[𝐔𝐍 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑]-𝖧𝖠𝖹𝖡𝖨𝖭 𝖧𝖮𝖳𝖤𝖫

꧁𖤐34𖤐꧂

Pasan unos meses y yo seguía al lado de lucifer, ya me encontraba en perfectas condiciones, pero mi miedo hacia el habia crecido como nunca, me encontraba en una reunión de Overlords, pocos sabían porque estaba al lado de lucifer y no sentada, en la reunión estaba alastor, el cual sabia de mi situación y cuanto apenaba haberle jodido la existencia, cuando terminó la reunión me fui tras Lucifer, pero alastor se me acerco y le preguntó si podía hablar conmigo a solas

_-Hija, acompáñame_ - ordena Lucifer abandonando la sala de juntas.

Le sigo de cerca, temblando ante la idea de quedarme a solas con él. Mas una voz me detiene.

-_Querida, permite hablar contigo un momento_-intercede Alastor con cortes formalidad.

Volteo hacia el Overlord, cautelosa. Sé bien que conoce mi delicada situación ante Lucifer.

Lucifer gruñe fastidiado, mas asiente de mala gana. -_Date prisa Alastor, no tengo tu paciencia_\- brama alejándose.

Me giro hacia mi interlocutor, aguardando sus intenciones con aprensión. Alastor posee más respeto que la mayoría, mas siempre existe cautela ante figuras de poder.

-_Dime Alastor, ¿en qué puedo ayudarte?_ - musito con tono educado, aunque mi voz denota el temblor interno. Solo espero sus palabras traigan algo positivo...

-_Querida, solo quería saber porqué prefieres seguir al lado de Lucifer _-indaga Alastor con curiosidad.

Su pregunta me toma desprevenida. Nerviosa, balbuceo intentando encontrar una respuesta coherente.

Pero antes de que pueda articular palabra, una sombra ominosa nos cubre. Volteamos hacia su dueño.

-_Creo que ya ha habido demasiadas preguntas indiscretas, Alastor_-brama Lucifer con claro enojo.

Alastor no pierde la compostura, aunque sé Padre pone a prueba su paciencia. Solo espero mi amigo sepa guardar las distancias por su propia seguridad.

-_Lo lamento, solo intentaba entablar una amena charla con la señorita_-se disculpa Alastor encantador, aunque sus ojos lanzan dagas.

-_Basta de charlas. Vámonos Mary_-ordena Lucifer sujetándome firmemente el brazo.

Apenas logro lanzar una mirada de disculpa a Alastor, rogando no cometa algún error que pueda costarle caro ante la furia de Padre. Su bondad es algo que siempre agradeceré

Volvemos a la mansión de lucifer, esta vez, este sabia lo mucho que me incomodaba estar con el, así que me pide que duerma con el...

_-señor...por favor...no me hagas esto_- musito con aprensión

Aunque temblorosa, sé que negarme no es opción. Me acomodo junto a él en velada agonía, aguardando alguna acción de su parte.

Sentía como me tomaba de la cintura y me acercaba a el  me incomodaba demasiado pero no había nada que pudiera hacer. El cansancio acaba por vencerme.

Al despertar, me encuentro sola en la amplia cama. Derivando en pánico, comienzo a buscar desesperadamente a Lucifer por todos lados.

Solo el silencio me responde en la desolada estancia. Las rodillas me fallan presa del terror.

¿Dónde estará? ¿Por qué me ha dejado sola de esta forma tan abrupta? Mil escenarios atormentan mi mente al no tener respuestas.

Solo queda esperar comprender pronto sus oscuras razones... rogando no signifiquen algo funesto para mi suerte

aporveche mi momento sola, y me dirigí al hotel a pasar el rato...

-_Querida, es un alivio encontrarte_ _-_ murmura Alastor acercándose _-. ¿A qué debo tu grata visita?_

Suspiro hondo antes de comenzar mi explicación. Alastor siempre fue más comprensivo que los demás.

- _Vengo a disculparme por todo lo ocurrido_ -musito apesadumbrada _-.Bajo el hechizo de Lucifer hice cosas terribles... como lastimarlos a ustedes._

Procedo a relatarle lo sucedido con los Overlords, la amenaza de Valentino y mi desesperada búsqueda. Alastor escucha con atenta calma.

- _Ya veo... el yugo de Lucifer te ha causado muchos tormentos querida _ -comenta pensativo _ -Pero al menos estás a salvo aquí. ¿Qué piensas hacer de ahora en adelante? _

Suspiro no teniendo respuesta clara. Solo busco alejarme del poder abrumador que casi me consume. Quizás aquí encuentre un respiro...

-_No lo sé. Solo deseo redimir las faltas del pasado_-musito con melancolía.

El silencio de Alastor es reconfortante. Su presencia es un bálsamo en medio de tanta oscuridad

Mis lágrimas ahogan cualquier sonido mientras me cubro el rostro desolada. ¿Cómo pude ser capaz de tanto mal?

-_Querida, no llores así por favor_ - musita Alastor arrodillándose a mi lado, incómodo ante el llanto.

Apesadumbrado asiento, dispuesta a marcharme de una vez. Es lo mejor para todos.

Pero Ángel sujeta mi brazo con delicadeza. -_Quédate cariño. Aquí siempre tendrás un hogar_\- asegura con gesto afectuoso.

Alzo la vista, sorprendida ante su calidez. Lentamente tomo su mano y la de Alastor, buscando consuelo en ambos.

-_R-realmente m-merecen esto?_- Musito con un hilo de voz.

Ellos se miran antes de asentir.

- _ Estarás a salvo con nosotros_\- promete Alastor solemne.

Su compasión ablanda poco a poco mi adolorido corazón.

Me quedo unos días con ellos, ya ha ibamos vuelto a la misma amistad que siempre tuvimos, sin ningún tipo de rencores... Hasta ese día

_-Así que aquí es donde te escondías hija..._- resuena la gélida voz de Lucifer entre las sombras.

Detengo mi respiración aguzando el oído, oculta tras una columna del pasillo. Padre no aparenta ira, pero su presencia trae siempre desdicha.

Lo siento acercarse al recibidor, donde Alastor y los demás aguardan alertas.

-_Busco a mi hija_-brama Lucifer _-Se que está aquí_-.

-_Lamento decir no tenemos idea de lo que hablas_-dice Alastor con tranquilidad fingida. Ambos sabemos que hará lo posible por defenderme.

Lucifer gruñe ante su respuesta. -_No juegues conmigo Alastor. Sé mejor que nadie que la escondes aquí..._

Me muerdo los labios, aguardando su siguiente paso. ¿Por qué Padre vino? ¿Qué exigirá a cambio de dejarme ir? Rogo mis amigos guarden silencio por su propio bien...

-_Como te dije, no sé de qué hablas_ -insiste Alastor con calma. Sus rápidos cálculos mentales buscan la mejor salida-. _Pero si viniste en son de paz, hablemos civilizadamente._

Lucifer gruñe ante la provocación. Sabe bien cómo maneja Alastor sus palabras.

-_No estoy para juegos, demonio_ -brama-. _Solo quiero que me devuelvas lo que es mío._

-_Lo siento, pero nada aquí te pertenece_ -responde Ángel con falsa inocencia-. _Este es nuestro hotel, smokes~._

-_¡Basta de estupideces!_ -bramó Lucifer-. _Sé la maldita ramera está aquí._

Su rabia serpentea entre las paredes. Si estalla, la destrucción será inminente. Pero debo confiar en ellos...

Con disimulo, me alejo arrastrándome. No permitiré nadie salga lastimado por mi culpa. Solo ruego distraigan a Padre hasta mi huida...