𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓

298 38 5
                                    

— ¿Por qué?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué qué, Shanks? —preguntó Penelope confundida mientras observaba como el pirata sujetaba el mango de su espada mientras la veía con odio— ¿Qué pasa? Me estás asustando. Shanks, ¿qué ocurre?

— ¿Por qué has intentado matar a Yvonne? —cuestionó apretando sus dientes mientras apartaba la mano que se acercaba a él de un manotazo— ¿No te bastaba con haber usurpado su lugar todos estos años, Ayla? No. Debería llamarte Penelope, ¿verdad? Penelope Eckhart, la falsa princesa del ducado, la que jamás será la verdadera princesa de la familia Eckhart.

¿Qué estaba pasando? Esto no le gustaba. Tan pocas veces le había visto, tan pocas veces había hablado con él y aún así su corazón parecía volverse loco por él.

Ahora ese mismo corazón parecía a punto de desgarrarse mientras veía cómo Shanks desenvainaba la espada y una figura conocida se acercaba a él por detrás. Yvonne. Estaba sonriendo mientras rodeaba el brazo de Shanks.

— ¿Por qué...?

No pudo evitar soltar. Shanks era suyo, no de Yvonne. Aparecía solamente en su ruta, no en la de Yvonne. Shanks... solo podía enamorarse de ella. ¿Verdad? ¿Verdad?

— Tranquila, Yvonne. Ella ya no podrá hacerte daño.

¿Por qué le hablaba con tanto cariño? ¿Por qué? ¿Por qué estaban a punto de besarse frente a ella?

— ¡Ayla! —exclamó Shanks con preocupación al verla tan ida y a punto de recibir un ataque.

Debía ser sincero consigo mismo. Seguirla a su «cita» o quedada con su amigo no era lo más ético del mundo, pero se alegraba de haberlo hecho si no a saber si hubiera podido volver a verla sana y salva.

Al principio desaparecieron tan rápido que tardó en encontrar a donde se habían ido, luego se relajó al ver cómo estaban simplemente repartiendo pan a los necesitados y se sintió celoso al ver la cercanía con la que hablaban y la forma en la que Ayla sonreía al hombre de la máscara.

Pero no era una cita, no estaban solos sino que había un niño con máscara de león. Había pensado en aparecerse casualmente por ahí, pero mientras pensaba ya habían cambiado de zona y pronto el sol comenzó a ocultarse y la labor de repartir comida terminó.

Y él todavía seguía escondido sin saber cómo aparecerse.

Solamente contemplando como Ayla cuidaba desde la lejanía al niño que jugaba con otros y, antes de darse cuenta, los niños ya no estaban y Ayla comenzó a correr por el lugar buscándolos. Todo pasó tan rápido que solo alcanzó a seguirla hasta la playa e intentar protegerla de un ataque y lo hizo, la protegió aunque en realidad fue aquel niño de la máscara quien puso a Ayla a salvo mientras él era raptado junto a los críos.

Para su suerte no parecía haber sido captado por los encapuchados y pudo esconderse, intentó analizar la situación y buscar rutas de escape.

Cuando ya tenía un plan trazado, la aparición de Ayla junto al hombre de la máscara y un rubio le hicieron olvidar lo que había estado a punto de hacer. Fue a su encuentro y no dudó en expresar su preocupación mientras examinaba que no estuviera herida, no le importó las miradas que le echaban.

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐈𝐑𝐀𝐓𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 || 𝐒𝐇𝐀𝐍𝐊𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora