Mate Set (ADAP) KOOKMIN

CATORCE

Elroy abrió la puerta de la jaula. Jimin estaba en un rincón y definitivamente no iba a acercarse al hombre enojado. Pensó en tratar de correr junto a él, pero sabía, después de tres días encerrado, que no iba a funcionar. Lo había intentado dos veces, pero uno de los hermanos de Jungkook siempre lo atrapaba antes de que llegara a las escaleras. Les habían llevado alimentos cuatro veces al día y Jimin había alimentado a Jungkook. Le habían proporcionado toallas para limpiar a Jungkook. Él lo había bañado y se ocupó de todas sus necesidades. Cada vez que él había tratado de hablar con Jimin, le había amenazado con no ayudarlo. Él se mantuvo en silencio, pero siempre mirándolo. Jimin sólo quería una ducha, aire fresco y salir de la jaula.

El líder de la manada ignoró a Jimin al entrar en la jaula y fijó toda su atención en su hijo. —¿Cómo te sientes?

Jungkook le frunció el ceño a su padre. —Bien.

Elroy hizo una pausa.— ¿Sientes ahora que ya no estás en el calor de apareamiento?— Jimin miró sorprendida a Jungkook.

Él negó con la cabeza. —Todavía estoy en celo.

Los ojos de Elroy se estrecharon y luego miró a Jimin. Él volvió su atención a su hijo. —Ya veo. —Jungkook miró a su padre.
—Quiero que me quites las cadenas.

—No —dijo Jimin instantáneamente.  —Si nos quedamos encerrados se queda con las cadenas.

—Tú no me das órdenes — le dijo Elroy. Metió la mano en el bolsillo y sacó una llave. Miró los ojos de Jungkook.— ¿Cuánto tiempo más crees que tendrás que estar aquí?

—No estoy seguro. Te haré saber cuando tenga el calor bajo control.

Elroy se inclinó, abrió el candado de las cadenas sin dejar de mirar a Jungkook. —Dejaré abierta la jaula y en su lugar sólo cerraré la puerta del sótano. Estarás más cómodo aquí abajo. —Él hizo una mueca.

—Ambos necesitan una ducha.

Jungkook movió los brazos, hizo una mueca de dolor y se sentó. —Gracias, papá.

—Espero que sepas lo que estás haciendo —dijo Elroy suavemente. —Estoy ocupándome de la mierda pesada así que espero que salgas pronto del calor. —Hizo una pausa. —¿Soy claro?

—Sí.

Elroy le soltó las cadenas de las piernas y retrocedió. Miró a Jimin. —No trates de escapar. Tengo cuatro guardias alrededor de la casa. No llegarás a la puerta que separa la propiedad de la calle. ¿Te quedó claro?

—No le amenaces—Jungkook se puso de pie.

—Asegúrate de que se quede aquí y no lo haré—Él le gruñó en voz baja a su hijo. —Si no lo hubieras liado todo, yo no estaría involucrado.

Jungkook suspiró.— Lo sé. Lo siento.

Elroy asintió con la cabeza y salió de la jaula. —Dos días, Jungkook. Eso es todo lo que tengo.

Jimin se quedó mirando a Jungkook, mientras estiraba su gran cuerpo, desnudo. La sábana estaba en el suelo, donde había caído cuando se había puesto de pie. Miró a su padre mientras salía del sótano y luego se volvió hacia él. La mirada en sus ojos lo asustó un poco.

—Las cosas han cambiado ahora, ¿verdad cariño? — Se acercó a él lentamente.

—Si. Ahora puedes lavarte solito el culo.

Jungkook se agarró a los barrotes, a cada lado de él y lo atrapó entre ellos y su cuerpo, pero él no lo tocó. Jimin lo miró a la cara, ya que si miraba hacia abajo, vería más de él de lo que quería en ese momento.