Capítulo 6

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Después de disfrutar de los fuegos artificiales, ya era bastante tarde. Qin Su y Shen Yi también se disponían a descansar.

Sin embargo, había un dilema. El lugar más cálido del Palacio Zhengyang era el salón principal, y Shen Yi tenía que quedarse allí debido a su estado físico. Pero si Qin Su dormía en el salón lateral, ¿cómo podía ocupar el puesto de anfitriona mientras el señor de la casa iba al salón lateral?

Si las dos se quedaban en la sala principal, sólo había una cama...

"Son sólo dos mujeres, no hay problema", dijo Qin Su.

Shen Yi sujetó a Qin Su, que estaba a punto de ir a la sala lateral. Era la primera vez que iba a "compartir cama" con alguien, y estaba un poco nerviosa.

Pero Qin Su no parecía ser alguien que pensara demasiado. Pensó que Shen Yi tenía sentido, así que simplemente trajo la ropa de cama. "Muy bien, Anping, vamos a dormir".

Shen Yi durmió en el lado interior, y Qin Su en el exterior. Justo cuando Shen Yi dudaba si decir algo, vio que Qin Su apagaba la luz y se acostaba sin hacer ruido.

Shen Yi mantuvo los ojos abiertos, esperó un rato y no pudo resistir la curiosidad. Se incorporó y miró a la luz de la luna.

Parecía que Qin Su ya se había dormido. Con los ojos cerrados, ya no tenía el aspecto severo y majestuoso del día, revelando unas facciones delicadas que parecían especialmente frías y refinadas a la luz de la luna.

Después de observarla un rato, Shen Yi se recostó complacida y cerró los ojos, sumiéndose en un profundo sueño.

No sabía que, cuando la respiración de Shen Yi se estabilizó, Qin Su, que yacía a su lado, pareció respirar aliviada. Abriendo lentamente los ojos, su mirada clara no parecía la de alguien que acaba de despertarse.

Mirando a Shen Yi, Qin Su se había quedado dormida al principio. Sin embargo, cuando Shen Yi se movió a su lado, se despertó. Después de todo, habiendo marchado y luchado durante muchos años, aún conservaba cierta vigilancia.

Pero Qin Su temía asustar a Shen Yi abriendo los ojos, así que fingió estar dormida. Inesperadamente, Shen Yi llevaba tanto tiempo mirándola. ¿Podría tener algo sucio en la cara?

Incapaz de resistirse, Qin Su se limpió la cara, no encontró nada malo, se dio la vuelta y miró a Shen Yi, que tenía la mitad de la cara cubierta por la manta. Alargó la mano para recoger la esquina de la manta de Shen Yi, luego retiró su propia manta y se durmió rápidamente.

Shen Yi, dormía con tanta gracia como en persona, y Qin Su, aunque de carácter opuesto, se había criado en la familia real desde la infancia y llevaba muchos años en el ejército. A medida que pasaba la noche, no había diferencias notables en sus posturas para dormir.

Justo cuando despuntaba el día, como si presintiera algo, Qin Su abrió los ojos a tiempo. Mirando a Shen Yi a su lado, se levantó en silencio y se dirigió a la habitación exterior.

"Su Alteza."

Chi Shui esperaba en la sala exterior, bajando deliberadamente la voz sabiendo que Shen Yi podría estar aún dormida.

"Sí."

Qin Su extendió la mano para que Chi Shui la ayudara a cambiarse. Hoy era el primer día del año nuevo lunar, así que tenía que ponerse el vestido de mañana de la princesa, aún más espléndido que ayer, y más pesado.

"Alteza, todos los príncipes han ido ya a presentar sus respetos a Su Majestad y a la Emperatriz Jin. ¿No va usted?" Chi Shui estaba un poco preocupada. Aunque su princesa era la niña de los ojos del Emperador Yongle, aún era el primer día del nuevo año. Todos los hijos de familias corrientes iban a presentar sus respetos a sus padres, y después de tantos años, la princesa no había ido ni una sola vez. Aunque el Emperador fuera indulgente, la Emperatriz Jin aún podría guardarle rencor.

Tras El Renacimiento, Me Casé Con La Emperatriz Frágil [GL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora