Capítulo 2

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El día que Jeon Wonwoo descubrió que tenía una pareja destinada fue el día más feliz de su miserable existencia. Él recuerda estar tan emocionado por conocerle cuando sintió su presencia en la tierra que, casi rompe una de las magníficas esculturas de la Reina Joohyun y el Rey consorte. Nunca se consideró un ángel prejuicioso pero, siempre pidió al cielo una criatura que pudiera protegerlo y quererlo lo suficiente como para soportar su mal carácter.

Hasta que Mingyu apareció en su vida y rompió todas las compuertas.

El ex monarca de los Demonios era poderoso de la cabeza a los pies. Una mirada suya lo tendría rendido a sus pies o en sus rodillas si lo hubiera pedido pero, él metió la pata hasta el fondo y ahora no sabía como arreglarlo. Cuando Mingyu cerró la puerta de su balcón marcó un límite que no debía traspasar pero, él quería que lo perdonasen. Aquella mañana se obligó a si mismo a volver a Elium  y pasó todo el día con el rostro acongojado y el corazón apretujado. Suspiró entrando a la biblioteca del reino y se dejó caer en una silla con pesadez.

Si tan solo hubiese meditado sus palabras mejor...

- ¿Estás bien? - la voz de la reina le hizo saltar del susto – Oh, te he asustado.

- ¿Cómo te fue con Mingyu? - preguntó Minseok, el hermano de la Reina tomando asiento frente a él – Por la expresión de tu rostro, asumo que no muy bien.

- Me disculpé con él – susurró dejando caer la cabeza sobre la mesa de madera – Me echó de su departamento y me dijo que me mantuviera alejado si no estaba dispuesto a conocerlo.

Dos pares de ojos le miraban expectantes por más detalles. El no solía compartir su vida privada más allá de lo permisible pero, confesó todo con un pesar en sus hombros terrible. Wonwoo explicó que además de ser cortante en su reunión pocos meses atrás, también le gritó insultos no agradables cuando el demonio todavía era Rey. Juraba que no había sido su intención herirle, a pesar de que era lo que había logrado y ahora estaba cosechando lo que había sembrado. Joohyun le observó boquiabierta con la decepción pintada en su rostro.

- Pero eso no es lo peor – bufó desviando la vista avergonzado – Hoy me confirmó que soy su almae.

La mano de Joohyun golpeó su rostro con fuerza dejando la marca en su mejilla. Se lo merecía, lo sabía y no sabía que dolía más, si la decepción en su mirada o la marca en su cara. Minseok negó y se levantó de la mesa andando por el cuarto hasta que localizó con la mirada un libro. Alzando la mano lo deslizó de su lugar y golpeó la cabeza de Wonwoo con el tesoro. La portada de color amatista llamó su atención y tomando el libro entre sus manos miró a su amigo.

- La leyenda dice que un demonio es un ser sin alma que se alimenta de almas inocentes pero eso está muy lejos de la realidad. Hace muchos años, cuando los arcángeles crearon a los hombres y a las criaturas decidieron que para juntarlos y nunca equivocarse otra vez, dejarían siempre un pedacito de su esencia en su otra mitad para que supieran como identificarlos - explicó Minseok sin mirarle – A diferencia de ellos, que necesitan besarse o aparearse para estar juntos y completar un vínculo, la anatomía de los ángeles de los nueve reinos es diferente.

- Estoy muy decepcionada de tí, Wonwoo – habló Joohyun por primera vez desde su confesión – Tu juicio por los demonios te llevará a perder a tu pareja, lo cual, me sorprende porque de todos los ángeles que conozco eres el más sabio.

- Joohyun – interrumpió Minseok – No es nuestro asunto para arreglar. Wonwoo, cierra los ojos y dime que dice tu corazón con toda sinceridad.

Cerró los ojos dejando que su cuerpo se relajara y su mente inquieta se calmara. Los ojos de Mingyu aparecieron en su mente y luego su rostro comenzó a completarse lentamente como si su mente develara una pintura oculta. El lunar en su nariz y en su mejilla causaron un hormigueo en sus dedos creando un ansia extraña por tocarlos.

- Veo el rostro de Mingyu – susurró abriendo los ojos - ¿Qué significa?

- Que debes dejar de ser un imbécil y aceptar que tu pareja es un demonio – concluyó Joohyun cruzando los brazos – Un Almae es algo preciado e importante para todas las criaturas así que leete el libro y deja de sacar conclusiones estúpidas.

Wonwoo asintió y se retiró con el libro entre sus manos hacia su recámara en el lado este del Palacio Real. Saludó a algunos sirvientes del palacio que rondaban la zona haciendo su trabajo y se encerró en su recamara silenciosa. Para ser parte del consejo y vivir siempre allí, Wonwoo poseía realmente pocas cosas. Su cama era muy simple y sencilla mientras que en su tocador tenía una pintura de su familia para recordarle que el amor que ambos sentían por él continuaba vigente.

El rostro afligido de Mingyu apareció en su mente una vez más robándose su pensamiento como si fuera una polilla que se dirige a la luz. Utilizó su don concedido que pocas veces necesitaba y se dejó llevar hasta encontrar la esencia del demonio de ojos oscuros. Le daba curiosidad saber que estaba haciendo. ¿Estaría pensando en él? ¿Desearía no verlo jamás? ¿Y si Wonwoo no era suficiente para él?

El olor del café recién hecho golpeó su nariz pero él no bebía café. Frunció el ceño tratando de identificar el lugar sintiendo una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo de la cabeza a los pies. Mingyu llevaba una camisa sin mangas en su departamento con una taza de café recién hecho entre sus dedos. Bebió un sorbo del flamante líquido y Wonwoo suspiró al observar su cabello recogido por una gorra y el sudor hacer su piel morena más brillante. Los dedos le hormiguearon por tocarle el hombro mas la voz del demonio en su mente le dejó paralizado.

- Te dije que te mantuvieras alejado – susurró erizando su piel con voz profunda - ¿Qué se te ofrece?

- ¿Es mi imaginación? - preguntó aún sabiendo que era imposible que aquello sucediera – Se supone que no puedes sentirme.

Sintió un tirón en sus piernas y un grito silencioso se escapó de sus labios cuando fue arrastrado hacia abajo. Nunca había sentido una fuerza tan poderosa envolver su cuerpo y al abrir los ojos, Mingyu le observaba desde el mesón de la cocina con una ceja arqueada. Wonwoo parpadeó hacia él mirando los alrededores y luego le miró a él.

- ¿Cómo...?

- Te arrastré hacia aquí – confirmó el demonio – Soy mucho mas poderoso de lo que crees, zafiro.

- ¿Zafiro? - preguntó ladeando la cabeza ante el mote - ¿Por mis ojos?

- Quizás.

Mingyu tomó asiento frente a él cruzando los brazos observándole detenidamente. El moreno tenía esa mirada de la primera vez que sus ojos se conectaron y le sonrió mostrando los colmillos. Eso no debería ser sexy, pensó Wonwoo en su mente y desvió la mirada antes de continuar comiendoselo con la mirada. El sol estaba cayendo en el horizonte y el cielo se coloreó de naranja gradualmente. Era una vista tan hermosa que, Wonwoo olvidó que estaba en la casa de Mingyu y cuando giró para disculparse, el demonio estaba detrás suyo. El aura de Mingyu era tan fuerte que doblegaba todas sus opciones. Wonwoo se acercó hacia él con lentitud, enfrentandole sin apartar la mirada de la suya. Sucumbió a su propio deseo y llevó un dedo curioso hacia el rostro de Mingyu tocando el curioso lunar en su nariz hasta deslizarlo hacia su mejilla.

- ¿Wonwoo? - susurró Mingyu tragando saliva - ¿Zafiro?

No sabía porque tenía aquella necesidad imperiosa y dolorosa de tocarle mas su corazón latió casi desesperado cuando el demonio bajo su rostro casi juntandolos y rozó su nariz en una suave caricia.

- No entiendo porqué haces mi corazón latir desesperado si apenas te conozco – susurró Wonwoo mirandole a los ojos – Es como si no pudiera evitarlo y se siente... extraño.

- Eres mi almae, zafiro – respondió Mingyu con firmeza detallando el rostro de su amado sin desespero – Cuando estés listo para aceptar lo que puedo ofrecer tu propio corazón te dirá hacia que dirección debes ir.

- ¿Y si me está diciendo que me acerque hacia tí? - preguntó bajando la mirada perdido en sus propios pensamientos - ¿Y si soy yo el que quiere ir en dirección contraria?

- Entonces deberé hacer hasta lo imposible para que te quedes a mi lado – suspiró Mingyu apoyando sus frentes juntas y una suave sonrisa flotando en su rostro – Justo dónde perteneces.




Elium: Reino del Hielo o Tierra del Hielo. Regente: Reina Joohyun y Reina Consorte Seulgi. Herederos al trono: Princesa heredera Minjeong.

El Corazón del Demonio (Meanie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora