El paseo

225 43 2
                                    

_ Gracias por aceptar mi compañía, Hermione _

Hermione suspiró. ¿Qué te parece si nos sentamos cerca del lago?

_ Bien. Si me permites quiero pedirte que me preguntes lo que quieras trataré de contestar tus dudas con la verdad, no hagas juicios sobre mi, no soy ni me acercó para nada a los standares normales. ¿Alguna pregunta?

La castaña colocó la mano en su barbilla para escoger bien las palabras... ¿Cuántas novias dejaste en Bulgaria?

_ Ninguna ya que no he tenido tiempo, entre el instituto y el Equipo de Quidditch, incluso descanso poco y no sería justo tener 1 novia y no darle el tiempo que merece. Peor  novias.

_ ¿Puedo preguntar yo?... ¿Por qué crees que sería tan irresponsable en tener muchas novias? ¿Qué
ganaría yo con eso?

_ No sé _ respondió. Como siempre te veo rodeado de chicas, luego de la presentación de los colegios invitados sonríes y das autógrafos. Creo que cualquiera pensaría eso.

_ Pues se equivocan tú y todos los demás. Te contaré algo que me pasó al llegar a Hogwarts.

Hice mi presentación tal como fue ensayada, más al terminar una señorita de cabellos castaños alborotados junto a unos bellos ojos cafés me cautivaron, tanto me encandile que no podía dormir esa noche, quería conocerla, saber su nombre. Sin embargo, y gracias a Snape hoy estoy junto a ella... Levantó su mano, quería acariciar su cabello ¿Puedo?

Hermione sonrió y tímida le permitió tocar sus rizos alborotados aún más por el viento frío.

Mala idea fue sentarse a la vista de todos, mientras ellos conversaban animadamente varias chicas se habían apostado a los alrededores para escuchar, o mejor dicho para admirar al guapo buscador.

Crabbe y Goyle rechinaban los dientes al ver al búlgaro con la ss.

_¿Qué le pasa a este tipo? ¿Qué no entiende como se manejan los estándares de conducta de los sangre puras?_ cuestionó Goyle enfurecido.

Crabbe se trono los nudillos _ ¡Creo que alguien debe enseñarle cuál es su lugar!

Ambos mortífagos rieron socarrones.

Victor estaba feliz, Hermione  le sonreía.  Mientras acariciaba su cabello jugando con sus rulos, pudo acariciar su rostro pecoso y sus manos pequeñas y finas.

Perdido en sus ojos y las bonitas sensaciones que irradiaba ella perdió la noción del tiempo, cuando notó la oscuridad susurró "Lumus"... Vamos Hermione te acompaño a tu torre.

Caminaron cogidos de las manos. Sonrió nuevamente al notar que sus manos se perdían entre los dedos grandes del búlgaro. Traviesa soltó la mano de Victor para medir ambas manos y notó lo grandes que eran... Y tímidamente metió sus dedos para que el muchacho los tomara en protección. Al llegar a la entrada de la torre, Victor la miró a los ojos, se acercó un poco y al ver que la muchacha no huyó le dió un casto beso en los labios. Ahí se quedaron pegados, el búlgaro no quería asustarla, le dió varios besos inocentes en la boca. Más como ella no dió indicios para besarla a profundidad, murmuró... Te veré mañana. Descansa.

Hermione sonrió embobada despidiéndose con una mano, dijo la contraseña y entró.











Mi amada castañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora