Cuatro meses más tarde
Jimin sonrió y cerró el agua del fregadero. Bajó la mirada y se dio la vuelta, corrió desde la cocina hasta la sala de estar. Jungkook entró en la casa y se volvió hacia él justo cuando Jimin se lanzó contra él. Jungkook lo cogió en sus brazos y lo levantó mientras envolvía sus brazos y piernas alrededor de su cuerpo.
—Te extrañé.
Sus manos se deslizaron hasta su culo. —Odio los tangas. —acarició la piel desnuda debajo de su camiseta. —Yo también te extrañé.
Caminó hasta el sofá y lo sentó en el borde, mantuvo un brazo alrededor de él y con la mano libre se abrió los pantalones vaqueros. Jimin se inclinó hacia él y le mordió en la curva de su cuello. Sus dientes no le rompieron la piel, pero le mordió duro y después le lamió el mordisco.
Jungkook gruñó. —Te gusta eso, ¿eh?
—Son las hormonas que compartes cuando me muerdes. No puedo soportar pasar tantas horas lejos de ti. Me duele y necesito que me toques. Me has convertido en un ninfomano del sexo.
—Es la adicción. Tú me necesitas tanto como yo te necesito. —Él empujó sus pantalones abajo. Jimin se apoderó de la parte inferior de su camiseta y se la sacó por la cabeza cuando él se inclinó un poco hacia atrás para dejar espacio entre sus cuerpos. Jimin envolvió sus piernas alrededor de sus muslos y lamió uno de sus pezones.
Jimin gimió cuando una de sus manos se deslizó entre sus muslos y sus dedos se deslizaron por la parte delantera de su tanga, se apoderó de él y de un tirón se lo arrancó.
—¿Todavía no los he destruido todos? ¿Cuántas tangas posees todavía? ¿Todas las cajas que trajeron con tus cosas estaban llenas de estas malditas cosas?
Jimin se echó a reír. —Tú los rompes y yo los compro. No puedo ir por ahí sin ropa interior todo el tiempo.
—Sí que puedes —Él gruñó suavemente hacia Jimin —No me gusta que estén en mi camino.
Se frotó contra él, desesperado por la necesidad. —Follame. Por favor. Negociaremos más tarde lo que me pongo o no. Ahora mismo necesito que me jodas compañero cambia-hormonas. Estoy cachondo todo maldito el tiempo. Si por mí fuera te encadenaría a nuestra cama. Tal vez deberíamos dejar eso de morder, así no te atacaré cada vez que entres por la puerta. No puedo tener suficiente de ti.
Jungkook sonrió. —No dirás eso cuando llegue el verano y entre en el calor.
—Lo espero con ansias. Estoy muy cachondo todo el tiempo. Oh Dios. No se como voy a soportarlo cuando tengas que trabajar ocho horas seguidas. Voy a tener que ir al bar y arrastraste hasta tu oficina. Tal vez deberías patearle el culo a tu hermano para que podamos usar la cama de tu antiguo apartamento.
—Yo soy el jefe, cariño —lamió y mordisqueó su cuello. —Puedo cerrar la puerta de mi oficina y follarte sobre la mesa siempre que quieras. Anton puede encargarse del bar.
—Eres el mejor —gimió. —Ahora deja de hablar y muévete. —Él movió el culo de lado a lado.
—Me estoy moviendo.
Jimin se apoderó de su rostro y lo miró a los ojos. —Si no me follas ahora, Jungkook, voy a hacerte daño.
Él se rió entre dientes y ajusto la polla contra la entrada de su agujero. Lo penetró con un poderoso movimiento y el placer inmediato e intenso le atravesó el cuerpo. Jimin echó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos y gritó su nombre. Jungkook gruñó y lo agarró de las caderas mientras se retiraba de su interior y empujó de nuevo. Sus cuerpos se movieron juntos hasta las paredes de Jimin comenzaron a contraerse alrededor de su polla. Jimin gritó cuando un poderoso clímax lo golpeó con fuerza. Jungkook gimió mientras lo llenaba con su liberación.
—Cariño —él lo besó. Cuando el beso terminó se apartó. —Mírame.
A Jimin le encantaba mirarle fijamente a los ojos, era algo que podía hacer durante horas. Sus ojos eran oscuros, un poco demasiado estrechos para ser totalmente humanos, pero que ya no le asustaban. Este era su Jungkook, su compañero, el medio humano y medio lobo que le hacía muy feliz.
—Te amo.
Jimin sonrió. —Nunca me canso de oírte decírmelo. Te amo demasiado.
—¿Recuerdas cuando me preocupaba que no fueras capaz de mantenerte al día con mi apetito sexual? —Él lo levantó del sofá y lo llevó lentamente hacia su dormitorio remodelado. —Estaba muy equivocado.
Él lo dejó caer en la cama y se quitó las botas. Jimin se echó a reír al darse cuenta de que todavía tenía los pantalones en los tobillos. Se quitó los pantalones y se colocó sobre él, enjaulando entre sus manos y rodillas.
Jimin se dio la vuelta debajo de él y empujó su culo contra él. —Una vez más.
El hambre y la pasión iluminó sus ojos. Pudo sentir como la polla de Jungkook se endurecía contra su muslo. Le encantaba lo rápido que se recuperaba su hombre-lobo. Jimin levantó su culo y separó las piernas.
—Lobo —bromeó, y luego ladró.
Los ojos de Jungkook se estrecharon con diversión. —Vas a pagar por eso.
—Suena divertido.— contoneó su culo de nuevo. —Tu sólo imaginate que tengo cola.
Jungkook le ahuecó el culo y se puso de rodillas detrás de él. Sus manos se deslizaron alrededor de sus caderas, agarrándolo, cuando él lo penetró.
—Te amo. Eres todo lo que quiero y necesito, cariño.
—Bien. Podría dejar de afeitarme si echas de menos tener a una persona peluda—Jimin se echó a reír. Se rió.
—Te quiero tal y como eres.
Jimin le guiñó un ojo. —Ámame más y habla menos. Muévete.
Jungkook se rió entre dientes. —Prepárate, cariño. Voy a follarte duro y rápido.
—Ya era hora maldita sea —se quejó.
FIN
Espero que les haya gustado esta historia como a mí me gustó, nos veremos con una nueva historia este fin de semana para que estén atentos a mi perfil 🥰
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Mate Set (ADAP) KOOKMIN
WerewolfEs la temporada de apareamiento para el hombre lobo. Todos los machos están en celo y la lujuria sexual de los animales es casi incontrolable. Jimin es un humano que de repente se encuentra en un callejón, rodeado por cuatro hombres-lobo que están e...