TRES

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Jimin miro hacia el reloj por enésima vez. Escuchó como un vehículo se detenía frente a la casa y se dirigió a la ventana. Agarró la cortina, la echo a un lado y vio a un hombre salir de un Jeep negro. Cerró los ojos y expulso lentamente el aire por la boca. No podía tener tan mala suerte. Él abrió los ojos. Sí, que tengo mala suerte. La prueba sexy de su mala suerte se acercaba a su casa.

-Hijo de puta -maldijo. Dejó caer la cortina, atravesó la sala, quitó el cerrojo y abrió de golpe la puerta principal. Su mirada se clavó en el hombre que caminaba por la acera, con una bolsa de lona colgada al hombro. -¿Te ofreciste?

La mirada oscura de Jungkook se quedó en él mientras subía los tres escalones que llevaban a la puerta principal. No se veía feliz.

-No. Me eligió porque no te mire el culo como lo hicieron los otros.

Jimin se apartó a un lado y al instante se dio cuenta de que, a la luz del día, parecía aún más alto y demasiado grande. Jungkook entró, Jimin cerró la puerta y se volvió hacia el hombre que lo había marcado la noche anterior con su "oh me corro y te marco". Jungkook se detuvo en medio del salón de su casa y lo miró.

-Si le dices lo que pasó anoche se volverá loco.

-No me digas.

-¿Le dijiste algo?

Jimin negó con la cabeza. -¿Me veo estúpido?

-Conocías el peligro que corrías al salir de noche y lo hiciste de todos modos. Si no te hubiera oído gritar y no te hubiera salvado el culo de esos cuatro cachorros, hoy no estarías respirando. Con esto en mente, ¿de verdad quieres preguntarme si creo que eres estúpido?

-Nadie me dijo que era la época de apareamiento. ¿Qué extraño es eso? Es la primera vez que oigo hablar de eso. Yo suelo salir por las noches cuando estoy aquí y nunca tuve problemas.

Jungkook arqueó una ceja negra. -¿Qué fue eso de una pelea en el bar?

-Eso no fue mi culpa.

-¿Qué pasó? -Él dejó con fuerza su bolso en el suelo de madera.

Jimin le frunció el ceño mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. -El año pasado fui a un bar y un imbécil decidió ser demasiado amable. Se ofendió porque le dije que se fuera. Iba a darme un puñetazo y otro hombre decidió detenerlo. Ambos estaban con sus amigos por lo que se convirtió en una gran pelea.

-¿Estabas vestido igual que hoy?

-Maldita sea. Minnie me advirtió lo que mi tío pensaba hacer. Me dijo que si todos los hombres me miraban el cuerpo mi tío no me asignaría un guardia así que aseguré de que todos lo hicieran.

-Probablemente habría hecho lo mismo si no me hubiera dado cuenta de quién eras. -bajo la voz. -Si él se entera de lo que pasó entre nosotros bien podría entregarte mis bolas en una bandeja de plata. Deberías haberme dicho quién diablos eras anoche. Estoy furioso

-Se lo dije a esos cuatro hombres y ellos no sabían quién diablos era mi tío. No funcionó con ellos y pensé que no funcionaría contigo. Así que no me culpes a mí.

-Podrías haber dicho que no.

Jimin primero cerró la boca y luego la abrió. -Y tu no deberías haberme buscado.

Se miraron el uno al otro.

-Todo lo que tenías que hacer era decir que no.

-Creo que lo hice y me dijiste que me callara.

-No te dije exactamente que te callaras

-Bueno. Ya está hecho. Es una buena cosa que me duchara cuando llegué a mi casa y que lavara la ropa ¿eh?. Ya no estoy marcada por tu olor. Sólo tú y yo sabemos lo que pasó.

Mate Set (ADAP) KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora