❝¿Alguna vez se han sentido tan malditamente celosos por una persona?❞
⚕️Sirius nunca había sentido celos, siempre fue ajeno a ese sentimiento. No sintió celos cuando toda su familia llamaban 'el heredero perfecto' a su pequeño hermano menor, no sintió celos cuando presenció la clara preferencia entre los dos hermanos Black, no sintió celos cuando todos hablaban de lo increíble que era su hermano ni mucho peor llegó a sentir celos por alguna persona.
Él siempre estuvo acostumbrado a que las chicas acudieran a él, que con una mirada o un simple guiño conseguiría que su pequeña presa dejara a quien sea contal de estar con él, aunque no fuera para nada serio.
¿Esto es Karma, acaso?
En el vasto océano del alma humana, los celos emergen como olas turbulentas, tumultuosas en su fuerza y desconcertantes en su poder. Son los susurros sibilantes de la envidia, los lamentos ahogados de un corazón que anhela lo que no posee. Como rosas negras en el jardín de la pasión, los celos se despliegan, enredando sus espinas en el tejido mismo del amor.
En la oscuridad de la noche, los celos son sombras acechantes, manifestaciones fugaces de inseguridad y desconfianza. Son el eco amargo de la posesión, la voz aguda de la comparación, la semilla insidiosa de la discordia que germina en el suelo fértil de la incertidumbre. Los celos son la tormenta que amenaza la calma del corazón, el huracán emocional que arrastra consigo la paz y la serenidad.
En los ojos del celoso, arde un fuego que consume la razón y nubla la visión, transformando cada gesto, cada palabra, en un enigma que requiere descifrar. Son las lágrimas que brotan en la noche, silenciosas testigos de una batalla interna, el eco distante de una melodía que ya no es dulce, sino amarga y desgarradora.
Los celos son el precio del amor, la moneda de cambio que se entrega en el altar de la pasión. Son el eco de un temor profundo, la sombra que oscurece el sol de la confianza. En su abrazo asfixiante, el amor se transforma en una prisión dorada, donde el corazón es prisionero de su propio dolor.
Pero incluso en la oscuridad de la envidia, hay una chispa de esperanza, un rayo de luz que brilla en la noche. Porque los celos, aunque dolorosos y destructivos, son también una manifestación del amor mismo, una prueba de su intensidad y profundidad. Y en el proceso de superar los celos, el amor puede encontrar una nueva fuerza, una nueva comprensión, una renovada conexión que lo eleva por encima de las sombras y lo lleva hacia la luz.
Sirius Black sentía celos de Lily Evans.
Lily era simplemente una chica increíble, pero Sirius no la miraba como algo más que una simple amiga, lo más seguro que lo hizo por respeto a su amigo James. Pero si tuviera que opinar como hombre acerca de ella, diría que Lily era perfecta.
Tenía un cabello rojo largo y suave, brillante al igual que sus ojos verdes como esmeraldas, piel pálida y suave salpicada por pequeñas pecas. Lily además de ser bella, era inteligente y decidida, era mujer que quería imponer respeto a pesar de ser una sangre sucia, era toda una guerrera.
Sirius no se dejaba llevar por el brillo de Evans, pero Severus Snape si se dejaba absorber por ese brillo y eso le molestaba a Sirius.
Le molestaba ver como el menor era utilizado por Lily para tratar de llamar la atención de James, odiaba ver cómo la chica lo utilizaba como una simple y última opción, como si fuera algo sin valor que pudiera recoger y botar cuando quisiera.
Lily más de una vez llegó a hablar mal de mestizo, pues ella se quejaba por todo. Según ella era tonto ver como alguien que era prácticamente como ella tenía más privilegios que la pelirroja.
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Como enamorar a un Slytherin |𓆓༉‧₊˚
Fanfiction[⚕️] Los Merodeadores deciden pasar las vacaciones en la mansión de los Black a petición de Sirius Black, lo que no imaginaron estos es que el hermano menor de Sirius también invitaría a los famosos chicos de Slytherin y amigos del menor. Una apues...