Mi amada castaña

Después del Baile

Pocos minutos después llegaron a Hogsmeade Village, saludaron al dependiente. En parejas entraron a sus habitaciones.

Theo respiraba. Sentía entre emoción y curiosidad al verse solo con Luna en esa habitación.

Para calmarse un poco. Le dijo _ Hicimos venir a nuestras madres para que hablen con sus padres y acuerden un contrato matrimonial, así nos casaremos al terminar el colegio.

Luna lo miró molesta _  ¡Osea que tengo que esperar 4 años más, para estar contigo! _ reclamó._ ¡Pues lo siento mucho, está noche serás mío, quieras o no!!

Tomó su varita y colocó un muffliato, para evitar 

Theo trago grueso ante las amenazas de su novia, Pero se dejó hacer. No quería perderla.

La rubia lo acorraló contra la pared más cercana, mientras lo besaba, aunque estaba nerviosa pudo desabotonar le la camisa, luego bajo al cinturón, más Theo que ya no resistía murmuró un hechizo verbal, quedándose ambos en ropa interior.

Ahora fue el turno de Theo, la tomó en brazos y se la llevó a la cama. Allí los besos y las caricias fueron subiendo de tono, primero dulces luego calientes y atrevidas.

Con maestría le quito el brassier, para alimentar se de sus flores blancas, hasta que sus pezones quedaron erectos por la excitación, Luna se retorcía y gemía. Bajo repartiendo besos por su piel blanca hasta llegar a las bragas, las bajo despacio quedando ante él su monte de Venus previamente depilado.

Bajo de la cama, tomándola de las piernas la arrastró al filo, abrió sus piernas y comenzó a lamer y dar pequeños mordiscos aquí y allá .

Su novia se derretía, el calor iba subiendo por su cuerpo devorando todo a su paso.

Le hizo el amor con su lengua experta, su primer orgasmo se lo entrego a él, a su amor, quien se hacía dueño de todo su ser, su primera vez con Theo Nott, el chico castaño, callado y serio que pasaba horas escondido entre los libros. De ahí lo sacó Luna y le enseño como veía el mundo, y ahora era el dueño de ella.

A Lunita le temblaban las piernas, Pero sabía que él también quería de ella más. 

_Amor acuéstate por favor _ pidió con dulzura.

El castaño más experto la jalo, mientras besaba su cuello, susurró _ está será tu primera vez y te dolerá un poco, vamos a hacerlo despacio, me acoplare a tu tiempo, Pero debes decirme, para no lastimarte. 

La acostó en la cama, quedando sobre ella, los besos siguieron subiendo de tono, Pero está vez, Theo colocó su miembro en la entrada caliente de su novia, e iba introduciendo se poco a poco.

Luna sintió la intromisión molesta, el dolor mezclado con deseo comenzó a sentirse, sus muecas de dolor detenían los besos de Theo.

Este decidió recostarse e invito a Luna a montarlo.

_ Sube tú y controla las penetraciones para que no te duela tanto _ explicó el castaño.

Luna abrió los ojos asombrada al ver el tamaño de su miembro _ ¡Todo eso entrara en mi!_ exclamó ¿Estás seguro que no me lastimas?

Theo sonrió. No, amor todo yo te pertenezco y no te haré daño. Subete.

La rubia obedeció y se sentó poco a poco hasta que el dolor dió paso al placer. Instintivamente comenzó a moverse para calmarse, ahí fue el turno de Theo para cambiar de lugares.

Rápidamente la penetró despacio y comenzó el Vaivén delicioso, los gemidos de ambos se mezclaron en el ambiente, solo ellos se escuchaban. 

Lunita llegó primero, minutos después Theo se  liberaba al fin. Tomó su varita que había dejado en el velador e hizo un hechizo anticonceptivo.

Se giro dejando a Luna sobre su pecho, ya que quería seguir besándola y acariciando la. 

Luna estaba feliz aunque adolorida, minutos después se quedó dormida.