Capítulo 1

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Al la mañana siguiente se levantó como siempre. Lavó su cara para quitarse las lagrimas secas e intentó despertar su cuerpo. Dormía poco por sus pesadillas así que se sentía lenta y machacada

Como le había dicho Alastor, lo encontró el el jardín con una camisa roja y unos pantalones negros.

-¡Buenos días princesa!- dijo alegremente, una actitud que contrastaba demasiado con la de Charlie- ¿Preparada?

Apenas y le dio tiempo a que entrara del todo en el jardín que un tentáculo negro la tiró al suelo

-¡Oye!- se quejó sobándose la espalda

-¡Querida, los malos no esperaran a que estés lista!- dijo y otro tentáculo se elevó en su dirección

Charlie no sabía que hacer, nunca había luchado, solo esa vez con los ángeles exterminadores y no sabía muy bien como lo había hecho. Solo recordaba la enorme ira que la impulsó a transformarse para luchar contra Adán.

Adán... Cada vez que lo recordaba su corazón se despedazaba, una ira que Alastor observó en sus ojos

-Utiliza ese dolor, ese odio como arma, querida- dijo y ella lo miró confundida mientras intentaba protegerse de su ataque- muchas veces esa es la mejor motivación

Ella asintió e intentó encontrar en esa ira su motivación. Rápidamente sus cuernos salieron a relucir y golpeó el tentáculo con todas sus fuerzas. La sombra se disipó y Alastor sonrió con orgullo

-Muy bien, primera lección aprendida


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La mañana fue intensa, Alastor la había golpeado tan fuerte que le dolía todo el cuerpo pero se sentía orgullosa. Estaba sucia, sudada y apenas se podía mantener en pie pero por lo menos había aprendido a defenderse un poco.

Descubrió que le agradaba ese tipo de compañía con el demonio, que se mostraba amable pero enigmático.

-¿Aún cree en eso de la redención?

Charlie lo miró con el ceño fruncido mientras recuperaba el aliento

-¿Qué quieres decir?

-El cielo se lo ha arrebatado todo, mi querida Charlie- ella miró al suelo, no quería oír nada de eso- y Dios no tardará en castigarnos por matar a su primer humano ¿Aún quiere luchar por ello?

Alastor la miraba con curiosidad. En el fondo quería utilizar su dolor para manipularla, para poder controlar su pequeña mente inocente. Él sabía que Charlotte tenía mucho potencial y no lo iba a desperdiciar

Ella abrió la boca para contestar pero el sonido de la puerta hizo que se levantara. Nadie había llamado al hotel en mucho tiempo, los demonios del infierno aún creían que era absurdo y otros no querían ir por que estaban convencidos de que sería el primer lugar en sufrir el castigo del cielo.

Alastor tenía razón, su sueño estaba más que perdido ¿Pero también lo estaba en su corazón?

Encontró a Husk y Ángel en el recibidor, pero estaba tan oscuro que no podía ver bien de quien se trataba

-Bienvenido al Hazb-

Se detuvo en seco cuando observó unos ojos claros y alargados y un pelo tan largo y rubio como el suyo

-Charlie mi amor- la voz dulce pero firme resonó en sus oídos con fuerza. Su cuerpo entró en shock y las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos. Era su madre

Lilith caminó hacia ella mostrándose ante la luz del salón. Era esbelta, preciosa y voluptuosa, no había cambiado nada en estos siete años.

El primer impulso de Charlie fue lanzarse en sus brazos pero no lo hizo. Miró a sus amigos, que le dieron una mirada de asombro, y luego sintió la mano de Alastor sobre su hombro

-Bienvenida al Hazbin Hotel amada reina del Inframundo- dijo inclinando su cabeza. Automáticamente todos menos Charlie lo copiaron y Lilith sonrió con orgullo

-¿Acaso no vas a saludar a tu madre?- dijo con amabilidad, era muy consciente de las diferentes reacciones que podría tener y temía que fuera la misma que su padre, pero por lo que podía ver Lucifer aún no le había dado la noticia de su regreso a su amada hija

Charlie salió de su shock y avanzó hacia ella, pero una luz cegadora la detuvo

Ante ellos se reveló el cuerpo de Lucifer, que tenía su forma demoníaca y sus alas desplegadas

-Oh querido, veo que ya has llegado, estaba saludando a nuestra amada hija

De inmediato Charlie se dio cuenta que algo no iba bien. Sus padres siempre habían sido muy cariñosos entre ellos, se amaban con tanta pasión y sinceridad que ella deseaba tener algo así alguna vez. Era un amor eterno y verdadero que se rompió por alguna razón con la desaparición de su madre hace siete años

-¿Qué haces aquí Lilith? ¿Acaso no te he dicho que te vayas?- las palabras del rey sonaron fuertes e imponentes, tanto que se olvidaron que medía poco más de 1'50 cm

Lilith clavó sus ojos en él y Charlie pudo ver un poco de su enorme ira. Sus cuernos aparecieron en su cabeza con elegancia y se movió hacia uno de los lados

-Ya hemos discutido sobre esto, no hace falta que lo hagamos delante de nuestra amada niña

-Padre- dijo Charlie- ¿Qué está pasando? ¿Porqué quieres que madre se vaya del infierno?

Los ojos rojos del antiguo serafín se dirigieron a ella con pena y rabia. Hacía pocos minutos que se había enterado de la verdad sobre su esposa y aún no lo había procesado así que no quería hacerle más daño a su querida hija con la verdad. Ella amaba a su madre por encima de todas las cosas, tenían una gran conexión y sabía que iba a ser un golpe duro para su frágil salud mental, pero una mentira sería peor, así que tomó aire y volvió sus ojos hacia Lilith

-Tu querida madre no ha estado siete años secuestrada o desaparecida, como puedes ver está muy sana ya que estaba disfrutando de unas plácidas vacaciones en el cielo gracias a un trato con Adán

Todos los presentes jurarían que oyeron como lo que quedaba del corazón de la princesa se rompió en mil pedazos. Charlie miró a su madre sin creérselo, no quería hacerlo, pero al ver como desviaba la mirada con una mueca la ira surgió dentro de ella como una llama

Avanzó apartando a su padre

-¡¿Cómo has podido?!- su llanto era escandaloso y su respiración entrecortada por todas las emociones que la azotaban- ¡¿Cómo has podido abandonarnos todos estos años?! ¡Te necesitaba! ¡Te necesitaba conmigo!- sus cuernos surgieron y sus ojos se volvieron rojos- ¡Te llamé, te esperé, me preocupé por ti! ¡Y a ti no te importó desaparecer y dejarnos solos! ¡No te importó ir al cielo dejándonos aquí sufriendo!- Lucifer la tomó por los hombros para que se calmara pero ella lo apartó con brusquedad

-Cariño no es lo que parece- Lilith avanzó hacia ella con lagrimas en sus ojos- dejaros fue el acto más doloroso que he hecho nunca

-¡¿Y porqué lo hiciste!?- gritó fuera de control- ¡¿Sabías que nos atacaron?! ¡¿Que Vaggie murió para que no me mataran?! ¡¿Que TU QUERIDO ADÁN ME QUERÍA MATAR?!

-Charlie cálmate- dijo Lucifer al notar como la tierra empezaba a temblar

-¡Empecé este sueño por ti! ¡Porque pensaba que el Infierno te importaba y quería continuar con tu sueño!

-¡Y me importa!- Lilith la tomó por sus temblorosas manos- ¡Me importáis mucho cariño! ¡He venido a ayudaros!

-¡¿HABRÍAS VENIDO SI ADÁN NO HUBIERA MUERTO?!- Lilith cerró la boca y ella se soltó con violencia

Todo en lo que creía se había destruido, todo lo que amaba ya no existía. Ahora mismo los odiaba a todos, lo odiaba todo. Solo había dolor e ira en su corazón, un corazón que pudo ser puro pero que se había marchitado, envenenado...

Ya no era la agradable e inocente Charlie, era un demonio, la princesa del infierno y quien haría pagar al cielo por todo lo que había hecho.


Sangre EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora