Capitulo 5

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En estos momentos Alondra podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigos, esperando entrar al cine.

Los días anteriores los tres chicos, especialmente ella y Jetziel, habían sido atormentados por los chicos del instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez pero esos chicos eran muy resentidos, demasiado.

La mayor parte de sus recesos terminaban en el baño o comiendo detrás del edificio.

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigos, ya que Alondra no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de ojos chocolate. Especialmente esta semana tuvo una actitud muy irritante.

En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda. Ella se convencía a si misma que el cambio de actitud en Rai era simplemente porque quería ganar más popularidad. Debido a que era imposible  que fuera por ella, y más porque no había hecho nada que enfadara a la pelirroja.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigos. Suspiraron los tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas de acción.

Era el amor platónico de Jetziel. A Alondra le parecía atractivo pero realmente su amor literario era y siempre sería Percy Jackson.

Si ese chico fuese real, hace años que lo hubiera despojado. Tomando en cuenta que era tan sólo una niña de catorce años aunque dentro de un mes, después de acabar las clases, cumplirá los quince.

Todo se fue al garete, al salir de la sala de cine.

-Chicos ¿Quieren ir al baño?-preguntó  Lucía, sorbiendo el refresco por la pajilla.

-No, y ¿Tú?-le preguntó Alondra, divertida al ver a su amiga asentir frenéticamente. Pues claro, si te tomaste los tres vasos.

-Las palomitas me dejaron sedienta-dijo botando el pote en una papelera, después comenzó a tambalearse sobre sus talones mientras les decía- "Ya vuelvo, iré a depositar".

Eso logró que Jetziel hiciera una mueca y riera seguidamente.

Alondra estiró los brazos y en verdad tenía frío, a pesar de que llevaba una chaqueta encima, la rubia sonrió al escuchar lo que dijo Lucía. Ella y sus comentarios eran peor que la propia Alondra. Se podría decir que Jetziel era el más inocente del grupo, aunque el a veces no se quedaba atrás.

-Oh, mierda-murmuró Jetziel mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas las veces en que las que su amigo maldecía-Son ellos-le susurró a Alondra acercándose, observaba hacia un punto frente a ellos.

La rubia intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allí estaba el pequeño grupito del colegio.

Obviamente reconoció a Rai de primera «Claro lo primero que pensó era que estaba hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza»

Después logró ver a Austin «uno de los chicos que los fastidiaban en el colegio», a Brad «otro» y obviamente a Ally y a Alex.

Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amigo, pero no pudo evitar sentir miedo. Sólo esperaba que ellos aún no los hubieran visto.

-Descuida, Jetz. Ellos... -no pudo terminar de hablar ya que su amigo no la escuchaba.

Sus ojos café estaban clavados en el pelinegro, que en estos momentos se reía por algo que había comentado Ally. Jetziel parecía realmente hipnotizado mirándolo, y Alondra tuvo que sacudirlo por el hombro para que volviera su atención a ella.

-¿Estás bien?-alzó una ceja y Jetziel negó con la cabeza.

-No quiero que nos vean-dijo en un tono bajito.

-Descuida, ellos no nos... -se calló, al ver cómo los ojos de Rai se posaban en ella por accidente.

La miró sorprendida, como si en verdad no hubiera esperado encontrarla allí, en el cine.

Al menos Alondra podía estar segura de que ellos no los seguían para fastidiarlos fuera de clases. Sin poder evitarlo comenzó a sentir cosquillas en su estómago y quiso golpearse mentalmente.

Sólo estaba nerviosa porque le hicieran algo a Jetziel, debía ser eso. No podría haber hecho otra cosa que explicara su nerviosismo.

Cuando Alex los observó, al igual que agua caliente, Jetziel se apartó de Alondra y comenzó a jugar con sus manos.

La sonrisa de Alex se hizo más pronunciada al ver al castaño, le comentó algo a los chicos y estos al verlos, comenzaron a reír entre ellos. Alondra sintió sus piernas temblar, percatándose que caminaban hacia ellos. Debía de hacer algo, había sido un día increíble y ahora se iba a arruinar. Rai, mientras caminaba hablando con Ally, y observaba fijamente a Alondra con una sonrisa coqueta.

La pelirroja era muy linda. Llevaba un vestido corto color negro junto con una chaqueta corta de jean y observaba a Alondra cómo si se tratara de un pequeño animalito acorralado.

-¡Alondra, amiga mía!-dijo una voz masculina a sus espaldas mientras un brazo se posaba en sus hombros. Era un chico muy guapo de cabello rubio y ojos grises, llevaba una camisa blanca y observaba con diversión.

-¡Jetziel!-otra chica, con el cabello rojo y los ojos de un similar color gris al chico, diferenciados por las tonalidades verdes que las orbes de la chica poseía, abrazo a Jetziel.

Los dos aludidos estaban sorprendidos que no hicieron nada. El grupito se detuvo, al ver a los dos chicos desconocidos que estaban junto al par. Austin murmuró algo y Alex observó a Jetziel.

Volvió a hablar, observando a la chica que se colgaba de ella mientras Rai y los demás escuchaban. Casi de inmediato apareció Lucía, sonriendo.

-¡Oh, chicos! Veo que ya conocieron a mis amigos-dijo alegremente mientras observaba al grupo con intención.

-Es un gusto, me llamo Nora-se presentó la chica, acercándose a Alondra y dándole un beso en la mejilla.

Rai hizo una mueca similar a la reacción que tendría alguien de haber chupado un limón.

-Yo soy Troy-se presentó el muchacho atractivo, llegando a donde Jetziel y plantando un suave beso en la mejilla.

Alex hablaba con los labios apretados. Al final, el grupo se dio vuelta y se fueron. Los dos chicos suspiraron y observaron a los hermanos cómo si fueran ángeles del cielo.

-Gracias, muchas gracias-Jetziel se lanzó a abrazar a Nora, así de adorable era el castaño y la chica lo recibió con gusto.

-Nos han salvado de una buena-dijo Alondra y le dio una mirada significativa a Troy, esté le sonrió encogiéndose de hombros.

-Mi buena amiga, Lucía nos dijo que necesitaban ayuda y eso hemos hecho. No hay que agradecer.

-Gracias a Dios que me los encontré. Se supone que los iba a ver mañana pero, miren la sorpresa-dijo abrazando a sus dos amigos de la infancia y luego fue hasta sus amigos, rodeando la cintura de cada uno con su brazo-. Gracias por salvar a mis chicos, no hubiera podido yo sola con esos idiotas.

-Parecían unos nenes, aunque el chico pelinegro no estaba mal-dijo Nora con una sonrisa pícara y su hermano río.

-Eres imposible-dijo y los otros estuvieron de acuerdo.

Fueron hasta una pizzería, para la satisfacción de Alondra, y duraron una hora hablando y riendo entre ellos. Eran amigos de Lucia desde hace años y llevaban un tiempo que no se veían. El próximo año iban a entrar al instituto de ellos y habían llegados hasta la ciudad para pasar las vacaciones.

Alondra estaba feliz por tener a otros dos amigos en el instituto. Así sería más fácil pero, también esperaba a que fueran vacaciones.

Quería divertirse al máximo y al ver que sus amigos la invitaban a pasar los días que quisiera en su casa, la hicieron más feliz.

Sinceramente los dos hermanos eran agradables y muy graciosos. Sólo esperaba que el lunes el grupito no fuera a hacer algo malévolo, más de lo normal, hacia ellos por lo sucedido hoy.

Teóricamente ellos no habían hecho nada, así que no podían, pero conociendolos algo iba a suceder.

Rivales | RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora