Nueve

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Lan WangJi sabía que había hecho mal, después de todo aunque quisiera a ese joven no tenía muchas cosas que hacer, todo lo que le quedaba era que permaneciera a su lado los pocos años que le quedaba de vida.

Pero no pudo aguantarse, fue a su habitación y lo besó, tocando cada parte de su cuerpo, que aunque estaba delgado la realidad es que sentía satisfacción al hacerlo, no supo porque, no supo que fue lo que lo impulso, pero la realidad es que estaba tan indefenso que no pudo controlarse hasta que Jiang Cheng dejó de moverse.

Había hecho muy mal, así que lo recostó en el colchón para salir esperando que nadie lo viera y ahorrarse muchos problemas a él y al joven, pero eso no dio resultado.

Después de todo era un lugar bastante transitado por los sirvientes.

Llegó a los oídos de Wei WuXian y por supuesto que no le gusto, el príncipe había sido sensible porque después de todo Jiang Cheng era un pobre discapacitado, eso hasta que supo que Lan WangJi estaba con él en aquella habitación de noche, ese tipo de comportamiento no podía tolerarlo.

⸻¿Qué hacías en la noche en la habitación de A-Cheng? ⸻ Lan WangJi no sabía que responder.

⸻Me dijeron que estaba enfermo, solo fui a saber cómo estaba. ⸻ Wei WuXian solo sonrió ante la respuesta.

⸻Ha pasado enfermo todos los días de su vida... si ese el pretexto que pondrás entonces vas a ir todos los días durante la noche...

Wei WuXian tenia ganas de autorizarle directamente que todo eso debería de detenerse, que era malo para la reputación de ambos sea cual sea la relación que tiene con él, pero no podía, Lan WangJi aunque se casen no era de su propiedad.

Lo único que le quedaba era hacerlo entender que su comportamiento no estaba bien.

⸻No volveré a verlo, no te preocupes... ⸻ Wei WuXian comenzó con el plan de salir con el exactamente a los mismos paseos que hacían con Jiang Cheng, pero Lan WangJi se dio cuenta en los primeros 2 paseos que no era lo mismo.

Por supuesto que pasear con el príncipe era relajante el era brillante, atractivo y amable con sus ciudadanos pero no importa como lo plantee, no era Jiang Cheng.

Continuaba pensando que Jiang Cheng era el alma más pura que había pisado este mundo. Pero ya no podía preguntar, solo quería saber si estaba bien, pero no podía confiar en nadie.


Jiang Cheng se había despertado pensando que lo había sucedido fue un sueño, parecía real pero no lo era, ¿Quién en su sano juicio lo besaría? Seguramente solo se acostó a dormir y se quedó dormido soñando con eso tan bonito.

¿Podría soñarlo otra vez?

No volvió a hablar con Lan WangJi, de hecho era mejor así, entre más alejado estuviera del estaría más en paz, seguramente Lan WangJi ni siquiera se ha de acordar de él, ha de estar feliz con el príncipe.

Comenzó a hacer sus deberes, todo lo que le quedaba era intentar levantar cosas, pero en esta ocasión sus brazos no respondieron y sintió que sus piernas se quebraron por alguna razón cayendo sentado al suelo ante un quejido de dolor y haciendo que la caja que intentaba llevar desparramara todo su contenido en todas las direcciones.

Esta vez no se salvaría de una buena golpiza.

Pero no espero que fuera su madre, y que aunque supiera que sus piernas ya no respondían, seguramente por algún hueso roto sin justificación, no le importó.

Lo azotó hasta que el joven quedó inconsciente, siendo llevado a rastras de nuevo a la habitación, donde su estado solo comenzó a empeorar.

Lan WangJi escuchó todo eso y a escondidas pidió que le llevaran una medicina, pero de eso también se enteraron, Jiang Cheng no tenía idea de nada cuando alguien abrió la puerta, tomandolo del cuello y levantandolo. 

⸻No... pue...do... res...pi...rar... ⸻ le dijo a quien sea que sea, pero eso enojó aún más a Wen Xu, el guardia del emperador, quien le estampó la cabeza en la pared.

⸻¡Aléjate de Lan WangJi!

⸻Si... no... vol....ve...ré... a... a...cer...car...me... a... su... ma...jes...tad... ⸻ y con una última estampada a la pared Wen Xu finalmente lo soltó y Jiang Cheng pudo respirar aliviado.

Pero el no entendía y no podía justificar que no lo ha encontrado de nuevo, Wei WuXian es un buen hombre no podía hacerle esto, además sabía que juntos harían una hermosa pareja.

Lo que Wen Xu no sabía era lo frágil que era Jiang Cheng, ya que con ese golpe lo dejó paralizado de la cintura para abajo, si antes era un inútil ahora lo era más.

Mientras todos estaban con los preparativos para la boda él fue llevado a una habitación para esclavos, donde estaba solo y postrado en una cama.

Wei WuXian todavía no podía creer lo que le había dicho Madan Yu, Jiang Cheng alguien que siempre lo consideró como un hermano gustaba de Lan WangJi y ha estado coqueteándole. Después de todo ahora tenía pruebas de eso, como se veían durante la noche.

Se lamentaba por defenderlo y por tenerle empatía. Por eso no se inmuto cuando escuchó de la paliza, y muchísimo menos cuando se enteró que ya no podía caminar.


Jiang Cheng escuchó un chirrido de la puerta de aquella celda entró su madre, el esperaba que lo regañara pero en vez de eso le dio un abrazo que el correspondió y comenzó a llorar.

⸻Desahógate mi niño... ⸻ después de haber llorado en el hombro de su madre se sintió más tranquilo.

⸻Madre yo nunca le quitaría el novio al príncipe... ⸻ ella sonrió.

⸻¿Quitarle el novio al príncipe? ¿Quién demonios te crees que eres? Eres un sirviente, Lan WangJi solo te tiene lastima por eso hace lo que hace, lo que enojó a su majestad es que le coquetearas sin conocer tu lugar.

⸻Yo nunca le coquetee... ⸻ le aseguró mientras más lagrimas salían de sus ojos.

⸻Dice eso al principe... ⸻ Jiang Cheng quería pedir perdón por todo, a pesar de haber conocido a Lan WangJi fueron los mejores momentos de su corta, triste, y solitaria vida, pero también lo habían dejado marcado para siempre.

Él no era de ese mundo, era muy poca cosa y ahora menos que lo habían dejado roto.

Pero su madre había sido un buen apego emocional, le llevaba tes y comida todos los días para su recuperación, ordenaba a los sirvientes que lo asearan y que lo atendieran como se debe, pero Jiang Cheng se sentía cada vez más cansado.

Estaba cada vez más pálido y últimamente con los tés sentía que su vientre se derretía, incluso comenzó a vomitar sangre de color negro.

Su madre lo atendía pero no parecía importarle mucho, solo era comidas y tes, hasta que el día de la boda y la coronación de Wei WuXian Jiang Cheng respiraba pero dejó de abrir los ojos y Madan Yu simplemente puso un candado en aquella celda.

La protección de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora