Capitulo²⁶

45 5 1
                                    

— Me salvaste, no sabía nada de lo que venía en los exámenes

Jimin estiró los brazos despabilándose antes de volver a recostarse en el tronco del árbol. Después de repetir la misma táctica en el examen de historia, ambos habían salido a pasear a los alrededores, deteniéndose en un pequeño parque para descansar, sólo se encontraba a unas cuantas cuadras de la escuela, así que fácilmente podrían regresar a tomar el autobús para regresar a sus casas. El lugar era sencillo, sólo tenía un reducido arenero con juegos y una simple área verde alrededor, sin embargo, a Taehyung le parecía encantador, pese a no tener tantas plantas, los árboles y flores que había estaban bien cuidados.

Escuchó a los pájaros cantar sobre de ellos, a esa hora de la mañana todo estaba tranquilo, casi no había personas en las calles, por lo que se podía descansar a gusto sin tanto alboroto de la gente, además, el parque estaba vacío, así que podía relajarse sin culpa. Se sentía sereno, por fin podía gozar de la libertad de no tener escuela, ya no tendría que ir los días restantes, sólo debía asistir nuevamente para recibir su certificado en la fiesta de graduación.

— Tienes suerte de que el examen de admisión de tu academia no contenga un apartado de álgebra.

— Si fuera así no tendría oportunidad de pasar.

Taehyung negó divertido, no había remedio para el alfa, simplemente la escuela no era para él y al parecer Jimin se sentía bien con ello; inclusive con los dos proyectos que le faltaban por entregar lucía bastante despreocupado, Jimin tenía mucha suerte de que sus padres no fueran estrictos con respecto a sus calificaciones.

— Pronto será tu audición, ¿no te sientes nervioso? — preguntó mientras sacaba un saquito con nueces dentro, no había desayunado mucho en la mañana por el malestar, por lo que el hambre estaba empezando a atacarlo.

— Bastante — respondió sincero — Pero de alguna forma también siento mucha emoción, he estado esperando entrar a esa universidad desde hace mucho tiempo.

Jimin tomó la nuez que Taehyung le estaba ofreciendo y la comió, aunque no era muy fanático de aquel fruto, era bueno para matar el rato mientras lo masticaba. Cerró los ojos pasando la nuez por su boca, las primeras clases en la mañana siempre lo dejaban con más sueño, sólo deseaba poder dormir hasta tarde y no tener que levantarse para realizas sus obligaciones. Cuando su boca se vació colocó otra nuez dentro, estaba impaciente por la audición, quería ya realizar la prueba, se sentía bastante preparado, así que aún con el miedo de ser rechazado, iba completamente emocionado a enfrentarlo.

— Me alegra que por fin hayamos terminado los exámenes, estás últimas semanas me han dejado muerto.

— Yo habría estado bien si no fuera por ti.

Taehyung refunfuñó mientras desenvolvía la bufanda que lo estaba ahogando, estaban lejos de la calle donde pasaban las personas, así que podría retirarse la prenda con total confianza; aunque no había una temperatura elevada, el clima no estaba tan frío para llevar más ropa de la necesaria, por lo que cuando la brisa pasó por su cuello refrescándolo, sintió un gran alivió.

— Tu olor es muy bonito.

Jimin tragó los restos de la nuez y lo miró atento, de pronto parecía sumamente interesado en lo que estaba haciendo. Su nariz comenzó a hacer pequeños movimientos mientras captaba la esencia de Taehyung, ese día el caramelo estaba apaciguado, permitiéndole a su segundo aroma dominar por primera vez. El lobo de Jimin meneó la cola en reconocimiento y dejó salir el olor a galletas para que se mezclara junto con el de su pareja. Incapaz de mantenerse alejado del contacto del omega, extendió su mano hacia su mejilla y la acarició con suavidad con sus nudillos. Taehyung ladeó su cabeza accediendo a las caricias, él disfrutaba de la agradable sensación que le traían los cariños de su alfa, su pecho enseguida se calentaba por las atenciones que recibía.

Jimin se acercó más a él y colocó su segunda mano en la mejilla contraria para incluirla en la exploración. Tocó la tersa piel y su palma fue descendiendo hasta colocarse sobre la superficie del cuello, manteniéndola ahí, en un agarre firme, pero no autoritario. Taehyung entonces fue consciente de la cercanía de sus cuerpos, el rostro de Jimin estaba muy cerca de él y debido a que ambos estaban sentados, se encontraban a la misma altura. El omega sintió un cosquilleo en su vientre, solo pudo jugar con el pasto que estaba bajo sus dedos, no encontrando otra forma de lidiar con el sentimiento que lo estaba mareando.

— ¿Tae? 

Notó como los ojos de Jimin viajaban rápido de sus ojos a sus labios, sin saber dónde posarse. Su piel se erizó cuando el pulgar de Jimin acarició la base de su cuello, estimulando con levedad la glándula de aroma. Taehyung exhaló cuando sintió el calor de la respiración del alfa rozarle el rostro, estaba a sólo unos cuantos centímetros, tan cerca que juraba sentir el movimiento de sus labios al hablar. 

— ¿Puedo...?

Taehyung interrumpió la pregunta juntando finalmente ambas bocas, había deseado tanto un beso suyo que la impaciencia le hizo actuar. El alfa jadeó de sorpresa, sin embargo, nunca se separó del contacto, Jimin pronto ladeó su rostro para poder encajar ambos labios perfectamente. La calidez de su boca lo acogió de tal manera que Taehyung sintió perderse en aquella maravillosa sensación de ser besado, Jimin lo reclamaba de una forma tan dulce y suave, el alfa se estaba tomando su tiempo para conocer sus labios, dejando varios besos castos para después juntar sus bocas en un largo contacto arrebatador. Taehyung soltó un suspiro roto, incluso cuando todo se mantenía en caricias superficiales, aquellos besos lo estaban dejando sin protección alguna.

— Te quiero.

Fue una declaración tan apresurada para el poco tiempo juntos, pero la sinceridad con la que salieron sus palabras provocó que cualquier barrera en Taehyung se derrumbara por completo. Su aroma entonces pareció perfumar el área, pero esta vez fue diferente, su ardilla estaba tranquila, ella solamente había salido para encontrarse con el lobo que aguardaba paciente a su encuentro, sin segundas intenciones, simplemente era su animal que deseaba acurrucarse junto al alfa.

— Jimin — llamó con voz temblorosa — Me siento extraño

Sentía su interior vibrar por completo, era una emoción que parecía desbordase en cualquier momento, sus manos inclusive temblaban, su cuerpo no encontraba forma de canalizar todo lo que estaba sucediendo. Percibió que Jimin estaba pasando por lo mismo, podía escuchar el sonido de sus palpitaciones, tan aceleradas que parecía como si hubiera corrido un maratón.

— Creo que han sido muchas emociones en tan poco tiempo. — Jimin se separó de él no sin antes dejar un casto beso en su mejilla.

Taehyung sonrió de oreja a oreja, demasiado dichoso como para ocultar sus emociones dentro de sí, esta vez quería dejar que sus sentimientos fluyeran, él quería disfrutar de cada momento bello junto a Jimin.

— Mejor volvamos a casa, necesito un descanso. — guardó sus nueces en la mochila y se levantó del suelo con ayuda del tronco — Además, tú debes terminar tus proyectos.

Jimin lo siguió incorporándose del suelo. Se estiró la espalda buscando dispersar el entumecimiento de su cuerpo por la alegría, su sistema se sentía desconectado, inclusive su lobo parecía haber muerto de la felicidad, porque el animal se encontraba pansa arriba con la lengua completamente fuera.

— Los maestros me dejaron entregar los proyectos que faltan hasta después de mi audición. — dijo restándole importancia.

— Entonces igual debes descansar, tu audición es dentro de dos días.

— Lo haré. — respondió — Pero hoy me gustaría pasar el resto del día contigo.

Taehyung asintió contento con la idea mientras entrelazaba su mano con suya, lo llevaría a su casa, quería recostarse junto a él y dormitar un rato dentro de su nido, además, era el pretexto perfecto para que Jimin esparciera sus feromonas en la habitación y marcara el lugar como su alfa. Agradecía que sus dos padres trabajaran, porque, aunque permitían que esté junto a Jimin a solas, eso no significaba que se salvaran de las preguntas incomodas, su madre era experta en eso, el alfa se zafó del interrogatorio la primera vez, pero cuando ella entraba en confianza, las cosas podían salirse un poco de control. 

Chillido TraviesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora