The Fan {One piece}

5. Retribución

◕⇅❍↻↹✯↹↺❍⇅◕

Sabo reviso el paquete de hojas en sus manos.

Se levantó de su asiento en dirección a la oficina de su jefe. Estaba, francamente agotado y estresado.

Su pequeño proyecto secreto con SugarFan se fue al carajo cuando le llegó la notificación y revisó con cuidado el hecho de que el dinero acumulado con sus fotos privadas de su perfil y los suscriptores de su perfil sería depositado hasta final de mes por ser nuevo en la app. Después le llegaría un pago quincenal.

Así que se vio en la situación de abrir comisiones. Esperaba que no le escribiera un pervertido que le pidiera cosas extrañas. Sabo no quería llegar a eso. Sólo necesitaba dinero.

Mierda, sólo quería dinero para no preocupar a Ace. Quería ayudar a su hermano mayor.

Y Garp... hace tiempo que no lo veía porque ni siquiera tenía tiempo ni dinero suficiente para un boleto de tren y hospedaje, además de comidas.

Abrió la puerta sin esperar la respuesta de su jefe. Había aprendido que al señor Lucci realmente no le importaban mucho esos detalles.

Sólo evitaba llamarle cuando estaba ocupado con una reunión.

Por eso se extraño cuando al entrar, Lucci movió con rapidez el ratón de su computadora. Extraño.

Sin embargo, su rostro permanecía igual de estoico que siempre. Así que simplemente le dejo los documentos en la mesa. Recibiendo un pequeño agradecimiento y pocas indicaciones más.

Afortunadamente Sabo era rápido. Muy rápido. Terminó su trabajo y pudo adelantar su tarea en la hora y media libre que tuvo.

Recogió sus cosas dándole una mirada rápida a su teléfono mientras bajaba por el elevador. Sin despedirse de su jefe, Lucci no lo hacía, así que Sabo tampoco. Para alguien como Lucci una despedida era más una perdida de tiempo que algo necesario. Tal vez no tuviera una actividad u orden que cumplir al momento, pero Sabo era lo suficientemente ético como para aún así permanecer en su lugar de trabajo hasta la hora de salida, incluso si podía adelantar algunos de los proyectos de su escuela lo haría, pero no se iría hasta la hora acordada. 

Hizo un mohín con los labios. Tenía cuatro mensajes en la bandeja de entrada de SugarFan. Y al menos cuarenta notificaciones más.

Cuando hizo su cuenta no espero tener tanta atención tan rápido. Eso sólo le hacía pensar en la cantidad de pervertidos que ocupaban ese tipo de imágenes.

El rubio de verdad esperaba ser el único en su situación, la única persona desesperada por conseguir dinero para su familia que no le quedaba más que vender fotos en lencería.

Aunque, si era un poco optimista, la lencería le quedaba bien. Sobretodo los colores pastel como los de sus fotos más recientes; el lila, el azul y un suave amarillo.

Se sentiría bonito si estuviera usando aquellas prendas con alguien en una situación más romántica y dulce. No vendiendo fotos a viejos rancios.

Suspiro y sus dedos se apresuraron a cerrar sesión.

Siempre abría su cuenta cuando quería revisar algo o publicar algo. Pero en cuanto terminaba cerraba la sesión para evitar que le llevarán las notificaciones. De preferencia, revisaba todo eso en la comodidad y privacidad de su habitación. 

Por lo pronto, caminaría con las energías bajas en dirección a su casa, algunos días aun tenia el humor de ir a su antiguo lugar de trabajo y saludar su jefe. Pero hoy no era el mejor de los días. Con la cabeza cabizbaja no se molesto en mirar directamente a la puerta hasta que choco con un brazo cubierto de negro.