Ciudad de México, México.
Lucía Montemayor
Me quedo anonadada de lo hermoso que es el aeropuerto y Paula toma mi mano para ir por nuestras maletas, en un momento detiene a un chaval y este nos guía hasta donde podemos buscar nuestras maletas, agradecemos y al llegar Paula se hace cargo de todo.
Un rato después estamos caminando hasta la salida del aeropuerto, al salir cierro los ojos unos segundos mientras el sol me pega a la cara, busco en mi cartera unas gafas de sol y al encontrarlas me las pongo, volteo a ver a mi esposa y también hace lo mismo, le dejo un beso en la mejilla y nos acercamos a la acera para esperar un taxi.
Unos minutos después se detiene uno frente a nosotras y Paula le da el nombre del hotel, el señor asiente y subimos las maletas, luego nos subimos ambas y el señor comienza a manejar mientras tanto puedo admirar el camino, nunca había venido para acá y hacerlo con mi esposa me encanta, en cambio Paula me cuenta algunas anécdotas de una vez que vino con su familia y me rio.
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Madrid, España
Anna Valencia
-¿Ya llegaron mis suegras? – pregunta mi novio y me rio – ¿Qué? – pregunta y niego –
- Me avisó mamá de que sí – respondo y Juan pasa su brazo por mis hombros –
- Ya que saliste de prácticas ¿Vamos a casa? – pregunta y niego –
- Viene mi tío por mí – respondo y asiente –
- Vamos te acompaño hasta que llegue – dice y asiento mientras entrelazo nuestras manos –Yo seguía con mis clases mientras mamá esta de luna de miel, pero expresó que mientras ella no esté yo me quedo en casa de mi tío Bruno, la verdad no me negué porque tampoco me gusta la idea de que mi nana y yo nos quedemos solas en casa, en cuanto a ni nana aceptó a regañadientes también quedarse en casa de mi tío.
Estoy hablando con mi novio mientras esperamos a mi tío Bruno, me rio de todo lo que pasó en la boda pero la parte que me encantó fueron los discursos, con todos lloré más que el otro y creo que son de los momentos que jamás voy a olvidar, cuando alzo la cara se baja del coche de mi tío Alberto, miro a Juan y él solo me sonríe mientras voltea a verme.
-¿Te llamo más tarde? – pregunta y asiento –
- ¿Te vienen a buscar? – pregunto pero en ese momento suena el claxon de un coche, cuando giramos es mi suegra – avísame cuando lleguéis – digo y le doy un suave beso –
- Te quiero – susurra cuando nos alejamos y sonrío –
- Te quiero bonito – susurro y me pongo de pie mientras arreglo mi bolso en el hombro –Me despido con la mano de mi suegra y vuelve a sonar el claxon, me acerco al coche de mi tío y Alberto me abre la puerta de atrás, agradezco y me subo, saludo a mi tío y se sube Alberto, mi tío Bruno enciende el coche y Alberto la radio, va sonando una canción de Romeo y resoplo, mi tío desde anoche que volvimos a la ciudad no ha quitado el disco de Romeo, así que me echo para atrás y me permito admirar el camino a casa mientras escucho a Alberto y al tío Bruno hablando.
Después de un rato llegamos a casa y soy la primera en bajarse, camino hasta la entrada y toco el timbre, abren la puerta y sonrío al ver a Paule, la abrazo y entro a casa, saludo a mi tía y también a Nick, me acerco a la sala y saludo a Brenda y a su novia, nos sentamos a hablar y mi nana avisa que me calentó el almuerzo, me disculpo y la sigo hasta la cocina, va a servirme y me adelanto a hacerlo yo, haciendo que se ría y le lanzo un beso.
-Te he visto distante del niño Alberto – comenta mi nana y asiento –
- Respeto a mi novio – respondo mientras me acerco al mesón y dejo mi plato para ir por un tenedor y cuchillo –
- Me parece muy bien hija – dice y asiento –
- Es mejor así – digo y la miro unos segundos –
- Igual ya se va – aclara y asiento mientras me siento frente a ella –
- Cada quien tiene que seguir su vida – respondo segura y comienzo a almorzar –
- Buen provecho hija – dice mi nana y sonrío mientras termino de comer un bocado –
- Gracias nana – le guiño un ojo y sigo comiendo –
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I believe in your love II
RomansaEl más grande veneno venía en potesito de miel; su amor era esa miel. La vida de Lucía siguió su rumbo y también la de Paula, cada una rehízo su mundo y también tuvieron su familia, pero lo que no se imaginaron nunca es que el mundo da vueltas y la...