Su nombre preferido era Ashes. Los demonios tenían la costumbre de ponerle nombre a sus residencias para diferenciarlas. Lo que comenzó como una broma desde los primeros siglos se volvió una tradición. Para Wonwoo era como haber entrado a un verdadero mundo de fantasía. El camino de entrada se veía largo pero, los arcos de enredadera eran enormes y muy coloridos.
No parecía la casa de un demonio.
- Esto se escuchará un poco prejuicioso pero.... - Wonwoo arqueó una ceja observando detenidamente sus alrededores – Esto no te pega.
Mingyu rió a carcajadas bastantes sonoras y un par de aves negras volaron por encima de ambos. El lugar era tan pintoresco sacado directamente de un libro o de algún pueblo en Paradise. Continuaron su camino con Wonwoo embelesado sin saber a dónde mirar hasta que la gran casa apareció en su vista. Los jardines llenos de verde con flores recién cortadas, los árboles cubriendo gran parte de los costados, la fuente de varios pisos rodeada de escaleras y más jardines que amó desde el primer vistazo. Subieron las escaleras con Mingyu detrás suyo disfrutando la vista y de cada una de sus reacciones. De dos pisos con ventanales para que la luz natural entrara e iluminase la casa por varios lugares, Ashes era su lugar favorito del mundo.
Antes, muchos muchos años antes cuando buscaba una propiedad extensa y oculta para asentarse una de las criaturas mágicas que vivía en el pueblo, le contó la historia de una mujer que había quemado su casa con sus pertenencias después de fallecido su esposo. Al principio pensó que era solo una historia de pueblerinos hasta que, buscando satisfacer su propia curiosidad, anduvo por el camino indicado y sus pasos le llevaron a aquel lugar que ahora era su primer hogar propio.
- ¿Quieres contarme la historia de este lugar? - jugueteó Wonwoo mirándole directamente – Siento que hay tantas cosas de tí que aprender.
- Cuando cumplí 150 años, mi padre permitió que mi hermano y yo buscasemos una tierra para asentarnos. Mi hermano ya tenía la suya en mente pero, estaba esperando que yo cumpliera la edad para hacerlo juntos. Escuche la historia que esta casa, una vez una casa estilo victoriano de una familia prominente fue reducido a cenizas por la mujer que aquí habitaba después de que su marido falleciera de una enfermedad incurable. La construimos en dos años la primera vez y, la remodelación fue hace unos tres años.
- ¿Y por qué Ashes? La verdadera pregunta es porqué alguien le pondría nombre a una casa...
- Es una broma entre demonios – rió Mingyu – Un amigo de mi hermano nombró a su casa Vromont y, desde ahí, todos le hemos puesto nombres a nuestras propiedades. Ashes es cenizas en inglés y dado que aquí hablan inglés también y dada la historia de la casa pues... Pensé que sería un buen juego de palabras.
- ¡Qué creativo eres! - Wonwoo se acercó a él y llevó las manos a su cuello sonriente – Gracias por traerme a tu hogar.
- Espero que en el tiempo que estes aqui pueda ser tu hogar también.
Cepilló su nariz en la contraria y lo besó suavemente. Moldeó sus cuerpos juntos disfrutando de lo poderoso que era aquel toque de su almae en su piel y en su alma. La suave brisa los rodeó mientras se dejaban llevar. La felicidad en su cuerpo corría iluminando cada parte de su cuerpo. Mingyu entrelazó sus dedos juntos y rompió el beso suspirando. No sabía que podía volverse adicto a los labios de otro ser pero, ahí estaba rogandose a si mismo alejarse para mostrarle su casa. Jaló a su chico bajo su brazo y entraron sonriendose.
Por dentro, era tan magnífica como por fuera. La luz natural se filtraba por las ventanas descubiertas dando un toque especial. Dejaron los zapatos en una estantería cercana a la puerta y tomaron unas pantuflas para andar con mucha más comodidad. La entrada de la casa era hermosa. El mobiliario de la casa se había conservado y algunos artículos eran vintage.
- Serena – llamó Mingyu a la nada llamando la atención de su almae – Acércate.
Wonwoo no supo de dónde salió pero, en segundos, una joven apareció delante de ellos haciendo una reverencia. Llevaba el cabello rubio recogido en un moño bajo, las manos juntas y los ojos oscuros fijos en él. Mingyu tomó su mano y procedió a presentarlos.
- Zafiro, ella es Serena, mi asistenta personal y ama de llaves – asintió a la chica y esta sonrió mostrando su colmillo – Serena, este es Wonwoo, mi almae.
La sola mención de la palabra almae hizo que esta se inclinara nuevamente hacia él. La mirada en sus ojos cambió a una más cálida y su sonrisa se volvió genuina.
- Sea bienvenido a Ashes, Maestro del Hielo – susurró Serena – Estaré en la cocina por si me necesitan.
- Lleva esto a la cocina para que Jisoo la haga – indicó cediéndole la bolsa marrón – Es carne y verduras separadas como a él le gusta.
- Enseguida, Majestad – tomó la bolsa y desapareció como mismo había llegado.
Wonwoo parpadeó y miró a Mingyu interrogante. Supuso que el personal se mantenía fuera de la vista para darle privacidad a Mingyu pero, confirmarlo le dió escalofríos.
- Han estado conmigo por años. Algunos son hijos de demonios que murieron en la rebelión injustamente y otros, han venido voluntariamente a mí – dijo a modo de explicación – Vamos, te mostraré nuestra habitación y luego podemor salir a dar un paseo.
- Claro.
Recorrieron la casa entera y luego, entraron a la espaciosa habitación. Wonwoo cayó en la cama sintiendo la suavidad de las almohadas y el colchón. Ni siquiera imagino que los demonios vivían tan cómodamente. Debía aceptar que su percepción de las criaturas estaba distorsionada.
- ¿Qué opinas? - preguntó Mingyu acostándose a su lado – ¿Estarás bien con tanto Sol?
- Que viva en Elium no significa que me voy a descongelar si paso mucho tiempo fuera del reino, Majestad – bromeó el ángel – Gracias por mostrarme mucho más de tí.
Le abrazó y besó su frente. Disfrutó del calor agradable que su cuerpo le brindaba y escuchando los latidos calmados de su corazón enredandose en su olor particular, Wonwoo se quedó dormido y Mingyu lo siguió poco después.
PD: No es 100% fiel a como me la imaginaba al principio pero, esta se asemeja bastante a la casa que tenía en mente para nuestro Mingyu. Espero que disfruten el capítulo y nos vemos en los siguientes.
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El Corazón del Demonio (Meanie)
FanfictionKim Mingyu es el antiguo Rey de los Demonios, el dueño de las almas perdidas del Hades. Ha estado atado a la Erat por siglos y la soledad que arropa su corazón comienza a hacerle mella. Cuando su sobrino Chan cumple la mayoría de edad para reclamar...