diecisiete 𝘉𝘪𝘯𝘴𝘢𝘯

☼ Eres muy hermoso

Sanha y Moonbin estaban tirados en el piso de la sala, con la puerta corrediza que daba hacia el patio abierta y un ventilador en una esquina.

- Este calor es insoportable... Lo odio - opinó el pelinegro.

- No es posible que estemos así y aún así tengamos calor y estemos sudados - se quejo Sanha.

Moonbin ladeó su cabeza y pudo observar el perfil de su esposo con algunos mechones de su cabello pegados a su frente debido al sudor.

- Eres muy hermoso, cariño - halagó.

Sanha soltó una pequeña risa — Tú también eres muy hermoso, alfa.

- Pero tú lo eres más.

- Hoy no hagas de comer, cariño.... Compremos una pizza - comento Sanha.

- ¿No te gusta la que yo hago?

- Me encanta toda tu comida pero cuando hace calor me da mucha flojera todo y solo quiero estar contigo sin hacer nada mientras vemos una serie o película - sonrió tiernamente.

- Aquí se hace lo que el osito diga, si quieres eso lo haremos.

Sanha se sonrojo levemente - Binnie.

El timbre de la casa sonó, Moonbin no pensaba abrir no quería gente en su casa aparte de que se tendría que poner una camisa.

- Iré abrir - mencionó Sanha levantándose del piso.

- No abras quédate aqui conmigo.

- No tardaré, alfa - sin más que decir
salió de sala y fue abrir la puerta - ¿Qué haces aquí?

- Sanha, vine hablar contigo - respondió el rubio intentando ingresar a la casa pero el castaño no lo permitió.

- No te dejare pasar, solo di lo que tienes que decir y vete - dijo Sanha.

- ¿Por qué no me hablas en la escuela?

Sanha soltó una risa amarga - Simple, gracias a ti casi me divorcio ¿Por
qué te afecta tanto que este casado?

- Cariño, ¿Quien es? - cuestionó Moonbin apareciendo atrás del castaño mientras se estiraba un poco - No quiero a ese dentro de nuestra casa - habló cuando vio al omega.

Moonbin no traía camiseta, dejando a
simple vista sus músculos y abdomen. Y
traía unos shorts de tela delgada, el calor era insoportable.

Eunwoo, quien tenía un leve sonrojo frunció su ceño - ¿Podrías ponerte ropa?

- Estoy en mi casa, tonto. Yo puedo andar como se me de la gana
- protestó.

El rubio vio fijamente al alfa y viceversa, ambos se miraban con odio. El primero en desviar la mirada fue Eunwoo.

- ¿Estaban teniendo sexo? - cuestionó Eunwoo a Sanha.

El castaño se sonrojo levemente - No, solo estábamos acostados

- ¿A ti que te importa si tenemos sexo o no? Ya di lo que tengas que decir y vete - habló Moonbin.

- ¡Sanha! - exclamó al ver como Moonbin tenía una marca pequeña en su hombro - ¿Lo marcaste? Ahora Moon
estará atado a ti de por vida.

- Eunwoo, no voy a tolerar que vengas a nuestra casa a decirnos cosas - hablo Sanha ya cansado de la situación - Amo a Moonbin, es mi alfa, mi predestinado y me casé con el por decisión propia, no necesito tu aprobación.

- Pero, Sanha. Esto está mal, ¿No lo entiendes?

- Ya déjalo, cariño. Este parece grabadora, siempre diciendo lo mismo - hablo Moonbin.