Capítulo 21

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Silencio, incredulidad, Shock y sorpresa.

Esas eran las únicas palabras para describir el ambiente en aquella habitación donde estaban Muichiro, Zenitsu, Inosuke, Aoi, Kanao, Mitsuri, Kyojuro, Giyu, Gyomei, Tengen, Makio, Suma, Hinatsuru, Kagaya y su esposa. Todos ellos miraban a Shinobu, quien mantenía su vista sobre su vientre, no queriendo hacer contacto visual con nadie.

Cuando Shinobu concluyó su historia, la habitación quedó en un silencio sepulcral. Incluso Inosuke no se atrevía a abrir la boca. Se podía sentir la aprensión colectiva de todos los ocupantes dentro de la habitación. Excepto en uno de ellos. 

Aoi Kanzaki.

Desde su lugar, Zenitsu podía escuchar como a la enfermera se le subía la presión arterial. Como los músculos en su quijada se tensaban, haciendo a sus dientes rechinar. Y el resto podía ver que, aunque exteriormente, Aoi parecía estar bien, algo terrible se estaba gestando dentro de ella.

Finalmente, Aoi se puso de pie, provocando que las miradas estén sobre ella. Sin decir nada, Aoi caminó hacia donde se encontraba Shinobu.

Temiendo una confrontación, o solo temiendo en general lo que la ira de Aoi pudiera desencadenar en el estado de su maestra, Kanao intentó ponerse de pie con intenciones de interponerse entre ambas mujeres, pero fue detenida por Muichiro. En ese momento, Shinobu también  se levanto.

Ambas mujeres quedaron de pie, mirándose fijamente. Nadie se atrevía a decir nada. Kanao era la más nerviosa, ya que no dejaba de recordarla discusión que Shinobu y Aoi tuvieron aquel día, y estaba casi segura de que esta vez las cosas llegarían incluso más lejos.

Shinobu ahora estaba calmada. Ya sabía de ante mano que Aoi sería la única con el valor de juzgarla, y estaba lista para aceptar cualquier castigo que le pusieran. Por desgracia, su evidente tranquilidad solo sirvió para irritar aún más a enfermera.

Sus únicos avisos fueron el tic en el ojo izquierdo de Aoi y su ceño fruncido. Un instante después, Shinobu se tambaleó al recibir una tremenda bofetada que hizo eco en toda la casa. 

―¡Onee-san!― gritó Kanao, poniéndose de pie para evitar aquella confrontación, pero basto una mirada de Aoi para que se detuviera.

Shinobu se volvió hacia la enfermera, quien no solo respiraba trabajosamente, también parecía estar echando vapor por la nariz. Además, se le estaban hinchando más y más las venas sobre la frente.

―¿Hace cuánto tiempo que tomas veneno?― Ella le pregunto, pero todos sabían que no solo le preguntaba, le exigía.

 ―Dos años y medio―

Los ojos cobalto de Aoi se tiñeron de rojo a causa de su gran ira. Extendió su brazo derecho hacia atrás para volver golpear a Shinobu, esta vez con todas sus fuerzas. Pero se detuvo.

Aoi dirigió su mirada hacia Kanao. 

―¿Tú lo sabías? ¡Confiesa!― acusó Aoi a la tsugoku, quien en ese momento sentía más miedo de enfrentar la ira de Aoi, del que jamás sintió combatiendo demonios. Aun así, ella negó con la cabeza.

Aoi volvió a poner su vista sobre Shinobu. La doctora suspiró y cerró los ojos resignándose a su castigo.

―¿Que tenia en la cabeza al tomar veneno? ¿¡Es que acaso no le importa su vida!?―Ella le grito, dejando que su ira salga —¿¡Acaso Kanae-san se sacrifico en vano!? —

Shinobu no tuvo las agallas para gritarle a Aoi por involucrar a su hermana, porque en parte, ella tenia razón. 

―No hay razonamiento que justifiqué lo que hice. Les mentí a todos a causa de mi estupidez y egoísmo. Merezco ser castigada―

Sol DesviadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora