“Conviertes las mil maneras que existen de huir en mil maneras de quedarse, contigo. Y dormir a tu lado se convierte, entonces, en poesía”.- Elvira Sastre
_________________________________________________________Lucía Montemayor
Ahora estoy caminando el pueblo de San Pedro Alcántara, mientras entrelazo la mano de mi esposa y voy comentándole un par de cosas sobre este lugar, se ríe y finjo sentirme ofendida pero se me pasa con sus besos.
Un par de horas después volvemos a la casa y grito de la emoción al ver a mis colegas y sus familias, abrazo con fuerza a Bruno y me dice que es feliz de pasar mi cumpleaños con nosotros y yo asiento rápidamente, la verdad si me comienza a gustar este viaje.
-Suegra – me llaman y me giro para ver a Anna –
- Dime cariño – digo y sonríe, benditos hoyuelos –
- Pregunta Alberto que ¿si va a comer? – pregunta y asiento –
- ¡Claro, yo feliz! – chillo y Bruno se ríe – ¿Ella viene? – pregunto mientras me giro y Bruno alza los hombros –
- Hasta lo que yo sé, no – responde y asiento –Sofía me llama y me disculpo con el pelirrojo, me lanza un beso y voy hasta mi ahora pelinegra, sonrío y vuelvo a decirle que no me adapto a su cabello negro, se ríe y me abraza. Arrastra a Daniel, también a Antonieta y salimos de casa, caminamos hasta la orilla de la playa y nos sentamos los cuatro.
-Gracias por venir – susurro y me abrazan –
- ¿Estáis feliz? – pregunta Daniel y resoplo mientras veo las olas chocar con las rocas –
- Están aquí conmigo, esta mi esposa, esta mi hijo, soy muy feliz – susurro y pienso en mis padres – ¿Vienen mis padres? – pregunto y miro a mis colegas –
- Hasta lo que yo sé, si vienen más tarde – responde Daniel y asiento –
- Estaré completa cuando lleguen – digo y Anto me abraza –
- Amo estas sorpresas – chilla Sofía y me rio –Nos quedamos en silencio y soy tan feliz con mis colegas a mi lado mientras vemos el infinito océano, sonrío y apoyo mi cabeza en el hombro de Sofía mientras entrelazo mi mano con la de Antonieta y Daniel esta al lado de la pequeña Sofía, suspiro y cierro los ojos.
-¿Y ella? – pregunto suavemente y los tres se mantienen en silencio –
- No sabemos – susurra Daniel y asiento lentamente –Entendería si ella no viene, he estado evitándola por tantos días, he estado escapando porque besarla me desbarató la vida y es que no quiero aceptar que sigo amándola, no de la manera de traicionar a mi esposa, Brenda es demasiado preciosa y no lo merece pero tener a Paula cerca me cuesta tanto, no sé como evitarla cuando estamos en el mismo lugar, y menos evitar los celos que me provoca que se le acerque alguien más, me detesto por ser tan egoísta en estos momentos.
Suspiro pesadamente y volvemos al silencio. Un rato después Juan Luis llama a Sofía y Rodrigo a Daniel porque Rocco y Juan Daniel necesitan de sus madres, nos reímos y los cuatro nos ponemos de pie, nos damos la vuelta y viene corriendo Valeria, la cargo y Antonieta se queja, le saco la lengua a mi colega y caminamos hasta entrar a la casa.
Un rato después, Alberto avisa que el almuerzo está listo, comenzamos a arreglar la mesa del comedor y estoy agradecida que es muy grande y entra tanta gente, entre risas vamos arreglando todo hasta que escucho su voz y me paralizo, alzo la cara y Antonieta sonríe de lado, me volteo y esta con Rocío a su lado.
-Traje vino y espero que podamos entrar en esa mesa – comenta Paula y Brenda se acerca para saludarla –
- Son bienvenidas – dice mi esposa y me tenso –
- Hola Lucía – me saluda Rocío y asiento –
- Hola Rocío – saludo a la rubia – Hola Paula – ahora a la pelirroja quien asiente –
- Llegaste a buena hora mamá – dice Anna y me giro –
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I believe in your love II
Любовные романыEl más grande veneno venía en potesito de miel; su amor era esa miel. La vida de Lucía siguió su rumbo y también la de Paula, cada una rehízo su mundo y también tuvieron su familia, pero lo que no se imaginaron nunca es que el mundo da vueltas y la...