1-Parte

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Pasado

Buenos días mundo frio y helado. Como odio el invierno siempre frio, y eso paisajes helado que dan escalofríos.

-Joseba, baja tienes el desayuno en la mesa- mi madre como la quiero siempre tan atenta, no se que haría sin ella.
-Ya bajo mamá- menos mal que soy rápido y no tarso media hora elijiendo mi ropa como mi hermana, pero normal, siendo rubia y de ojos azules, como no iba a tener que elegir bien la ropa, al fin y al cabo era la chica más guapa de su clase y como no, la más popular, sobre todo entre los chicos y bueno, con 16 años como no iba a ser. Ella nació a mi padre, pero solo en belleza, ni mi hermana ni yo hemos salido a mi padre en carácter y menos mal, mi padre no es que sea la mejor persona del mundo. En cambio, en belleza, yo he salido a mi madre, una preciosa mujer de pelo castaño, bastante pálida y de ojos color avellana.

-Buenos días mamá, ¿que hay para desayunar?-
-Aún no lo he preparado.-
-Pero...-
-¡Enanooo!-Pero que pesada es mi hermana.
-¡Qué quieres Alaitz!-
-¡Enanoooo!-
-¡Qué quieressss!-
-Joseba, Alaitz, dejad de gritar tanto-
-Sí mamá- fui a la habitación de mi hermana y me la encontré mirando por la ventana.
-Qué quieres- como no me contestaba me acerque a ella y mire por la ventana. ¡Estaba nevando!
-Vamos a la nieve.-
-Pero es muy pronto-
-Da igual. Vamos-
-Valee...- salimos a la calle con nuestros abrigos, guantes, gorro... y nos pusimos a tirarnos bolas de nieve.

Un rato después me canse y me senté en un bordillo w me encontré sin nieve. Como estaba sentado y pensando en lo mio no me percaté de como mi Herman cojia nieve, la aplastaba en sus manos formando una bola de nieve y me intentaba estampar en la cara, pero no me dio. Abri los ojos y delante mio había alguien, más bien algo, porque podía ver a mi hermana a través de el o ella o eso, no se. Entonces vi a mi padre mirando por la ventana de su escritorio, con una cara que además que a mi me pareció extraña daba miedo, cuando se dio cuenta de mi presencia se apartó de la ventana.

-Joseba, despierta. Tienes cara de haber visto un fantasma.-
-¿Pero es que tu no lo ves?-
-El que-
-Es...- de repente había desaparecido.
-¿Joseba?-
-Da igual-

-¡Joseba, Alaitz ya esta preparado el desayuno!- empapados entramos a casa para desayunar.
-Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz - o valla se me había olvidado que hoy era mi cumpleaños, cumplía 13 años.
-¿Y papá?-
-Estará arriba-
Alaitz corrió escaleras arriba hacia el escritorio de papá gritando
-¡Papá!- madre mía como le gustaba gritar. Bajo más rápido de lo que había tardado en subir y con cara triste.

-Dice que no quiere bajar, que son solo trece años- que extraño, cuando mi hermana cumplió los trece años, el bajo corriendo de su escritorio a la cocina a las 5 de ma mañana solo para prepararle una tarta, diciendo que los trece años no se cumplían todos los días.

Infancia científicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora