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𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔 𝗬𝗔𝗡𝗚 𝗝𝗨𝗡𝗚𝗪𝗢𝗡 :: escenario. “¿Imaginas un mundo lleno de gatitos?”
Duración: +900 palabras.
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Pequeñas risas tontas salieron de tu boca luego de oír el bobo comentario de tu novio. Él solo hizo un puchero al lado tuyo, volteando su cuerpo encima de la cama para abrazar tu torso y mirarte directamente.
—Sería imposible, Wonie. —dijiste entre suaves risas.
Eran ya altas horas de la noche, de hecho, ya hace un par de horas se había dado la madrugada... Tu sueño estaba ganando la batalla poco a poco y, ¿Jungwon? Cayendo en la demencia completamente. La oscura habitación ocultaba las locuras que ocurrían por la mente del joven líder, quien solo sonreía ante sus propias dulces ocurrencias.
—Pues... Puede no serlo —Sonrió travieso ante su propia idea absurda—. Solo hay que imaginarlo... —dijo riendo.
Tú negaste. De igual manera abrazaste al chico que acomodó su barbilla en tu busto, para así hablar y mirarte más a gusto. Estabas demasiado cansada, pero Yang parecía desbordar energía. Hablaba y hablaba, decía cosas tiernamente absurdas. —¿Qué imaginas en tu universo de gatitos? A ver... —Lo miraste ilusionarse ante tu pregunta.
Jungwon sonrió y se despegó de ti. Apoyó sus codos en el colchón y ladeó su cabeza hacia un lado. «Tierno». Eso era lo que pensabas. Jungwon siempre lograba ser tierno, de alguna manera, y en esa noche de aparente demencia, era hermoso.
—¿Imaginas un Enhypen de gatos? —preguntó con emoción—. Jake y yo seríamos gatos naranjas, Jay sería un gatito negro y Sunghoon uno negro con blanco, Ni-ki gris oscuro, Heeseung uno de esos que tiene todos los colores de los gatos y Sunoo uno blanco y pomposo. —finalizó sonriente. —¿Sí? —preguntaste con una sonrisa mientras bostezabas sin poder evitarlo. Jungwon solo asintió con dificultad. Sus comisuras se ensancharon y la sonrisa en su rostro explotó. —Sí... Like hot summer... Meow, meow, meow~... 일단 뛰어... Meow, meow, meow~.
—Tamed-Dashed Meow Version. —dijiste con gracia.
—¿Imaginas? —Ambos rieron—. Like a Fever, Fever, Fever, meow!!
—Por favor... —reíste sin poder creerlo. Miraste sus hermosos ojitos brillosos y acariciaste su cabello suavemente para seguirle el juego—... ¿Qué más habría? —Él rió con alegría.
—Mmm... Los menús del McDonald's serían de pescado —respondió—, atún, salmón... ¿Camarón? —Ese no es un pescado. —negaste viéndolo rodar sus ojos con gracia. —Bueno~...
Jungwon, nuevamente, se tiró en tu pecho. Aquella charla sobre gatitos era tierna; no lo ibas a negar, pero morías de sueño. Aún así, él parecía tener energía. Con la poca que tú tenías, sonreíste y preguntaste algo absurdo, pero que para Jungwon fue una completa revelación...
—¿Y los gatitos que quedan atrapados en árboles? ¿Son ayudados por otros gatitos bomberos? —preguntaste. Los ojos de Yang se abrieron con una sorpresa enorme.
—Eso no lo había pensado... —Su voz salió tan apagada por el asombro que no pudiste evitar reírte de él. Jungwon te imitó, y mientras volvía a abrazar tu torso con cariño dijo: —EnMeowPen... seríamos...
—Yah, duérmete.
Él rió. Era obvio que estaba colmando poco a poco tu paciencia, la poca que quedaba de ella. Lo cual —de cierto modo— a él le encantaba hacer. Lo que más adoraba era ver tu tierno entrecejo fruncido, procurando relajarlo él mismo con suaves besitos en este y el resto de tu rostro.
—¡OH!... 가슴 아프게 나의 심장이... Meow, meow. It's like a poooo—rió—laroid love.
—Vamos, duerme.
Él sólo suspiró ante tu insistencia, mirándote con un pucherito en sus labios. «¿Crees que sea posible?» salió suave de estos, haciéndote pensar sobre cómo él en serio se estaba cuestionando todo aquello al rededor de las 2 a.m ese miércoles...
—No... —respondiste bajando sus ilusiones. Eso se reflejó en su rostro, y te rompió el corazón, por lo que rápidamente te retractaste—. Pero... Nada pierdes con creerlo. El espacio es infinito y tiene miles de galaxias por descubrir. Quizás haya un universo en donde los gatitos gobiernan.
—¿Cómo... presidentes?
—Puedes imaginar a un gato presidente, pero... —Lo miraste a los ojos, para después tomar su nariz entre tus dedos y presionarla suavemente con cariño—. Imagínalo en sueños, ya es tarde. —dijiste entre risas cuando sus párpados cayeron con decepción por tu palabras. Soltaste su nariz de tu encierro y simplemente lo miraste.
—Bien... —Su voz reflejó su sentimiento.
Él suspiró pesadamente y se acomodó en la cama, quedando a un lado tuyo. Lo seguiste con la mirada suavemente, hasta llegar a su sonrisa repentina. Jungwon siempre hacía lo mismo: luego de despegarse —desganado— de tu pecho que tanto adoraba usar como almohada, se acomodaba a tu lado y te regalaba una hermosa y dulce sonrisa. Para después acercar sus labios hacia tus mejillas y dejar un cariñoso beso de piquito en estas. Esta vez no fue la excepción; sus labios golpearon tan suavemente tu mejilla derecha que hasta quisiste suspirar de lo lindo que era, pero, Jungwon no fue capaz de seguir con el momento romántico por mucho tiempo...
Rápidamente te separaste de él y una mueca de asco se formó en tu rostro cuando sentiste el frío en tu mejilla por la humedad que había dejado la saliva de Jungwon en esta. —¡Yang Jungwon! —reprochaste limpiándote con las sábanas de manera eufórica y desesperada.
Él sólo rió fuerte, como si no hubiera más gente en la casa y como si momentos antes no hubiera lamido tu mejilla desde tu mandíbula hasta casi tu párpado. —En mi universo imaginario de gatitos nos deseamos dulces sueños así... —Sonrió sin remordimiento—. Meow~
