Capitulo¹⁹

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— ¿Lograste hablar con él? 

Jimin suspiró desganado, por supuesto que no había hablado con él. Sin embargo, un punto positivo dentro de todo ese mar de desilusiones era que después de unos insufribles días donde su lobo no le dio tregua, esa mañana había despertado inesperadamente más tranquilo, el animal extrañamente se había recostado relajado en su interior, dejándolo descansar, como si no hubiera estado aullando como loco durante los últimos días. Intentó aprovechar aquella paz para hablar con Taehyung y explicarle todo. Había ido a su casa a buscarlo, pero a una esquina de llegar se encontró con Sungjae, quien no lo dejó continuar su camino. Lo había amenazado gruñéndole y mostrándole sus garras, pero, aunque Jimin tenía la fuerza para confrontarlo, no quería hacerlo, debía respetarlo, él estaba cuidando de Taehyung. Así que, con las ilusiones rotas, tuvo que dar media vuelta y regresar a su casa. 

— No — respondió quedo — No pude verlo.

— Tienes que explicarle. — insistió — De seguro está confundido, hay muchos híbridos que no conocen acerca de los predestinados.

— Lo sé.

Junghyun se sentó a su lado en el sillón para acompañarlo mientras veía una película. Su hermano había estado cuidando de él, lo estuvo procurando; le llevaba comida, se aseguraba de que estuviera cómodo e incluso lo rodeaba de feromonas de manada para mantener su lobo al margen. Jimin agradecía enormemente que su hermano y sus padres lo estuvieran asistiendo constantemente, era de gran ayuda tener el apoyo de su manada.

— Tener un predestinado no es sencillo ¿eh?De

— Definitivamente.

Admitió mientras apagaba el televisor, no estaba poniendo atención en lo absoluto, lo único que pensaba era en buscar un momento para lograr estar a solas con Taehyung. Estaba tentado a volver a intentar ir a la casa del omega, tal vez esta vez corría con suerte y lograba llegar a la puerta de la casa sin ser echado en el proceso.

— Cuéntame, ¿qué hiciste para que se enamorara de ti? — preguntó curioso.

— Nada.

Decirlo en voz alta era vergonzoso, pero era la verdad. Aun cuando su lobo le dio todas las pistas, él se mantuvo al margen, sin hacer nada. Durante todos los años transcurridos, sólo se había acercado a Taehyung para platicar y muchas veces utilizó su pésimo aprendizaje para conseguir asesorías con él, pero nunca le dio una señal definitiva. Si lo pensaba bien, se merecía todo el sufrimiento que había sentido hasta ahora por ser sumamente indeciso.

— Eres estúpido.

— Lo sé.

Jimin se llevó las manos al rostro y se frotó los ojos, completamente frustrado. Era un idiota, tuvo tres años para cortejarlo, pero esperó hasta el último momento para empezar a hacer algo por Taehyung. Pero siempre estuvo temeroso, nunca supo que debía hacer para acercarse a él y comenzar a cortejarlo, lo peor era que de alguna forma u otra su carácter había logrado llamar la atención de Taehyung, quien a diferencia de él sí hizo algo al respecto. Aunque parecía que Jimin no lo notaba, sí se daba cuenta de las acciones que hacía Taehyung para llamar su atención, su favorito era cuando le permitía olfatear su segundo aroma, aquella deliciosa esencia acaramelada lo dejaba drogado, incluso su lobo enloquecía cada que lo olfateaba.

— No quiero decirte que es tu culpa, pero lo es. — Junghyun negó con la cabeza, completamente decepcionado de él. — No tienes que ser tan duro.

Junghyun, no podía entender como su hermano podía ser el alfa más buscado en la escuela si era tan despistado en cuestiones del amor. Aún recordaba cuando Jimin recién empezó la secundaría, él estaba en su último año, todos los omegas cayeron enseguida por él, incluso llegaron a buscar a Junghyun para dejar recados y notitas de amor, muchas veces su mochila quedaba repleta de regalos para Jimin.

— Por el momento es inútil que intentes arreglar las cosas, ten paciencia, es todo lo que puedo recomendarte.

— Intenta decirle a mi lobo que sea paciente.

— Tendrá que entenderlo. — Junghyun habló con voz firme, reprendiendo la actitud de su hermano menor  — Nunca le diste señales a Taehyung de que verdaderamente le importabas, ahora afronta las consecuencias.

Jimin se hundió en el sillón con los ánimos por los suelos, volvió a sentirse fatal, podía denominarse oficialmente como el peor alfa, quien dejo que las cosas se complicaran para empezar a actuar. 

— Soy un tonto ¿verdad? 

— Sí, pero no creo que Taehyung te odie eternamente por serlo.

Jimin dejó caer su cuerpo hasta el regazo de su hermano y descansó ahí. Tenía muchas cosas que arreglar, pero debía aceptar el consejo de Junghyun, ahora debía ser paciente y darle todo el espacio que Taehyung necesitaba, su deber era respetar la decisión de él, inclusive si la decisión dictaba no poder volver a acercarse a Taehyung. 

Chillido TraviesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora