꧁𖤐11𖤐꧂

79 3 3
                                    

Una vez en el Hotel, noto que efectivamente me encuentro sola en el lobby. La tranquilidad del lugar me permite serenar mi espíritu tras la sagaz consulta con mi señor.

Las palabras de Lucifer siempre traen claridad a mis pensamientos, reflexiono mientras acaricio distraídamente las texturas del sofá donde me siento. Sabe iluminar el camino correcto con su infinita sabiduría.

No obstante, no puedo evadir la inquietud que persiste sobre el Demonio Alastor. Su mirada siempre parece esconder mucho más de lo que aparenta a simple vista. Y sus motivaciones siguen siendo todo un misterio.

Debo andar con cuidado, me repito decidida. de cerca sin levantar sospechas, y estar alerta ante cualquier señal de amenaza hacia mis seres queridos o mi misión.

Me prometo usar al máximo mis sentidos y habilidades para descifrar lo que oculta ese enigmático semblante siempre sonriente. Debo estar preparada para cualquier eventualidad...

De pronto, una voz repentina interrumpe el hilo de mis contemplaciones.

-Quien está ahí?- pregunte preparada para combatir lo que sea

—Vaya, vaya, parece que mi llegada perturbó tus cavilaciones, querida—resuena una entonada voz tras de mí.

Volteando me encuentro con la inevitable figura de Alastor, quien me observa con curiosidad desde el umbral. Su acostumbrada sonrisa sólo se amplía al notar mi gesto de sorpresa.

—Disculpa si interrumpo, solo pasaba a ver cómo seguían las labores en el hotel—explica acercándose con paso elegante—. Mas al hallarte sumida en tan profunda reflexión, no pude evitar divagar en qué podrías estar pensando.

Se detiene apenas a unos pasos, estudiándome con renovado interés. Sus ojos parecen querer adivinar las interrogantes tras las mías.

—Espero al menos mi presencia no perturbé nada importante—inquiere con falso tono solicito—. Si así fuera, por supuesto me retiraría para dejarte continuar.

Como siempre, su sonrisa es una constante incógnita. Un nuevo enigma aguarda ser descifrado.

—Nada que interrumpas, Alastor, no te preocupes —respondo tranquilamente tras una breve pausa.

De poco sirve demostrarle que advierto su sutil escrutinio. Por ahora, sonrió también con mesura y añado:

—Sólo me tomaba un momento para descansar tras atender ciertos asuntos. El trabajo en pos de la redención es arduo cual sabrás, más reconforta comprobar el avance del hotel.

Me incorporo con lentitud, dispuesta a retomar mis labores a su debido tiempo.

—Pero dime, ¿en qué puedo yo serte útil ahora? —pregunto cortés—. Confío diste con buenas noticias sobre el progreso de nuestra noble causa aquí.

Sostengo su mirada quizá unos segundos más de lo estrictamente amable, a la espera de nuevos enigmas por desenmascarar tras su eterna sonrisa.

Mi interés por conocer lo que oculta persiste incólume, mas será con cuidado y subterfugios sutiles como conseguiré descifrar sus verdaderas motivaciones.

-No quiero nada por ahora, pero tengo sueño me voy a dormir- me cuelga del Techo como si un murciélago se tratase, mostre mis alas y me cubri con ellas

—¡Vaya, vaya! Parece que alguien estaba más cansado de lo que aparentaba —exclama Alastor divertido al ver mi repentina transformación—. Es fascinante admirar la habilidad con la que te adhieres al techo cual murciélago, querida. Tus capacidades siguen sorprendiéndome constantemente.

[𝐔𝐍 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑]-𝖧𝖠𝖹𝖡𝖨𝖭 𝖧𝖮𝖳𝖤𝖫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora