I believe in your love II

1.

“Los días siguen, y vivo en la extraña sensación de que son ellos quienes me viven, y yo soy el tiempo que ellos recorren.- Mario de Sá-Carneiro”
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Paula Valenzuela

15 años después…
Junio, 2031
Madrid, España

Llamada
-Que sí tía, yo te aviso – digo burlona –
- Bueno, espero tu llamada – responde y me rio para despedirnos y colgar –
Finalizada Llamada

Todavía no puedo creer que estoy de regreso, que hace menos de ocho meses que estoy en casa, desde que me casé con Gabriel habíamos tomado la decisión de irnos a Alemania, allí tuvimos a nuestra hija, mi pequeña Anna, ella es mi vida entera y la única razón por la que sigo con Gabriel, ya que después de la muerte de papá al menos a mí me dejó de importar la fusión de las empresas Valencia – Valenzuela, que debo admitir es un éxito.

Suspiro pesadamente, tantas cosas han pasado en estos quince años, soy madre y una periodista muy reconocida en Alemania, mi hermano vive en Canadá, bueno eso fue así hasta hace poco cuando las empresas Valenzuela, las heredó y me pareció justo, ahora se tuvo que regresar a España y yo soy la más feliz.

De mi tía Carolina, se casó en Francia y fue una ceremonia muy hermosa, su esposa es una mujer muy guapa, se llama Angeline Borbon y llevan como diez años juntas, tienen una hija adoptada que se llama Alina, cuando la adoptaron era una niña ya de 3 años y actualmente es muy unida a mi hija.

Mientras que los gemelos Nick y Paule, son mis consentidos y no cambiaría a mis sobrinos por nada en el mundo, ambos tienen 10 años y casi siempre Bruno me los trae a casa, también son los consentidos de la abuela pero más Anna mi pequeña, ella todo lo que le pida a María Eugenia se lo da sin pensarlo dos veces, así pasaba con mi papá pero bueno.

Papá, mi regreso en parte fue por él, una noche llamó mamá avisando que papá estaba agonizando y lo único que le pedí a Gabriel fue volver y heme aquí, en Madrid. Ahora papá tiene seis meses de fallecido y mamá apenas va en su fase de aceptación, razón por la que mi tía Carolina ha vuelto y lo agradezco, ahora Alina estudia en el mismo colegio que mi pequeña y Anna la ayuda mucho en la fase de adaptación, claro está que Anna también sigue en esa fase ya que todavía le cuesta desprenderse de Alemania.

De mis colegas, Mauro y Martina están casados y tienen una hija, Lina y es idéntica a su padre, pero eso no lo digo delante de él porque se vuelve muy fanfarrón, algo que me tocó aprender a las malas y eso que Martina me había advertido pero no le hice caso, Lina tiene 12 años y lamentablemente no está en el mismo colegio que mi hija y mi prima, ella sí está en otro colegio más cerca de su casa.

Y en cuanto a Carlos, es divorciado y le ha sido difícil porque su ex un día decidió irse y dejarle a Tobías, actualmente Tobías tiene 9 años, es idéntico a su madre y Carlos lo ama con su vida y lo protege como a nadie, Carlos se desvive por ver a su hijo bien y trabaja por ello, es un gran papá y me dice que es feliz, yo le creo, a pesar de todo lo que ha vivido.

Quince años, eso ha pasado desde la última vez que la vi y hasta ahora prefiero no saber que ha sido de ella, me dolería saber que hizo su vida, no estoy preparada para ello, suspiro pesadamente y me miro en el espejo, escucho la voz de mi hija y sonrío de lado, me levanto del tocador y agarro mi móvil, camino hasta la puerta y abro para salir de mi habitación.

Camino el pasillo y me acerco a las escaleras, sube mi nana y le guiño un ojo, bajo las escaleras y veo a mi hija con un chaval como de 15 años a su lado, es castaño que sonríe amablemente, sonrío de lado y miro a Anna, me acerco y le dejo un beso en la sien después de abrazarla.