Se decía que el corazón de la princesa se había vuelto tan oscuro y frío que el Infierno había sucumbido en ella.
Lilith se había presentado formando el caos a su alrededor. Con muchas súplicas y plegarias convenció al rey del averno para que dejara que lo ayudara. Lucifer sabía muy bien que juntos eran mucho más poderosos, tanto como que la ira de Dios no tardaría en azotarlos, así que lo aceptó con dolor y un corazón casi tan roto como el de su hija.
Lilith se lo había confirmado. Tan pronto como le entregaron la aureola de Adán corrió a hablar con el padre de todos, pero no la escuchó.
Lucifer quería rechazarla. Que desapareciera le había destrozado tanto el corazón que ahora se veía débil e inútil, volviendo sus fuerzas al reconciliarse con su amada hija. Pero entendía que era más importante protegerla, Charlie se había vuelto la diana en toda esta historia así que ya tendría tiempo de castigar a Lilith por sus actos, ahora debía proteger lo que más amaba en el universo.
Así que ambos reyes se unieron para convocar a sus súbditos más leales, los cuales hacía siglos que no eran reclamados ante los dos emperadores del Inframundo.
Por otro lado, Charlie se había encerrado otra vez en su habitación. Ángel Dust llamaba a su puerta todos los días a todas horas pero no conseguía nada. Sentía que había vuelto a empezar toda esa pesadilla, así que secretamente odió a Lilith por estropear todo el progreso que habían hecho con ella.
Las semanas transcurrieron así, siendo su padre el único que tenía permiso para entrar y verla. Lucifer salía tan destrozado que todos estaban muy asustados, hasta que un día el rey pasó junto a su esposa
Charlie la miró con odio y luego con ira a su padre
Le hicieron entender que ahora mismo el Infierno corría mucho peligro y necesitaba a sus gobernantes fuertes y juntos. Charlie replicó y se enfadó pero su padre le prometió que esto no quería decir que olvidara lo que había hecho Lilith. Su madre se notaba arrepentida, nunca había visto a la reina del Averno con la cabeza agachada y eso la hizo sentir extraña. Sin darse cuenta, al sentir tanto dolor en tan poco tiempo, había encerrado sus sentimientos más puros y buenos bajo llave. Solo era un alma que no quería ser dañada... Ya había experimentado mucho dolor en muy poco tiempo y simplemente no podía más
Aceptar aquello que le dijo su padre le costó pero confiaba en él y en su promesa de que lo hacía por protegerla, a ella y a todos. Así que esa tarde no pudo más y bajó las escaleras con desgana, encontrándose a todos sus amigos allí. Los miró con un sentimiento extraño y tomó aire. Debía protegerlos, sus padres lo hacían con ella pero ella era la heredera, debía protegerlos a todos y aún más a sus amigos
No iba a perder a nadie más
-¡Mira quien se digna a bajar!- dijo Ángel Dust poniendo sus cuatro manos en sus caderas
Pero frunció el ceño al darse cuenta de que su estado había empeorado. Las ojeras eran negras y en sus ojos no había ni un ápice de emoción
-Pronto la ira de Dios caerá sobre mi- dijo poniendo sus brazos detrás de su espalda, todos la miraron horrorizados- pero no os preocupéis. Solo quería deciros que ahora mismo todo el tema de la redención... No tiene mucho sentido, ahora es más importante prepararnos y ponernos a salvo así que entiendo que no queráis estar cerca de... Mi
-¡Bobadas!- saltó Ángel- entiendo que tu sueño ahora mismo sea secundario pero ¡Estás loca si piensas que te vamos a dejar sola ante una amenaza como esta!
Todos vieron un brillo extraño en los ojos de la princesa
-Creo que me he expresado mal- su voz sonó amarga y cruel- quiero que os marchéis, que sobreviváis- se mordió el labio- no quiero que...
Ángel la sostuvo por los hombros- no va a pasar nada angelito- y la abrazó- empezamos todo esto juntos y vamos a continuar así- Ángel sintió como Charlie se desestabilizaba en sus brazos, como contenía el llanto y se esforzaba por no llorar, así que le acarició el pelo con cariño
Charlie se separó y movió la cabeza para recuperar la compostura
Se sintió bien y todos pudieron observar por un segundo ese angelical demonio que tanto apreciaban, pero no tardaron en ver otra vez esa faceta oscura y triste
-Debo empezar a comportarme como la heredera que soy, y para que el infierno me siga necesito que todos me vean temible y poderosa, así que se acabó la Charlie blandita y que desea redimir- frunció el ceño- es hora de que los demonios entiendan quien es su heredera
Husk estaba convencido de que no eran sus palabras sino las de su madre, pero le llamó más la atención el comportamiento de Alastor. Con el tiempo había aprendido a leer sus sonrisas y esta era una llena de maldad y ansia ¿Qué estaría tramando ahora?
Charlie se retiró a su habitación. Estaba cansada pero le había alegrado lo que había dicho Ángel.
Se tumbó en la cama y envolvió su cuerpo con las mantas. Se sentía pequeña ante todo lo que le venía encima, pero ella lo había dicho; era la heredera al trono, la princesa de los avernos e iba a demostrarle tanto al Inframundo como al cielo con quien no debían meterse.
¿Pero a quien quería engañar? Abrazó sus piernas y lloró en silencio. Esa no era su naturaleza, ella no era capaz de matar ni a una mosca ¿Cómo iba a proteger a los pecadores? ¿Cómo se supone que iba a ayudar a sus padres a defender el infierno?
-¿Qué le preocupa querida?- la voz de radio de Alastor hizo que diera un salto. Lo encontró al lado de la puerta, mirándola con esos ojos rojos tan espeluznantes- realmente ha estado divina con su discurso pero... Me temo que hay algo que la preocupa ¿No es así?
Charlie se mordió el labio. El demonio le había dado su espacio, no había ido a visitarla ni un día después de la llegada de su madre pero lo entendía. Alastor no sabía como lidiar con todas esas cosas, de hecho dudaba que le interesaran.
-¿Porqué debería decírtelo?
-HAHAHAHAHA- rio- ¿Porqué la desconfianzami princesa? ¿Porqué tan poca confianza al demonio que no le ha pedido nada a cambio de hacer todo lo que desee?
Charlie meditó sus palabras y se quitó las mantas resignada
Alastor entornó los ojos al verla llorar
-Me preocupa que los demonios no me tomen en serio, que nunca llegue a controlar mis poderes... Que alguien más salga dañado...-dijo frotándose la cara por la frustración
Su cabeza estaba gacha, no se atrevía a mirarlo, pero él la obligó levantando su barbilla
Desde ahí podía oler perfectamente su perfume de pinos y menta
-Oh my dear, no hay de que preocuparse. Mientras tenga esa determinación, esa convicción y deje que su naturaleza malvada y cruel salga, no deberá tener problemas
-Pero yo... No tengo esa naturaleza
-Usted es la hija de Lucifer y Lilith, aunque sea bondadosa y amable estoy seguro de que, en el fondo, hay mucha maldad escondida-una sonrisa macabra se asomó pero ella no se dio cuenta
-Yo nunca he sido así
-Pues deberá serlo si quiere que los demonios la sigan, no todos son como los caníbales- Alastor empezó a jugar con su pelo, le encantaba invadir el espacio personal de la gente y eso la ponía nerviosa- con ellos deberás demostrar poder, intimidarlos, que les quede claro que si juegan con usted no vivirán más- levantó aún más su cabeza con un movimiento brusco y sonrió con maldad- deberán aprender a que ya no es la bondadosa e ingenua princesa que anunciaba su Hotel Feliz, sino su futura ama a la que deberán obedecer sin rechistar- la soltó y se dio la vuelta mientras movía su bastón- da igual que sea una mentira, deberá hacerlo
- ¿Y como se supone que voy a lograr eso si no puedo ni matar a una mosca?-dijo aún más bloqueada que antes
-Eso déjemelo a mi- dijo con una sonrisa espeluznante- oh my dear, ¿Cuándo le he fallado?
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Sangre Escarlata
Fanfiction¿Y si Sir Pentious no fuera el único en morir en la batalla contra Adán? ¿Y si Charlie estuviera destrozada y desolada? ¿Y si Alastor lo viera como una oportunidad para controlarla? ¿Y si ella fuera la clave para liberarse de sus ataduras?