Diálogo

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Durante estos días de Noviembre de 1942, Ana escribe sobre el Señor Dussel, pero evidentemente esa parte de su diario cambia pues yo ocupo el lugar de Dussel. Por demás de eso, continúo aprendiendo sobre cómo vivir en este lugar, no puedo imaginar que pasaré los próximos 16 meses aquí.

Entre mis cosas encontré un libro en blanco, no sabía que lo tenía. Para matar el aburrimiento decidí escribir alguna historia, al no disponer de nada para escribir tuve que pedirle a Ana que me prestara un lápiz, ella accedió sin problemas. El asunto de ésto es que al igual que en el relato original, Ana y Dussel discuten sobre la privacidad y el dominio de la habitación para redactar sus notas. Yo analicé mi situación, el problema entre Dussel y Ana era la edad y su mala convivencia, cosa que entre ella y yo no existía. por lo tanto, suponiendo que teniéndome como un igual no se quejaría de mi presencia en la misma habitación, siempre y cuando no espíe su narración. Pero había otro problema, en la habitación sólo había una mesita, sin remedio tuve que ser modesto y usar mi bolso, una almohada y unos libros, sentarme como un indio en la cama y armarme una plataforma con esos objetos. Funcionó y ella me daba la espalda,por lo tanto existía total privacidad, yo no tenía visión hacia su diario y ella no lo tenía hacia lo mío. Ambos teníamos la seguridad de que uno no espiaría las palabras escritas del otro.
Es curioso que aunque no pudiera ver lo que escribía sabía perfectamente lo que decía.
Disculpa Ana, te molesta mi presencia, es decir estas escribiendo y no quiero interrumpirte-le pregunté por las dudas.

No hay ningún problema, ¿A ti te molesta mi presencia?-al parecer no le incomodaba mi estar.

En absoluto, no te preocupes-le contesté con una sonrisa.

Nos la pasamos toda la siesta escribiendo, puesto que los mayores duermen, nosotros aprovechamos el silencio.

Una tarde como de costumbre, se me dio por entablar conversación con Ana, ella escribía en su diario y yo sólo estaba sentado en mi cama viendo la ventana con cortinas. Cuando noté que ella había terminado comencé la charla.

Vaya, al parecer tienes talento para la escritura-le dije cordialmente y en forma de cumplido.
Gracias -me respondió sonriendo  y continuó-porqué lo dices, acaso leías mi diario mientras no me daba cuenta.

No no! Es que desde que comenzaste no vi ninguna tachada o rayón, tampoco te detuviste, es como si ya supieras de memoria lo que escribirías-le daba mi observación.

Bueno pues, mi sueño es ser escritora-me confiesa.

Pues te aconsejo que lo sigas, con tan solo 13 años escribes bastante bien, imagínate a los 18 cuando salgas del colegio, Alumna Prodigio Ana M. Frank-le contaba y respondió con una risa.

No creo que sea tan así, pero soñar no cuesta nada-me decía con una sonrisa cálida- y tú qué tanto escribes en tus páginas.

Yo intento inventar una historia, para matar el tiempo-le dije.

Sobre qué se trata-me interrogó, yo no sabía cómo explicarle sin usar términos modernos que ella desconocía así que tuve que improvisar.

Bueno, es en esta misma época, durante esta guerra un grupo de soldados hallan archivos secretos en un puesto enemigo, al desarrollarse la historia descubren que existen varias Fraternidades ultra secretas que pelean desde hace millones de años por la dominación del mundo y para ello deben hallar las 7 reliquias perdidas cuyo origen se desconoce-intentaba más o menos darle mi visión y ella solo expresó una cara de duda y como diciendo "QUE?".

Wow tu historia sí que es imaginativa, tiene título-me pregunta.

Todavía no, pero cuando la terminé pensare en uno-le dije sonriéndole-y tú que tanto escribes, una historia, una reflexión, tus pensamientos...-le buscaba confesarme algo.

Buen intento, pero lo que escribo en mi diario es solo cosa mía-me dijo.

Oye tranquila, solo es curiosidad, ya que viviremos bajo el mismo techo por tiempo indefinido, que tal si nos conocemos mejor-quería mantener el vinculo y en lo posible, aumentarlo.

Está bien, te hablaré sobre mí, pero nada sobre mi diario ¿Okay?-me dio como referencia y yo tuve que acatarla al pie de la letra.

Por supuesto, después de todo conoces mi corta historia-le intentaba dar espacio y un poco de control.

Como tal vez ya sepas, nosotros éramos alemanes que emigramos a Holanda para salvarnos de los nazis, a mí me fascina esta cultura, su realeza y su gente-me comenzó a contar y yo le daba un pequeño comentario para entretenerla, para demostrarle que la escucho, que puede ser totalmente abierta a mí.

Porqué dijiste "éramos"-le pregunté.

Porque una ley de Hitler dicta que todos los judíos nacidos en Alemania no se consideran alemanes, es decir que no tengo nacionalidad, pero cuando todo ésto acabe me nacionalizare Holandesa-me decía su aspiración.

Y cuándo crees que acabe la guerra-continué.

Supongo que para Agosto del año que viene, soy optimista, quizás no estemos al día con el frente, pero los ingleses pelean duramente contra los Afrika Korps en África y en cuanto ganen allá, vendrán aquí-hablaba con mucho ánimo, pero con una pizca de incertidumbre, de miedo, como si temiera que sus ilusiones fueran sólo eso, ilusiones, y la realidad termine siendo drásticamente diferente. Pobre, si supiera que falta tanto para que ésto finalice.

Para mí, esta guerra acabara en 1945-le dije a modo de predicción.

Ay no! Ojalá te equivoques y tarde menos en terminar-suplicaba ella.

Es que... Es una cuestión de estrategia y política, piénsalo por un momento, supongamos que eres Hitler, tienes casi toda Europa bajo tu mando, solo te queda Inglaterra en el Oeste y Rusia en el Este, tu amigo Mussolini combate en África y tu amigo Tojo pelea en el Pacífico, Hitler está ahora en Stalingrado, pero esta ofensiva demora demasiado, el frío ruso es conocido por su grado de fatalidad, pregúntale a Napoleón, mientras que en África los italianos comienzan a caer, Hitler sólo puede mantener sus fuerzas en Rusia, si Inglaterra arma una ofensiva en el oeste, el Fuhrer pelearé en prácticamente 3 frentes, Al Oeste con Inglaterra, al Este con Rusia y al Sur ayudando a Italia-intentaba iluminarle la mente.

Y por qué los ingleses tardan tanto en invadir-me preguntó ella, una pregunta lógica.

Eso se debe a que los británicos saben que un desembarco masivo puede resultar realmente mal, un ejemplo fue Gallipoli, también ten en cuenta que Hitler está defendido hasta los dientes en Francia, una invasión requiere tiempo para planearse y los aliados tienen una oportunidad, si la desperdician esta guerra es de Hitler-continuaba mi clase de historia.

Y de dónde sabes todo eso-me volvió a preguntar con una cara de sorpresa, en ese momento no sabía que contestar y debía responder rápido.

Durante el tiempo que vagaba por la ciudad me enteraba de cosas, en el mercado negro se habla mucho sobre ésto y un poco de lógica militar e historia reputan mi visión de la guerra, soy un fanático de la historia-intenté zafar de su interrogativa.

Vaya, eres demasiado listo como para tener apenas 18 años- me lanzó como cumplido. Solté un suspiro de alivio.

Gracias y tu eres demasiado madura como para tener apenas 13 años-le seguí la corriente. Ella contestó con una sonrisa.

Luego de un rato largo hablando sobre distintos temas tocó la hora de cenar.

Rescatando a Ana FrankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora