Había pasado el tiempo y junto al intenso amor de Kawaki y Boruto, se fue intensificando el peligro sobre la vida del Séptimo, hecho que tenía muy preocupado a Kawaki. Preocupación que ni todo el amor que sentía por Boruto lograba discipar de su alma misma.
Era testigo de las veces que Momoshiki se adueñó del cuerpo de su amado dorado anulamdole la conciencia, para atacar e intentar matar al Séptimo. Pero él se hubo interpuesto entre ambos protegiendo a aquel que lo hubo salvado de la oscuridad dándole una razón a su vida.
Si ahora podía amar a Boruto y disfrutar de aquel hermoso amor, se debía al Séptimo y su gran bondad al abrirle las puertas de la aldea y de su hogar haciéndolo parte de su propia familia.
Por eso no estaba dispuesto a permitir que nada malo le suceda al Séptimo. En cuanto a Boruto, veía que el enemigo estaba dentro de su cuerpo y lamentablemente nada podía hacer al respecto. Sentía que cada día que pasaba lo iba perdiendo un poco más.
Por supuesto que eso le dolía en el alma misma, sin embargo no había vuelta atrás. Nada podía hacer para evitar que Boruto sea devorado por Momoshiki y finalmente vencido por este, para atacar e intentar matar al Séptimo.
Ya había perdido a uno de sus dos seres queridos, no estaba dispuesto a perder al otro. Por supuesto que lo descorazonaba saber que su más grande amor iba cayendo en manos de Momoshiki lenta pero continuamente. Esto lo empezaba a demostrar en la intimidad.
A la hora de hacerle el amor, ya no era tan pasional como antes, ya no se sentía a pleno como en un principio. Y Boruto lo percibía en esos precisos instantes, abrumandolo ya que por más que le preguntaste qué le ocurría Kawaki nada decía.
Esa noche el mismo Kawaki se levantó de la cama sin dar inicio a la danza del amor y se alejó de la habitación de Boruto sin decir nada, dejando al rubio desconcertado quien por supuesto lo siguió a la cocina.
Todos dormían, por lo tanto hablaban en voz baja. Kawaki se sentía tan abrumado por la situación que no sabía cómo actuar.
Además debían vigilar a los recién llegados, Ada y Deamon y eso no le gustaba nada debido a que sabía cuáles eran las intenciones reales de Ada hacia su persona. A Kawaki no le gustaban las chicas, pero ella parecía no darse por aludida.
Tomo agua helada haciendo fondo blanco, cuando Boruto le exigió una explicación a su actitud de recién. Fruncía el ceño mientras lo observaba.
Aquello hizo sonreír a Kawaki, su dorado amor era tan predecible que lo asombraba. Pero él no podía decirle nada ya que no sabía por dónde empezar. Además conocía a Boruto lo suficientemente como para adelantarse a su reacción.
— No tengo ganas de tener sexo contigo ésta noche Boruto. Entiéndelo — le dijo cortante sabiendo que lo había lastimado en lo más profundo de su alma y se odió por eso.
— ¿Qué? ¿Sexo? ¿O sea que eso soy para tí? ¿Algo circunstancial, que sirve para que descargues tus necesidades masculinas? En ese caso disculpa el malentendido. Siempre creí que entre nosotros había amor. Que idiota fuí.
Diciendo aquello regresó a su habitación dolido, cerró la puerta con llave ya que no quería ver a Kawaki ni en figuritas. Se arrojó a la cama y se abrazó a la almohada sintiéndose una prostituta barata y estúpida.
Kawaki arrojó el vaso de vidrio al suelo haciéndose añicos de la frustración. Salió de la casa y de un salto se subió al tejado dónde se sentó para contemplar las estrellas.
No lo entenderías Boruto, para mí tú y el Séptimo son mi todo. Lo más valioso que tengo y tú...estás siendo devorado lentamente por un Ootsutsuki que yace en tu interior. Te estoy perdiendo irreversiblemente mi amor. A su vez el Séptimo también se encuentra en peligro y yo...no puedo perderlos a ambos. A ti prácticamente ya te perdí, pero todavía puedo salvar al Séptimo. Solo que....no sé cómo. Ojalá pudiera salvarte a tí también Boruto.
ESTÁS LEYENDO
Kawaki x Boruto
FanfictionAntología de historias breves con Boruto y Kawaki, donde el amor junto al dolor harán brillar las almas de cada uno de ellos. *) KawaBoru *) BoruKawa