La princesa de Hogwarts Sol y Luna: Sol y desierto

Líos en el Ministerio

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Soundtrack: Beethoven: Symphony No. 9 In D Minor, Op. 125 - "Choral" - 2. Molto vivace · Berliner Philharmoniker · Herbert von Karajan · Ludwig van Beethoven. Todos los derechos reservados.

-¿Hay alguna razón por la cual soliciten mi presencia?- preguntó Christopher Willis a un elfo doméstico mientras caminaba por los pasillos, el elfo solo negó rotundo y dijo:

-Son órdenes de su padre...Magnus Willis-

-Entiendo. Será mejor que apriete el paso, gracias amigo- a lo que el elfo lo despidió con una inclinación de cabeza para luego desaparecer.

Christopher siguió caminando hasta llegar al Salón de Transformaciones de Phoenix, al abrir la puerta de los aposentos pudo constatar que su padre Magnus Willis, un mago venerable y anciano, de espaldas anchas y fisonomía ruda, vestido con una túnica verde esmeralda, pero con una gran sabiduría solo comparable a la de Albus Dumbledore se encontraba de espaldas al lugar como si esperara que Christopher entrara en los aposentos para comunicarle algo.

-Otra vez has rehuido de tus responsabilidades Christopher...si me llego a enterar que has vuelto a crear un lío en algún zoco con tu magia bromista...no sé que voy a hacer contigo...¡¿Cuándo vas a madurar?!-

-Déjalo padre, solo quería divertirme un poco- se empezó a explicar el aludido, pero fue interrumpido con brusquedad.

-¿¡Divertirte!? ¡Por amor al Creador! ¡Tú eres el director de Phoenix, Christopher! ¡¿Alguna vez te has parado a pensar que clase de ejemplo les estás dando a tus alumnos?! ¡¿Que demonios tienes en la cabeza?! A veces me preguntó que hice mal para haberte educado así...yo y tu madre lo dimos todo para que te formaras con rectitud y decencia...¿¡Y así nos pagas tantas noches de desvelo y trabajo para que tú te vayas a divertir a los zocos como un muchacho inconsciente?!-

-¡Basta padre! ¡No lo entiendes...nadie en verdad! Nunca he querido ser director de una escuela de magia y al mismo tiempo líder de un imperio que se tambalea, yo soñaba con viajar y vivir aventuras como un rompe-maldiciones padre, no estar en un escritorio llenando papeles todo el día y organizando conferencias con los maestros a cada rato. Además- y dio un largo suspiro- sabes tan bien como cada habitante del imperio que estoy de luto por mis dos aprendices...hace días, meses y años que lo estoy padre, nada me motiva ya...tan solo quiero dejar de vivir esta anodina existencia que me encadena a tanto dolor y sufrimiento-

-¿Crees que no lo sé, hijo mío?- y zarandeó a Christopher- ¿Crees que no percibo tu dolor? Yo también lo siento y tu madre y Ramses también...pero no por ello han descuidado sus obligaciones y se han hecho fuertes, con una buena carrera y un futuro prometedor...pero tú sigues revolcándote en el dolor y poniéndolo de excusa para no hacer nada más que perder el tiempo y lamentando el pasado. ¡Por favor hijo mío reacciona ya! ¡A David Daniels y a Aida no les hubiera gustado verte así, a ellos les hubiera gustado verte rehacer tu vida aunque no estuviesen a tu lado! ¡Ellos no se sacrificaron para que tú sigas con una vida desordenada Christopher!-

Justo en esos momentos de tensión apareció el mismo elfo doméstico que había escoltado a Christopher quien contemplo todo apenado.

-Perdone mi señor Magnus. Lo están esperando junto con el señorito Willis, el juicio ya va a comenzar, debe darse prisa, comenzarán dentro de 5 minutos-

Magnus y Christopher se miraron entre sí como si en una mirada quisieran decirse todos los reclamos pero también todas las palabras de consuelo hasta que el primero rompió el silencio:

-Dile al consejo que vamos enseguida Harold.- a lo que el elfo agradecido desapareció-Vamos hijo mío, entre más pronto empiece, más pronto terminará esta pesadilla. Sabes que no tenemos opción, es nuestro deber hacerlo-