Amando A Una Estrella II

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Boruto y Kawaki habían ido al lugar más exclusivo de la ciudad aristocrática. De hecho era la primera vez que el famoso cantante podía pisar ese sitio ya que solo era permitida la entrada a los miembros de la aristocracia y sus respectivos invitados. Nadie más, ahí no había periodistas ni paparatsis. Estarían tranquilos, o al menos eso querían creer.

Boruto adoptó su porte de chico aristócrata y se adentró junto a Kawaki, siendo guiados por un mozo a una mesa algo apartada de los demás a pedido del rubio y su pareja. Cuando hicieron sus pedidos recién Kawaki se relajó, no sucedió lo mismo con Boruto quien seguía tenso. Era plenamente conciente de las múltiples miradas de los demás hacia su persona, y de las chicas hacia Kawaki.

Por más aristócratas que sean, admiraban al cantante y deseaban estar en el lugar del rubio. Boruto frunció el ceño al percibir aquello, además su celular no dejaba de vibrar debido a las múltiples llamadas y mensajes de sus familiares y amigos.

Que problema por dios, tendré que hacerles frente a todos tarde o temprano. En especial a mi padre.

De solo pensar en ello se le fueron las ganas de comer que tenía. Miró a Kawaki sintiéndose ofuscado y violentado. Pero él no se daba por aludido, más bien parecía estar disfrutando de la situación.

- Maldito - susurró dolido Boruto mirando a esa belleza musical que tenía enfrente - ¿Cómo pudiste hacerme esto?
- Para empezar fuiste tú quien apareció en mí camarín Boruto. Tú te la buscaste.

- Solo quería sexo nada más.
- No es lo que sentí al tenerte entre mis brazos Boruto. Además hablo en serio cuando digo que te llevaré al altar.
- Ahora quieres llevarme al altar, pero cuando me moría de ganas por qué lo hicieras me abandonaste como a un perro.

Kawaki no era ningún tonto, sabía que su rubio estaba dolido pero él cambiaría ese dolor por amor intenso. Cuando quiso acariciar su mano derecha, Boruto la alejó de ese roce como un niño caprichoso.

Kawaki observaba a Boruto sintiéndose cada vez más atraído hacia él.

Dios mío Boruto, eres tan hermoso hasta cuando te enojas.

- Boruto siempre te he amado pero tú eres jodidamente millonario hombre.

Ante semejantes palabras, el rubio lo miró levantando una ceja a modo de interrogación ya que había dejado de entenderlo súbitamente.

-¿Y eso qué tiene que ver?
- ¿Cómo, qué tiene que ver? Todo tiene que ver. No podía aceptar tu dinero para impulsar mi carrera artística, no quería sentirme un maldito vividor ni que tu familia piense que solo estaba a tu lado por el dinero.
- Esa es la excusa más estúpida que he oído Kawaki. Así que invéntate otra.

La comida llegó y la conversación se interrumpió para desgustar lo que solicitaron. Kawaki en verdad lo disfrutaba debido a que era la primera vez que probaba ese plato. Boruto lo observaba de reojo comprobando que no había perdido sus finos y elegantes modales, más bien se agudizaron en él. Kawaki siempre pasó por uno de ellos.

Las demás personas no le quitaban la mirada a Kawaki, Boruto sabía que cada uno de los allí presente lo había violado en sus mentes perversas. Sonrió al sentirse privilegiado, debido al ser el centro de toda la atención de ese famoso y sexy cantante.

Concluida la cena ambos se fueron del lugar, dejando a todos suspirando y deseosos de que Kawaki regrese otra vez. En el interior de la limusina de Kawaki este abrazó a Boruto con suavidad. El rubio se dejó llevar por ese amor que se podía respirar en el aire mismo.

Kawaki volvía a explorar aquel hermoso cuerpo de su amado dorado quien enterró sus dedos en sus cabellos bicolor, mientras se disponía a recibir un apasionado y posesivo beso de su parte. Cuando se alejaron para respirar, Boruto le susurró:

- Estás loco Kawaki ¿Lo sabías?
- Lo supe desde el mismísimo instante en que te conocí y perdí la cabeza por tu amor. La locura se adueñó de mí desde ese momento. Porque debo estar loco para amar así a un niño rico que lo tiene todo.

Boruto lo miró con dolor ya que él no lo tenía todo. Se aferró a Kawaki con fuerza demostrándole lo equivocado que estaba al respecto.
- Kawaki sigues guiandote por las apariencias. Cómo lo hacen tus fans de tí.
- Entonces muéstrame la verdad, dimela mi amor.

- El dinero jamás compró la felicidad mi amor. Tenía todo lo que él mismo dinero puede comprar. Pero...
- ¿Pero?
- No te tenía a tí

Cómo respuesta, Kawaki lo abrazó con intensa ternura cerrando sus ojos, para poder así sentir su amor y dolor.

- En ese caso ya no tendrás que seguir sufriendo más, porque volví solo para quedarme. No quiero tu dinero, el estatus de tu aristocrática familia. Solo te quiero a tí.

- Habrá que convencer a mi padre.
- Déjalo por mi cuenta Boruto, además ya eres mayor de edad. Y si te deshereda podremos vivir con mi dinero y trabajo.

- Sería yo el vividor en ese caso Kawaki.
- No, porque trabajarías para mí.
- Tienes una respuesta para todo ¿Verdad?

Cómo única respuesta lo devoró con posesivos besos salvajes.

Eres mío Boruto, siempre me has pertenecido. Nunca cambiará eso.

Kawaki x Boruto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora