I believe in your love II

46.

“Eres el mejor regalo que hemos podido recibir. Esperamos ansiosos tu llegada al mundo para transitar juntos un nuevo camino.”
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Paula Valenzuela

Un año después…
24 de diciembre de 2033

-¿Listas? – pregunto saliendo de la cocina con mi nana –
- Ya, lista – responde mi hija y la abrazo –
- Falta mi esposa – digo sonriendo – Lucía – la llamo nuevamente –
- ¡Voy! – grita y me rio –
- ¿Viene Juan? – pregunto y Anna niega –
- Su familia materna y paterna vienen este año – responde y asiento –

Un año. Eso ha pasado desde que Ana María volvió a mi vida, que su hijo y mi hija están juntos, desde que me casé y soy la mujer más feliz del planeta y que nuestras familias han estado más unidas que nunca.

-¿La tía Carolina y la tía Sofía llegaron? – pregunta Anna y asiento –
- Anoche – respondo y asiente –

Mi tía Carolina hace cinco meses se fue a las Vegas con Sofía y llegaron casadas, queríamos matarlas pero nada, ya estaba hecho y terminamos haciendo una fiesta por todo lo alto, con los meses Juan Daniel ya no estaba reacio a mi tía y sin darnos cuenta y con la intensidad de los De Sousa, la castaña se terminó ganando al hijo de su ahora esposa.

En cuanto a Sofía, hace una semana viajó con mi tía a Francia y logró tener contacto más cercano con Alina, es lo único que sé, más me siento muy tranquila de que ambas ahora estén juntas y sean muy felices, realmente se lo merecen, todos merecemos estar con la persona que amamos y que nos aman.

-¡Lista! – avisa mi esposa y cuando alzo la mirada me quedo paralizada –
- Estáis hermosa – susurro embelesada –
- Gracias, tú más – responde y sonriendo se acerca para besarme –
- ¡Vamos! – chilla Anna –

Caminamos hasta la salida y Anna abre la puerta para salir con nuestra nana, sale mi esposa y apago las luces, cierro la puerta con llaves y arreglo mi abrigo para finalmente agarrar la mano de mi rubia, bajamos las escaleras y nos acercamos las cuatro a mi coche, le bajo el seguro y nos subimos.

-Antonieta no deja de llamarme – comenta Lucía y nos reímos –
- Tú sabéis como es ella – respondo y asiente –
- Pongan música – chilla Anna y me rio –

Lucía enciende la radio y va sonando una canción de David Bisbal, le pido que la deje y comienzo a cantarla después de identificarla, salgo de casa y tomo camino hasta la casa de mi madre, en el camino agarro la mano de mi esposa mientras le canto y se ríe para luego dejarme besos en la mejilla, esta es la vida que siempre quise y que ahora que la tengo, me siento tan agradecida.

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-¡Tía! – grito mientras me acerco a mi tía Carolina –
- Joder, pero que bellas están – chilla y me rio –
- Zalamera, nos viste antes de irte a Francia – respondo y nos reímos –
- Lo sentí eterno – se queja y niego –
- Hola sobrina – dice Sofía y me quedo boquiabierta –
- Me rehusó – chillo y nos reímos –
- ¿Qué? – pregunta Lucía mientras se acerca –
- Me llamó sobrina – respondo y la rubia me abraza –
- Es tu tía ahora – dice y niego mientras me cruzo de brazos –
- ¿Imaginan una hija de ellas dos? Si sale a Paula, lo lamento por ti Lucía – dice mi tía y me siento ofendida –

Lucía carraspea y niega, la verdad me ilusiona que en algún momento podamos ser madres, por eso cuando llegamos de la luna de miel decidimos congelar nuestros óvulos, desde entonces pocas veces tocamos el tema pero cuando lo hacemos, creemos que sería muy bonito, más Lucía no quiere todavía y la respeto.