Sogas y Encajes | Romance BL | VISTA PREVIA

Capítulo 7 - Conquístame

«Definitivamente estoy en un universo paralelo».

Es lo más convincente que se me ocurre para explicar la posición inesperada y alucinante que me fue impuesta. Todavía estoy intentando procesar la extraordinaria charla que tuve con Elliot y Connor, ambos arrinconándome con tal precisión y perseverancia que negarme fue imposible. Aunque debí haberlo hecho, porque tengo el presentimiento que nada bueno va a salir de esto. No para mí, eso es seguro. No para mi corazón, sin importar lo mucho que luche o cuánto me esfuerce por protegerlo.

Y esos pensamientos me persiguen y atormentan mientras me derrumbo con pesadez en la ostentosa cama dentro de la elegante habitación que Elliot me asignó, mi extravagante domicilio por los próximos tres días. Tres largos e imprevisibles días en los que tendré que encargarme de Elliot; ser su asistente temporal, su enfermero improvisado, su inexperto guardián hasta que mejore y no requiera de mis servicios, por muy inadecuado e incapacitado que sea para desarrollar semejante trabajo. Y clarificar que ninguna de esas funciones estaba especificada en el contrato que firmé cuando decidí ser su fotógrafo es inútil porque, al parecer, nada de eso fue relevante para ellos.

—"Déjame ver si entendí" —gruñí con renuencia luego de que me informaran con todos los datos indispensables, pinchando el puente de mi nariz y soportando, con pura fuerza de voluntad, la jaqueca que nació y creció en mi cerebro a medida que la conversación con ellos avanzaba—. "Tengo que cuidar de ti, a pesar de que tengo prohibido tocarte. ¿Estoy en lo correcto?".

—"Así es" —Elliot confirmó, con esa sonrisa perversa y maliciosa aun estirando las comisuras de su boca.

—"Por quinientos dólares al día" —presioné y deseé con cada fibra de mi ser que se tratara de una absurda, muy elaborada broma, pero para mi gran estupefacción y escalofriante horror... no lo fue.

—"¿Quieres más dinero?" —Connor intervino, sonando ofendido y disgustado—. "Porque investigamos cuánto costaría algo así con anticipación, no es como si...".

—"Alto, sólo... detente, ¿de acuerdo?" —ladré, alzando una de mis palmas en su dirección y reprimiendo el enfado que oscureció mis sentidos e inundó mis papilas gustativas con un sabor amargo, desagradable—. "Voy a olvidar que dijiste eso por el beneficio de nuestra relación profesional" —le advertí y aunque Connor lucía un poco arrepentido, no se retractó—. "No sé qué imagen tengan ustedes de mí, pero ciertamente no puedo ser el único que crea que esto es una mala idea".

—"¿Por qué?" —Elliot preguntó con su habitual tranquilidad y todo rastro de diversión en su rostro desapareció por mi abrupta reacción, estudiándome con una intensidad que disparó mis nervios al cielo.

—"'¿Por qué?'" —repetí en un chillido incrédulo, abriendo los ojos como platos para mirarlos con desconcierto—. "¿Por qué tú no lo haces?" —exigí, señalando a Connor con un dedo y frunciendo el ceño con severidad.

—"Porque tengo una urgencia familiar que no puedo ignorar y no estaré en la ciudad por una semana. Mi trasero debe estar postrado en un avión en cuatro horas o mi madre cumplirá su promesa de castración" —Connor sonrió entonces, pero el gesto no iluminó sus iris castaños—. "Escucha, Ashton. Esto no estaba dentro de los planes, ¿está bien? Normalmente soy yo quien ayuda a Elli durante sus recaídas, pero esta vez nuestras manos están atadas y pese a que le insistí que consiguiéramos a alguien cualificado..." —rugió con fastidio, enfatizando la palabra y observando a Elliot con evidente frustración—. "No pude convencer a este cabeza dura".

—"¿Qué?" —murmuré, incapaz de digerir esa alarmante revelación, pero la expresión de Elliot permaneció cerrada, imperturbable, sin exteriorizar la más minúscula pista de sus verdaderas intenciones—. "¿Por qué?" —reiteré, mi voz un soplo de viento fugaz, apenas audible.