Capítulo 14 - Créeme

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[Hey, Chlo. ¿Cómo está Spaghetti?]

Pulso el botón de enviar, sorbiendo con satisfacción mi café recién colado. La cafetera de Elliot es una maravilla de última generación, una que sólo podría costear en mis más alocados sueños, por eso no desperdicio oportunidad en sacarle provecho. Sin embargo, extraño mi casa, algo que nunca pensé que sería posible, teniendo en cuenta que me estoy quedando en lo que la sociedad actual podría considerar como un distinguido palacio.

Pero este departamento carece de calidez. No se siente como un hogar; todo es demasiado perfecto, impecable, impersonal. El único espacio que tiene la huella de Elliot es su perturbador museo de figurillas coleccionables, el cual ha estado clausurado desde aquella vez que me lo mostró. Y no me quejo, tampoco es como si estuviera muy entusiasmado por visitarlo de nuevo, pero el resto de este lugar es tan frío que me hace cuestionar cómo alguien podría vivir aquí por tanto tiempo sin volverse loco o desarrollar un agresivo trastorno obsesivo compulsivo.

Huh, tal vez eso es exactamente lo que Elliot tiene. No lo ha manifestado, al menos que me haya percatado, pero debido a su peculiar manera de ser y misterioso comportamiento, no me sorprendería si ese llegara a ser el caso. La pantalla de mi teléfono se ilumina y me apresuro a comprobar la respuesta de Chloe, agradecido de que me ofrezca una distracción de mis desvaríos mentales, los cuales han estado incrementando en estos últimos días y no sé si debería estar preocupado por ello, o... aliviado de no estarlo.

@  Chlo: [¿Por qué preguntas primero por Spaghetti? ¿Qué hay de mí? ¿Ya no te importo? Eres tan ingrato.]

[Soy responsable del bienestar de una criatura domesticada, Chlo. Por supuesto que estoy interesado más en ella ya que, a diferencia de ti, Spaghetti no puede cuidar de sí misma.]

@  Chlo: [Excusas, excusas. Pero si de verdad quieres saber, el pequeño demonio está disfrutando mucho su estadía conmigo.]

[¿Pequeño demonio? ¿Qué sucedió?]

@  Chlo: [¡Es perversa! No puedo dejarla sola por un instante porque destruye todo lo que toca. Ayer tuve que sepultar una de mis gardenias porque se le ocurrió la brillante idea de usarla como un juguete para masticar. También hizo añicos el vestido naranja que me puse para el cumpleaños de tus padres. ¡Es muy malvada!]

[Pero, ¿acaso no odiabas ese vestido?]

@  Chlo: [Eso es irrelevante, Ashton. La raíz del asunto es que lo está haciendo adrede. Creo que es porque me he rehusado a enseñarle al delicioso Henry Cavill.]

[*jadea* ¿Cómo te atreves? eres la despiadada. No puedes prohibirle eso, está en contra de las reglas. Henry es de todos y para todos. Spaghetti tiene derecho a buscar una venganza sangrienta.]

@  Chlo: [Lo hice como castigo. ¡No sabía que podía ser tan rencorosa!]

[Haz las paces y devuélvele a Henry, Chlo.]

@  Chlo: [Bien, pero la próxima vez que tenga que hacerme cargo de ella, la encerraré en su trasportín cuando tenga que ir a trabajar. Es su culpa por herir mis sentimientos y traicionar mi confianza.]

[De acuerdo, acepto esa condición y lamento la muerte de tu gardenia. Te pagaré por los daños.]

@  Chlo: [¿Qué hay de mi vestido?]

[¡Odiabas ese vestido! Además, eres súper talentosa. Estoy seguro de que podrás fabricar otra prenda con los pedazos.]

@  Chlo: [Tienes suerte de que me encantan los halagos. Y no quiero tu dinero, quiero tu cariño, preferiblemente en forma de una caja de bombones o un pastel de calabaza *guiño, guiño*.]

Sogas y Encajes | Romance BL | VISTA PREVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora