Mi maestro de historia [Zayn Malik] - TERMINADA

capitulo 24

"_____"

Sin duda era un hombre espectacular con un gran estilo, figura, pensamiento, léxico y hermoso. Era el hombre que cualquier mujer quisiera tener, incluyéndome. Pero me era imposible tener una relación con él, así que borre ese iluso pensamiento de mi cabeza para mirarlo y solo apreciar la vista.

- Hola _____ - dijo sonriendo – me gustaría mucho abrirte la puerta para que entres... Pero es un poco riesgoso...

- No te preocupes – abrí la puerta y entre al auto, la cerré a continuación y me gire en mi asiento para mirarlo – hola por cierto... - me incline para saludarlo de beso, tanto él como yo nos quedamos en shock, nunca nos habíamos saludado de beso así que regrese a sentarme pegada al asiento, sin decir nada

- Bueno... No sé tú, pero yo tengo mucha hambre... Pensé en ir a comprar algo de comer o ir a mi casa y comer allí para que nadie nos viera – comentó sonriendo

- Está bien, me gusta esa idea – sonreí sin decir nada más

Zayn condujo por distintas cuadras hasta llegar a un restaurante de comida china, él se bajó del auto para ir a comprar nuestra comida mientras yo esperaba en el auto. Tomé mi celular y no tenía novedades de mis amigos. Lo bueno era que iba a estar sola, sin personas que preguntaran de mi paradero. Bloquee el celular y entro al auto Zayn dándome una bolsa con la comida. Sonreí al verlo. Él condujo un rato más hasta que llegamos al edificio donde vivía. Subimos por el elevador hasta llegar al piso correcto. Caminamos por los pasillos, al llegar a la puerta correcta él la abrió mientras pasaba a la casa, imite su acción y él cerro después.

- ¿Dónde quieres comer? – preguntó - ¿Cocina o sala?

- Donde sea...

- ¿Sala? – dijo sonriendo coquetamente

- Si – reí

- Bien, iré por algo de beber... - se fue caminando a la cocina, me quede en medio de su sala sosteniendo la bolsa con comida sin saber qué hacer ni cómo comportarme – ¿Qué quieres para beber? – preguntó

- Agua está bien... - respondí, después de unos pocos segundos apareció Zayn con dos vasos con agua, los puso en su mesa de centro, tomo la bolsa que yo sostenía, mientras sacaba dos cajas con comida, una me la entrego y sostuvo otra para él, se sentó en el piso para después palmear el piso a un lado suyo, sonreí e imité su acción, me senté a lado de él.

- Cuéntame... ¿Cómo te ha ido en la escuela _____?

- Pues bien... Excepto en historia – reí al ver su mirada de sorpresa – en serio no soy buena en eso Zayn lo siento, se me hace un poco aburrido – confesé

- Tranquila – dijo riendo – no a todos se les da las mismas cosas... - tomo un poco de su comida para llevársela a la boca, cuando termino de masticar y de tragarla continuo – si quieres yo te puedo ayudar...

- Gracias – tome un poco de comida para comerlo – pero no me gusta que me ayuden...

- Tal vez así te valla mejor, y no tengas que recusar la materia...

- Lo sé – reí – de hecho, tengo que hacer la tarea que dejaste para puntos extras...

- Pues yo te puedo ayudar, sin duda te irá bien, pero así no tengas problemas...

- De verdad estoy bien así – sonreí mientras seguía comiendo – ¿Cómo te ha ido con tus clases?

- Pues... Los chicos son muy difíciles... Las chicas son un poco más tranquilas... Pero los dos al mismo tiempo... Es insoportable, el único grupo que no son tan desordenados es el tuyo, y es porque son los mayores...

- Sí... No creo que debas de tener muchos problemas con las chicas Zayn – dije para después reír

- ¿A qué te refieres?

- Pues las chicas van a querer quedar bien contigo Zayn, no dudo que uno que otro chico también... - me miro sin comprender – quieren llamar tu atención para hacerte creer que son muy buenos alumnos...

- ¿Ah sí? – pregunto inclinándose hacia mí - ¿Por qué crees eso?

- Pues porque están interesados en ti Zayn, ¿Qué no es obvio?

- ¿Qué tengo que pueda hacer que se interesen en mí? – pregunto con una mirada traviesa, su sonrisa torcida y esa mirada seductora y profunda que me provocaba a caer en sus encantos

- Como si no lo supieras Zayn...

- Pues no lo sé... Dímelo... - dijo mirándome fijamente a los ojos, esquive su mirada deseando que se olvidara del tema o pidiendo fuerza e idas para poder responder

- Pues eres un maestro, joven... - asintió serio – inteligente, guapo... - dije y sus ojos se abrieron – eres muy atractivo, encantador... - lo miré y él sonreía sin dejar de mirarme – bueno... Eso es seguramente lo que las trae locas por ti

- ¿Y tú no?

- No – conteste segura

- ¿Por qué tú no? – pregunto curioso - ¿Y por qué tú, la chica que me trae loco, a la única que le pongo atención, la única que me interesa... Eres a la que no le intereso en absoluto?... – dijo mirándome y tomando de mi mano

- Pues... - no sabía que decir – porque no quiero que te corran... No quiero que todos me miren mal por meterme con un maestro y que todo se valla al carajo por eso...

Después de contestarle continuamos en silencio nuestra comida, me fue a dejar a casa, ya que estaba sola cerré con llave todo y fui a mi habitación, me avente a la cama para llorar y después dormirme.

Eran las diez de la noche, me acababa de levantar, tome mi mochila y saque todas las cosas de mi mochila, encontrándome con la carta que me había encontrado hoy por la mañana en mi casillero. La abrí y comencé a leer.

"De: X, Para: _____"

Hola ____, sé que ya ha pasado mucho tiempo desde que empezaron a llegarte mis cartas, tal vez te han gustado tal vez no. Espero que si en verdad porque me ha sido muy difícil escribirlas y entregarlas. Pero esta carta es especial.

Por fin me ha llegado el valor para decirte quien soy, te espero en uno de mis restaurantes favoritos mañana a las cuatro de la tarde, te dejo la dirección en el sobre.

-Te escribe... X

Sonreí al terminar de leer, al fin lo conocería. Guardé la carta y me dormí nuevamente.

Era hora de ir a la comida con X, había buscado el restaurante en internet y era un lugar muy elegante. Me vestí justo para la ocasión. Me maquille y peine. Tome un taxi para llegar al lugar. Al llegar baje y pague al taxista. Entre tímidamente al lugar en la recepción estaba un hombre con esmoquin muy elegante, me miro y preguntó:

- ¿Tiene reservación?

- Creo que si – dije tímidamente – soy _____ Edwards

- Déjeme reviso, permítame un segundo – comenzó a revisar en una libreta. Sonrío cordial – así es señorita Edwards, venga por acá por favor, ya la están esperando – comenzó a caminar él hombre y yo detrás de él, estaba muy nerviosa mi estómago dolía de nervios, sentí mariposas en él – aquí es madame – dijo para después irse, mire a la mesa y se encontraba un hombre con una carta del restaurante cubriendo su cara, sonreí y me senté esperando a que él se quitara eso de la cara, vi como dejaba un paquete en frente de mi sin decir nada, sonreí y dije finalmente

- Ya déjame ver quién eres por favor... - oí una pequeña risa, comenzó a bajar la carta hasta que pude verlo, no lo podía creer... Era...

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Editado 2021