Capitulo⁰⁹

74 9 0
                                    

Taehyung entró en su casa cuidando de no hacer mucho ruido. Escuchó el sonido del cuchillo topar con la tabla de cortar, su madre estaba cocinando y, por lo callado que estaba el ambiente, podía deducir que su padre no había llegado del trabajo. Sintió pánico, ella se daría cuenta del nuevo aroma que tenía impregnado en su ropa, Jimin había soltado feromonas en todo el almuerzo e inevitablemente parte de su olor lo acompañó a casa. Era un pequeño toque superficial, pero su madre poseía un olfato agudo y nada se le escapaba.

Esperaba que su padre no tardara en llegar, si su madre iba indagar sobre su vida, al menos tendría a su padre para protegerlo.

— Llegué mamá.

— Hola cariño. — respondió desde la cocina.

Dejó sus zapatos en la entrada y se apresuró a llegar a las escaleras, si lograba entrar a su habitación primero, podría quitarse el uniforme de la escuela que llevaba la esencia extraña.

— Nuececita, ¿a dónde vas? Ya casi está listo el almuerzo.

Su madre apareció en el umbral de la puerta, Taehyung tuvo que detenerse a mitad de las escaleras, mordió su labio mientras volteaba a encararla, tal vez, desde esa altura la esencia extraña ya no llegaba al olfato de su madre o se combinaba con el olor de la comida.

— Perdón, tenía muchas ganas de ir al baño.

Ella lo miró inquisitiva, la ceja alzada en su rostro le decía que no iba a dejarlo ir tan fácilmente, podía llegar a ser bastante obstinada cuando algo llamaba su atención, por más insignificante que parezca.

— Hay algo que me quieras contar.

— No, todo bien.

— ¿Seguro? — insistió — ¿No hay nada?

Taehyung volvió a negar.

— Pensé que por el olor a galletas recién horneadas me ibas a contar sobre tu nuevo grupo de repostería.

El Omega se dejó caer rendido en el escalón, no servía de nada esconderle nada, su madre era muy intuitiva y observadora, en algún momento descubriría lo que traía entre manos. De todas formas, Taehyung se quitaría un peso de encima, en primera, no le gustaba esconderles cosas importantes a sus padres y en segunda, aún tenía pendiente el permiso del almuerzo, sobre todo porque ella sería quien prepararía todo.

— Tae no nací ayer, últimamente haz estado de un lado a otro consiguiendo cosas, y no puedes decirme que son para tu nido porque tu canasta está vacía.

Se mordió su labio nervioso, tal vez debió ser un poco más discreto, su habitación estaba llena de material de papelería para poder realizar sus cartas y regalos, inclusive, aunque su mamá no husmeara sus cosas, los materiales en su escritorio podían verse a simple vista.

— Además, no has vuelto a pedirme un neutralizador. — recalcó —Antes no te gustaba mostrar tu aroma, pero ahora vas a la escuela con tus feromonas al aire.

La voz de su madre sonaba más seria que de costumbre. Su Omega tembló, tenía miedo de ser reprendido por intentar buscar a un Alfa, hasta donde sabía, su familia no era conservadora, pero siempre se podía llevar una mala sorpresa. Su ardilla enseguida se agachó sintiéndose intimidada, debió ser más prudente con el asunto.

— ¿Estás molesta?

Taehyung mostró su cuello en sumisión, estremeciéndose un poco ante la fuerte mirada de su madre. Nunca había estado en una situación parecida, siempre se había concentrado únicamente en sus estudios, así que apenas estaba conociendo la reacción de su madre ante un enamoramiento suyo.

— ¿Molesta? — ella subió algunos escalones hasta llegar a su altura — Nuececita no puedo estar molesta por algo así, no puedo prohibirte encontrar a tu Alfa.

Su madre cambió su expresión a una más afable, se acercó a él y le revolvió el cabello de forma cariñosa. Taehyung suspiró expulsando cualquier temor, era bastante tranquilizador saber que podía contar con ella. Le sonrió dejándose impregnar del aroma de ella, sintiéndose arrullado como un cachorro en su nido.

— Ve a cambiarte y luego bajas a almorzar, tu padre no tarda en llegar.

— Sí mamá.

Taehyung se levantó casi de un salto con el ánimo recuperado, no había nada mejor que sentir el apoyo de las personas que más querías.

— Por cierto. — lo detuvo — No creas que te has salvado del interrogatorio.

La miró ir a la cocina mientras tarareaba alegre. Aunque la quería mucho, Taehyung deseaba que se mantuviera al margen de su relación, porque si todo resultaba en fracaso, sabía que ella era capaz de ir con Jimin a amenazarlo con promesa de muerte por jugar con su bebé. 

Chillido TraviesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora