El terror fue instantáneo cuando el coche se detuvo delante de una casa que Jimin no había visto nunca. Era una gran casa rodeada por el bosque. Se volvió para mirar a uno de sus captores. Von respiró hondo.
—Estamos en la casa de nuestro padre. Él quiere saber qué diablos está pasando y quiere hablar contigo. Vamos, Jimin.
Él no se movió. —Quiero llamar a mi tío. —realmente quería que viniera a buscarlo, tenía miedo y no conocía bien a Elroy. Cogió su teléfono móvil, pero Von fue más rápido, se lo quitó de la mano y negó con la cabeza.
—Vamos —repitió. —No me hagas tener que llevarte hasta allí.
Jimin estaba asustado, pero asintió con la cabeza. Él le soltó la muñeca. Se dio la vuelta y antes de que pudiera alcanzar el picaporte,se abrió la puerta. Rave estaba fuera del coche, mirándolo y Jimin creyó ver la compasión en sus ojos. Le tendió la mano para ayudarlo, pero Jimin la ignoró y salió por su cuenta. Las manos le temblaron cuando agarró su bolso y se dirigió a la puerta principal. Rave caminó a su lado y Von se quedó cerca de ellos, como si esperara que él intentara huir. Jimin sabía que no podía huir de ellos, pero en ese momento, realmente deseaba poder hacerlo. La puerta principal se abrió antes de que llegaran y una mujer ,de pelo negro, les frunció el ceño.—Hola, mamá —Rave suspiró. —Padre nos está esperando.
La mujer resopló y miró a Jimin. —Este no entra en mi casa.Un gruñido bajo retumbó detrás de Jimin, haciéndolo saltar y girar la cabeza para mirar a Von. Él miró a su madre.
—Muévete. Esto es un asunto de la manada y tú no tienes derecho a interferir.
La furia se apoderó de las características de la mujer, pero ella se apartó y entró de nuevo en la casa. Rave le hizo un gesto con la cabeza a Jimin. —Camina.
Apenas miró el interior de la casa. Estaba amueblada lujosamente en tonos tierra, la única impresión que su mente registró antes de que la llevaran por un pasillo oscuro, era que daba a una habitación grande. Había una mesa de billar en el centro de la misma y el Alfa Elroy tenia un palo de billar en la mano y una cerveza en la otra. Su atención se centró intensamente en Jimin.
—Tú me has causado un montón de problemas esta noche. —Jimin se tragó el nudo que se le había formado en la garganta, pero no sabía qué decir. —Jungkook nunca me pide ni una maldita cosa, así que imagina mi sorpresa cuando me llamó hace una hora diciendo que estabas huyendo y que él nos necesitaba para encontrarte antes de que te alejaras demasiado.— Él dejó el palo en la mesa, tomó un sorbo de su cerveza y luego negó con la cabeza mientras también dejaba la botella. —Deberías saber que cuando te involucras con uno de mi manada hay que seguir las reglas. Entiendo que eres humano, pero tu tío te habló sobre nosotros, así que era su responsabilidad asegurarse de que conocías todas nuestras leyes. ¿Eres consciente de que alejarte de un hombre que te ha marcado durante la temporada de apareamiento va en contra de la ley de la manada?
Oh, mierda. Jimin negó con la cabeza. —Nadie me lo dijo.
Los ojos oscuros del alfa brillaron y lo asustaron más. —Ellos deberían habértelo dicho. La ley de la Manada es dura.
—Yo no lo sabía —dijo él en voz baja.
—¿Te han dicho que Jungkook te cazaría si te marchabas y que podría volverse loco si no te encontrara?
Se debatió sobre si mentir o no, pero ganó la verdad. —Si.
Los párpados de Elroy se entrecerraron. —¿Así que estabas dispuesto a permitir que mi hijo se volviera loco? ¿Es eso lo que me estás diciendo? ¿Es esto algún maldito juego para ti, Jimin? Estamos hablando de la vida de mi hijo y de su cordura.

ESTÁS LEYENDO
Mate Set (ADAP) KOOKMIN
Manusia SerigalaEs la temporada de apareamiento para el hombre lobo. Todos los machos están en celo y la lujuria sexual de los animales es casi incontrolable. Jimin es un humano que de repente se encuentra en un callejón, rodeado por cuatro hombres-lobo que están e...