The Fan {One piece}

4. Dudar

◕⇅❍↻↹✯↹↺❍⇅◕

Lucci a veces se cuestiona si de verdad la vida o el destino lo tienen en la mira como una de sus personas menos favoritas.

Porque no sabe la razón de que la mayoría de su círculo social sea tan estúpido.

Kalifa era la excepción. Stussy también.

Iceberg era inteligente también y disfrutaba gastar su tiempo en conversaciones hacerca de economía, política y sociología con el hombre. Pero ahora su amistad ya no existía.

Y Paulie... Bueno, ni para qué mencionar a su ex pareja.

El punto es que justo ahora, Rob Lucci de pregunta que hizo para merecer un montón de amigos medio imbéciles que no hacen más que molestarlo cada vez que puedes.

—Vamos, Lucci, no seas aguafiestas y dime cuál es tu tipo de chico —exclamó Jabrá a su lado.

—Si lo sigues molestando te va a golpear —advirtió Kaku.

—Y no lo vamos a detener —le siguió Blueno.

Tal vez esos dos no eran tan estúpidos. Pero aún así Lucci no tenía un especial interés en pasar más tiempo con el CP9 a no ser que fuera por estrictos motivos urgentes.

Aunque necesitaba más de un trago para relajarse, hace un día había tenido otra fuerte discusión con Paulie y necesitaba despejarse un poco. Pasar por un par de cervezas con el equipo tal vez no habría sido tan malo.

«¡El gran Rob Lucci! ¡No puedes mantener a nadie a tu lado que te ame lo suficiente como para soportar tu mierda.»

«¡Quieres controlar todo, incluso lo que las personas sienten por ti! ¡Pero adivina qué! ¡No puedes! ¡Y por eso siempre estás solo!.»

«No importa cuántos rubios vacíos emocionalmente encuentres. Ninguno de ellos se quedará junto a ti.»

Sí, Paulie lo sabía bien. Él mismo lo era.

Rob Lucci tenía un peculiar gusto por los jóvenes de rostro atractivo y con cabellera rubia. Para él eran delicados y gloriosos al mismo tiempo.

No comparaba ninguna de sus antiguas parejas. Simplemente era un pequeño gusto. Cada uno de sus romances fue diferente.

Excepto por dos cosas: eran todos rubios y ninguno se quedaba a su lado.

Justo como Paulie le había gritado aquella tarde.

Se detesto por un momento, durante algunas semanas de verdad considero que Paulie podría ser su compañero de vida, y aún así...

Lucci lo había jodido, sin reconocer la culpa. Como siempre.

—Yo creo que le gustan rubios, siempre lo veo salir con rubios —medito Jabra, tomando su baso de un solo trago, exhaló ante el leve ardor en su garganta y sonrió—. Yo sé dónde puedes encontrar un rubio de esos lindos como te gustan, Lucci.

El pelinegro estaba frunciendo en celo cada vez más. Al mismo tiempo que volvía puños sus manos.

—Ninguno te va cargar si él te noquea —argumentó Kaku, sintiendo palpable la irá de Lucci y la estupidez de Jabra.